¡°Somos un as en la manga del Ayuntamiento¡±: As¨ª trabaja la brigada especial de limpieza de Barcelona
El grupo atiende situaciones urgentes en la v¨ªa p¨²blica que van desde retirar contenedores quemados hasta limpiar manchas de aceite en las calles
Est¨¢n disponibles para cualquier imprevisto en la v¨ªa p¨²blica o el espacio p¨²blico que sea urgente atender en Barcelona. Cosas que haya que limpiar. Lo que surja. Y lo que surge no es poco. Eliminar una mancha de aceite en la calzada para que las motos no resbalen. Recoger cristales rotos. Un contenedor lleno de pescado que apesta y provoca quejas de los vecinos. Retirar un contenedor quemado. Basura que se acumula debajo o entre contenedores. O cuestiones m¨¢s delicadas, como limpiar la sangre tras un accidente, un atropello, un suicidio o una pelea... o recoger jeringuillas de toxic¨®manos. ¡°Atendemos emergencias que salen de lo com¨²n¡± resume David L¨®pez al volante de un viejo cami¨®n que necesita un relevo cuanto antes. ¡°Dicen que los veh¨ªculos de la nueva contrata [que ya se ha comenzado a desplegar] son la bomba¡±, celebra.
L¨®pez pertenece al SENEI, el servicio de limpieza inmediata del servicio municipal de recogida de basura y limpieza viaria. Equipos que hay en todos los distritos de la ciudad y que complementan los servicios ordinarios. En tres turnos diarios. Su zona es Horta ¨C Guinard¨® y Nou Barris. Dos distritos donde hay barrios con orograf¨ªa complicad¨ªsima, como Torre Bar¨® o el Carmel. O que est¨¢n lejos del centro, como Vallbona. O con estrechos cascos antiguos, como Horta. Act¨²an cuando un vecino avisa o se queja, o cuando les llama otro servicio municipal: los propios compa?eros de la limpieza, Guardia Urbana o Bomberos, por ejemplo.
Con la crisis de limpieza que ha vivido Barcelona, su trabajo es fundamental para salvar la cara al Ayuntamiento. Sobre todo cuando se acercan elecciones. La ciudad tiene que estar como una patena. Ante las cr¨ªticas del invierno y la primavera pasadas, el gobierno de la alcaldesa Ada Colau puso en marcha un millonario plan de choque y un plan de mantenimiento con recursos extraordinarios. En condiciones normales, la recogida de basura y limpieza viaria se lleva el 10% del presupuesto municipal: m¨¢s de 300 millones de euros al a?o.
El martes pasado, el ¡°operario de viaria¡±, como le gusta a L¨®pez que le llamen, hac¨ªa equipo con Gaidi Houari, contratado los meses de verano. El cami¨®n con el que trabajan es un ¡°h¨ªbrido¡±. Tiene un poco de todo: un espacio para tirar basura, gr¨²a, agua a presi¨®n¡ y herramientas. Las reglamentarias y las que con los a?os ellos mismos han fabricado porque les facilita el trabajo. ¡°Mira¡±, mostraban orgullosos: ¡°Esto es un gancho que lo atamos a la gr¨²a cuando hay que despegar una ¡®galleta¡¯, un contenedor quemado que se ha quedado pegado en el suelo¡±, levantaba Houari. ¡°Y esto¡±, sacaban otro invento: ¡°Le hemos puesto una madera a una escoba y va muy bien para presionar la sepiolita (una especie de serr¨ªn) cuando limpiamos aceite¡±, a?ad¨ªa L¨®pez.
De media, entre los tres turnos, atienden una veintena de urgencias al d¨ªa, explica Gonzalo Cast¨¢n, jefe adjunto del servicio en Nou Barris y Horta ¨C Guinard¨®. Como en cualquier trabajo, hay vocabulario espec¨ªfico. Como un ¡°renta-sota¡±, uno de los servicios que realizan con frecuencia y que consiste en limpiar basura que se acumula debajo de los contenedores y puede provocar, adem¨¢s de malos olores, la proliferaci¨®n de plagas.
L¨®pez y Houari lamentan que, la mayor¨ªa de veces, el origen de sus intervenciones est¨¢ en el incivismo o gamberradas de los propios vecinos. Otro cl¨¢sico es recoger los cristales rotos de marquesinas de autob¨²s. Reivindican el trabajo de sus compa?eros; tanto de los de recogida domiciliaria como los de limpieza viaria. ¡°La gente no es consciente de la de basura que se llega a recoger y en este trabajo se ve mucho como es la gente¡±. La semana pasada unos compa?eros suyos tuvieron que a rescatar contenedores que alguien hab¨ªa tirado por un barranco, en la falda de Collserola. Lo contaban en la pausa que tienen para comer un bocadillo. En la mesa estaba Elena Lorenzo: ¡°Lo peor que me ha tocado fue un cami¨®n cargado de botes de pintura que volc¨®¡±.
El martes result¨® tranquilo. Les toc¨® limpiar la mancha de aceite que sal¨ªa de un contenedor gris. Alg¨²n gracioso hab¨ªa tirado el aceite donde no toca y la mancha estaba en la calle de Fastenrath, muy empinada, y antes de un stop. ¡°Pa¡¯ matarse una moto¡±, dec¨ªan los operarios, que aprovechaban para levantar los contenedores y hacer un ¡°renta-sota¡±. Despu¨¦s del bocadillo pasaron por el mercado del Guinard¨®, donde limpiaron el acceso al s¨®tano donde los comerciantes tiran la basura org¨¢nica. En verano, con el calor, enseguida huele mal.
Tambi¨¦n acumulan an¨¦cdotas. Cuando les llamaron para sacar a una mujer de un contenedor al que la hab¨ªa tirado su yerno. ¡°Hijo de putaaaaaaa, ?d¨®nde me has metido?¡±, recuerda L¨®pez que gritaba la se?ora. O cuando tuvieron que bajar de un ¨¢rbol una bolsa llena de dinero que hab¨ªa tirado un vecino. O el d¨ªa que les llamaron los Mossos d¡¯Esquadra para ir a cargar la caja fuerte que unos ladrones hab¨ªan abandonado en un descampado. ¡°Pesaba como un coche y estaba sin abrir¡±. Tambi¨¦n les toca vaciar contenedores cuando a la gente se les caen las llaves al tirar la basura. Y una vez tuvieron que trillar un contenedor entero porque a una mujer se le hab¨ªa ca¨ªdo un anillo ¡°?de dos millones de pesetas!¡±. Y otra buena: recoger un caballo, muerto de un clan al que otro clan hab¨ªa envenenado. Porque, aunque hay un servicio municipal de recogida de animales, si son grandes les toca a ellos. ¡°Somos un as en la manga del Ayuntamiento¡±, presum¨ªa L¨®pez. En septiembre auguran movilizaciones porque tienen pendientes atrasos que les deben tras varios a?os de sueldo congelado. En junio hubo un preacuerdo y no se cumpli¨®, explicaban.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.