Por un horizonte cient¨ªfico m¨¢s amplio
Necesitamos un sistema de conocimiento fuerte para abordar cuestiones como el envejecimiento o el cambio clim¨¢tico. Pero para ello son imprescindibles las ciencias sociales
La Generalitat promueve el Grup Horitz¨® para fijar la hoja de ruta de la ciencia en Catalu?a. El grupo lo forman personalidades relevantes de la investigaci¨®n y la empresa. Un intento que se suma a muchos otros desde los noventa del pasado siglo con un denominador com¨²n: que las ciencias sociales brillan por su ausencia. Sin minusvalorar las enormes capacidades de este grupo, se echan en falta cient¨ªficos sociales que puedan aportar conocimiento y experiencia al objetivo declarado. Incluso podr¨ªan incorporarse a los ausentes fil¨®sofos, soci¨®logos, psic¨®logos, juristas, historiadores o comunic¨®logos, otros profesionales como los creativos, los chefs, los artistas, o los empresarios.
Y ello por simple coherencia. La consejera ha declarado que necesitamos un sistema de conocimiento fuerte para poder abordar cuestiones globales como el envejecimiento o el cambio clim¨¢tico. Para ello son imprescindibles las ciencias sociales. La pandemia no ha sido solo sanitaria; lo es, todav¨ªa, econ¨®mica, social, jur¨ªdica o psicol¨®gica, por ejemplo: as¨ª, la legitimidad del Procicat, de las limitaciones de derechos por confinamientos o de la distribuci¨®n de ayudas. Igualmente, cualquier vacuna, para ser eficaz, tiene que ser tambi¨¦n adecuadamente patentada, fabricada, distribuida, almacenada y administrada, como tambi¨¦n las muertes en residencias de ancianos durante la pandemia no son ajenas a un modelo social y empresarial de atenci¨®n a los mayores poco respetuoso con sus derechos. La amplitud de problemas exige amplitud de miradas, que no se pueden limitar a la visi¨®n a trav¨¦s de un microscopio. Y que lo sean para mejorar la gesti¨®n global, no para canibalizar los recursos posibles para sus ¨¢reas de conocimiento o proyectos individuales o colectivos. Para que la empresa privada conf¨ªe en la comunidad cient¨ªfica esta debe ser m¨¢s plural, m¨¢s variada y, sobre todo, m¨¢s eficiente.
La ciencia no es solo la de ¡°bata blanca¡±. ?Cu¨¢ntas maratones de TV-3 conocen que hayan dedicado ni un solo minuto a la actividad cient¨ªfica que no sea la de ciencias de la vida? ?Podemos ignorar la investigaci¨®n en campos como el turismo, el envejecimiento o la gesti¨®n del riesgo? Si en algo somos potencia mundial es en turismo. Seamos sinceros: el dinero que genera el Mobile en Barcelona no deriva ni de la creaci¨®n, ni de la producci¨®n de tel¨¦fonos; deriva del negocio hotelero y ferial. Ser¨ªa conveniente que nuestra potencia tur¨ªstica fuera congruente con una actividad investigadora en turismo. Sin embargo, destacamos en el sector por su precarizaci¨®n (recuerden las kellys), escaso valor a?adido (sol y playa), baja profesionalizaci¨®n del personal y muy escasa investigaci¨®n cient¨ªfica en este campo.
El doctor Miquel Porta alertaba hace poco de que la ciencia no es algo puramente t¨¦cnico, pues hay considerables intereses en juego: de los cient¨ªficos, de las instituciones, de los medios de comunicaci¨®n o de sus financiadores. Son intereses econ¨®micos, pero tambi¨¦n ideol¨®gicos o psicol¨®gicos. Si se quiere evitar los brindis al sol, a la profesionalidad del Grup Horitz¨® habr¨ªa que sumar otras si se pretende que sirva a nuestra realidad y nos aleje del cortoplacismo del recuento taca?o de los dinerons gastados en ¡°ciencia¡±.
Ramon-Jordi Moles fue secretario general de Universidades (2003-2006).
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