La crisis en los Mossos se agrava con la suspensi¨®n de dos oposiciones internas
La polic¨ªa catalana halla un tel¨¦fono escondido grabando en una reuni¨®n del tribunal de evaluaci¨®n
La crisis que se vive en los Mossos d¡¯Esquadra en las ¨²ltimas semanas, despu¨¦s de que EL PA?S desvelase que hab¨ªa una fractura interna en la c¨²pula, se ha visto agravada por la suspensi¨®n, al menos 15 d¨ªas, de las oposiciones a 24 plazas de inspector y 10 de intendente en la polic¨ªa catalana. El motivo ha sido el hallazgo, el pasado 22 de septiembre, por parte de la presidenta del tribunal de evaluaci¨®n de ambas convocatorias, de un tel¨¦fono m¨®vil escondido en la sala donde se encontraba reunido y donde se debat¨ªan las preguntas de los ex¨¢menes, seg¨²n fuentes policiales. El tel¨¦fono, que carec¨ªa de tarjeta SIM, estaba con la grabadora encendida, registrando el contenido del encuentro.
El Departamento de Interior, que dirige Joan Ignasi Elena (ERC), public¨® ayer en el diario oficial catal¨¢n (DOGC) la suspensi¨®n de las dos convocatorias. En un comunicado de prensa, se comprometi¨® a aclarar con la ¡°m¨¢xima transparencia¡± las posibles irregularidades del proceso de selecci¨®n, y anunci¨® que ya trabajan en la elaboraci¨®n de unas nuevas pruebas con ¡°m¨¢s garant¨ªas de seguridad tecnol¨®gica¡±. El s¨¢bado 8 de octubre estaba previsto el examen a las 10 plazas de intendente, y dos semanas m¨¢s tarde, el 22, el examen a las 24 de inspector.
La decisi¨®n de suspender las pruebas se tom¨® despu¨¦s de que la Divisi¨®n de Asuntos Internos (DAI) presentase un informe sobre el hallazgo del tel¨¦fono. Paralelamente, se ha abierto un proceso judicial, seg¨²n inform¨® una portavoz de la polic¨ªa catalana, para intentar identificar al responsable o responsables de la colocaci¨®n del tel¨¦fono m¨®vil y sus intenciones.
Las nuevas plazas de mandos del cuerpo de los Mossos d¡¯Esquadra son clave para la actual c¨²pula de la polic¨ªa catalana y el Departamento de Interior. Los nuevos nombramientos son esenciales para el decreto de reestructuraci¨®n del cuerpo, que est¨¢ previsto para finales de a?o. El aplazamiento de las mismas es un elemento m¨¢s de tensi¨®n para una jefatura que vive unos momentos complicados, con una fractura interna entre su m¨¢ximo responsable, Josep Maria Estela, y su n¨²mero dos, el comisario Eduard Sallent. Hasta el punto que Estela ha dejado al segundo fuera de los tribunales evaluadores de las m¨¢ximas categor¨ªas, seg¨²n diversas fuentes policiales consultadas.
A esa situaci¨®n de inestabilidad dentro de la polic¨ªa catalana se suma la denuncia de quien fuese el m¨¢ximo responsable de investigaci¨®n de los Mossos d¡¯Esquadra, el intendente Toni Rodr¨ªguez, contra su destituci¨®n el pasado mes de diciembre, cuando se cambi¨® la c¨²pula que lideraba Josep Llu¨ªs Trapero. El mando, actualmente relegado a una comisar¨ªa de Rub¨ª, asegura que uno de los motivos de su cese fue su negativa a facilitar informaci¨®n a la c¨²pula, que entonces dirig¨ªa el comisario Sallent, actual n¨²mero dos. Y le acusa de pedirle diligencias del caso judicializado contra el entonces consejero del Departamento de Interior, Miquel Buch, por la escolta de Carles Puigdemont en B¨¦lgica.
Las turbulencias en los Mossos d¡¯Esquadra arrancan antes del verano, cuando el comisario Estela comunic¨® al Departamento de Interior que su relaci¨®n con su segundo, Sallent, no era satisfactoria y pidi¨® su cese, entre acusaciones de deslealtades e injerencias pol¨ªticas. Ambos, junto a la intendenta Rosa Bosch, llevan apenas nueve meses en el cargo, como la apuesta del Departamento de Interior de una c¨²pula ¡°coral¡±, una renovaci¨®n y un intento de feminizaci¨®n del cuerpo. Una nueva c¨²pula que ya empez¨® su andadura envuelta en la pol¨¦mica por la destituci¨®n de Trapero, restituido en el cargo apenas un a?o antes, y con ¨¦l una serie de mandos policiales supuestamente afines al mayor.
El Departamento de Interior capea la fractura abierta con la defensa cerrada del comisario Sallent. El director de la polic¨ªa catalana, Pere Ferrer, admiti¨® ¡°dificultades¡± entre los dos comisarios que ejercen la m¨¢xima jefatura policial en los Mossos d¡¯Esquadra, pero les anim¨® a trabajar conjuntamente. El comisario Estela intent¨® acallar la crisis con un comunicado interno a todos los mossos d¡¯esquadra, en el que sin negar nada de lo publicado ni mencionar expl¨ªcitamente a su n¨²mero dos, se conjur¨® a trabajar conjuntamente con la actual jefatura. A pesar de eso, fuentes de la polic¨ªa catalana aseguran que la relaci¨®n entre ambos mandos policiales no ha mejorado. La crisis pill¨® al consejero Elena todav¨ªa convaleciente, recuper¨¢ndose de una operaci¨®n de ves¨ªcula, pero ayer ya particip¨® en una junta local de seguridad.
Una reestructuraci¨®n ya anunciada y anulada
Los Mossos d’Esquadra funcionan con un decreto de estructura del año 2011. El entonces consejero del Interior, Felip Puig, fue el último político capaz de sacar adelante un nuevo organigrama que rigiese a la policía catalana. Desde entonces, los Mossos y sus máximos responsables han sido incapaces de actualizar la forma en cómo se organizan. El último intento fue en julio de 2020. El entonces comisario jefe Eduard Sallent, actual número dos del cuerpo, bajo el mandato político del consejero Miquel Buch, anunció un nuevo organigrama que daba todo el poder operativo a un único mando policial, el DOP (Director Operativo Policial), equiparable al DAO (Director Adjunto Operativo) que tienen la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Se presentó un viernes, justificando entonces que la estructura policial triangular existente hasta el momento era poco clara. Pero el decreto nunca vio la luz. En septiembre, el entonces presidente Torra descabezó a Buch al frente de Interior. En su lugar colocó al abogado Miquel Sàmper, que dos meses después, en noviembre, volvió a colocar a Josep Lluís Trapero, absuelto por la Audiencia Nacional, como máximo jefe del cuerpo.
“Es muy triste que no seamos ni siquiera capaces de sacar adelante un decreto de reestructuración”, lamentan fuentes policiales. El actual es también un punto de desencuentro, según fuentes policiales, entre el comisario jefe, Josep Maria Estela, y Sallent. Si los planes del Departamento de Interior siguen adelante, el nuevo organigrama debería ver la luz a finales de año.
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