La exposici¨®n de Doisneau en FotoNostrum: el mejor sitio para besarse en Barcelona
La galer¨ªa exhibe medio centenar de fotos del artista, incluida la c¨¦lebre ¡®Le baiser de l¡¯Hotel de Ville¡¯, en una muestra compartida con las impresionantes ¡®Texturas¡¯ de Joan Alsina
Barcelona no tiene de momento ¡ªque yo sepa¡ª un libro como O¨´ s¡¯embrasser ¨¤ Paris (Parigramme, 2016), la deliciosa obrita que propone los mejores escenarios para besarse en la ciudad de las luces (ah¨ª cada uno, aunque no est¨¢n nada mal el Pont neuf, hacerlo a la salida del alg¨²n colegio recordando les ann¨¦s lyc¨¦e y con m¨²sica de Fran?oise Hardy, la placita de F¨¹rstenberg, en Saint-Germain-des-pr¨¦s o frente a la Dama del unicornio en el museo de Cluny). Pero desde el mi¨¦rcoles la capital catalana dispone de un lugar inmejorable donde darse un beso inolvidable: el bonito e ¨ªn...
Barcelona no tiene de momento ¡ªque yo sepa¡ª un libro como O¨´ s¡¯embrasser ¨¤ Paris (Parigramme, 2016), la deliciosa obrita que propone los mejores escenarios para besarse en la ciudad de las luces (ah¨ª cada uno, aunque no est¨¢n nada mal el Pont neuf, hacerlo a la salida del alg¨²n colegio recordando les ann¨¦s lyc¨¦e y con m¨²sica de Fran?oise Hardy, la placita de F¨¹rstenberg, en Saint-Germain-des-pr¨¦s o frente a la Dama del unicornio en el museo de Cluny). Pero desde el mi¨¦rcoles la capital catalana dispone de un lugar inmejorable donde darse un beso inolvidable: el bonito e ¨ªntimo espacio que le ha dedicado la galer¨ªa FotoNostrum a Le baiser de l`Hotel de Ville, la famos¨ªsima fotograf¨ªa de Robert Doisneau.
La sala exhibe medio centenar de fotos del artista (copias originales cedidas por el Atelier Robert Doisneau gestionado por sus hijas) y en un sitio especial presidido por una ampliaci¨®n a gran tama?o de la misma imagen, su obra m¨¢s c¨¦lebre, ese beso frente al Ayuntamiento de la capital francesa que se ha convertido en uno de los iconos rom¨¢nticos del siglo XX y uno de los besos emblem¨¢ticos de todos los tiempos, junto a los de Klimt, Rodin, Hayez, el del marine y la enfermera en Nueva York el d¨ªa de Victoria de la Segunda Guerra Mundial retratado por Alfred Eisenstaedt, o el de Charlton Heston y la doctora chimpanc¨¦ Zira en El planeta de los simios.
Ver las maravillosas fotos de Doisneau (y si se tercia besarse) no es el ¨²nico atractivo en FotoNostrum (hasta el 5 de marzo) pues la exposici¨®n del franc¨¦s, bajo el t¨ªtulo Le temps retrouv¨¦ coincide en la galer¨ªa con la del catal¨¢n Joan Alsina Textures, una impresionante serie de fotos de gran formato, la mayor¨ªa en blanco y negro como las del franc¨¦s, en las que explora el efecto de diferentes materiales (barro, tierra¡) sobre la piel humana desnuda en una colecci¨®n de fuerte carga art¨ªstica, antropol¨®gica y er¨®tica.
El beso de Doisneau, aunque colocado aparte en lo que parece una peque?a capilla o recoleto boudoir, no es el ¨²nico del fot¨®grafo. Entre las im¨¢genes suyas que se exponen (de 1934 a 1971) hay otros ¨®sculos, incluido el que lanza coqueta por encima del hombro de su pareja una mujer que baila el vals, o el que le da un joven que pedalea en un triciclo con una caja a la chica que va dentro (Baisser Blotto, Par¨ªs, 1950). Y hay otras escenas muy rom¨¢nticas: la pareja que baila en una plaza en medio de la noche (Le derni¨¨re valse du 14 julliet, Par¨ªs 1949), o el chico negro y la muchacha capturados en un paso de baile (Be bop en cave, Saint-Germain-des-pr¨¦s, 1951).
Fot¨®grafo del Par¨ªs eterno, Doisneau (Gentilly,en el banlieue sur de Par¨ªs, 1912-Mountrouge, Gran Par¨ªs, 1994), retrat¨® la ciudad como no lo ha hecho nadie, captando im¨¢genes de la vida cotidiana de desconocidos en las calles y el spirit of the place. La exposici¨®n muestra algunas deliciosas de chavales, como los que caminan con las manos sobre los adoquines ¡ªen el 68 se los tirar¨ªan a la polic¨ªa¡ª en Les fr¨¨res, rue du docteur Lec¨¨ne, 1936, y tambi¨¦n algunas de ni?os peque?os que guardan un parecido al peque?o Nicol¨¢s, recientemente hu¨¦rfano. Doisneau fue soldado en la Segunda Guerra Mundial y luego pas¨® a la Resistencia y captur¨® algunas de las im¨¢genes ic¨®nicas de la Liberaci¨®n de Par¨ªs en 1944. El fundador, propietario y director de FotoNostrum, Julio Hirsch-Hardy ,ha explicado al presentar la muestra el mi¨¦rcoles que no quiso traer esas fotos para centrarse en las que Doisneau consigue atrapar el esp¨ªritu inmortal de la ciudad. No obstante, hay una muy elocuente en la que dos amantes se abrazan en un banco ante una alambrada (Amour et barbel¨¦s, Tuller¨ªas, 1944), en un ambiente digno de ?Arde Par¨ªs?
A destacar un retrato de Jacques Tati, con su bici desmontada; la famosa de Picasso con panecillos como dedos, la tambi¨¦n tan conocida de una g¨¢rgola de Notre Dame y dos autorretratos.
Hirsch-Hardy ha explicado que con Doisneau y la que, ha recalcado, es la primera exposici¨®n del fot¨®grafo en Barcelona, dan un ¡°salto cualitativo¡±. Ha recordado que el artista es un personaje central en la historia de la fotograf¨ªa y c¨®mo su humanismo y sentido del humor lo colocan junto con otros grandes como Henri Cartier-Bresson. El director de la galer¨ªa ha relacionado a Doisneau con Steve McCurry (cuya exposici¨®n inaugur¨® FotoNostrum en 2022) en el sentido de que ambos han sido identificados con una foto ic¨®nica, la ni?a afgana en el caso del segundo, el beso del Ayuntamiento en el de Doisneau. Record¨® el debate en torno a esta foto inmortal que pese a su aspecto de espontaneidad fue preparada (le pidi¨® a la pareja, un actor y una actriz, que posaran) y que le acarre¨® grandes quebraderos de cabeza al fot¨®grafo. La foto la public¨® Life en 1950 en el contexto de un reportaje de seis sobre la vuelta a la normalidad en Par¨ªs tras la guerra centrada en parejas bes¨¢ndose; originalmente no era ni la m¨¢s destacada en la publicaci¨®n, pero se hizo famosa mucho m¨¢s tarde al realizarse un p¨®ster con ella en 1986 del que se vendieron 480.000 ejemplares en su primera edici¨®n y la convirtieron ¡ªdos j¨®venes guapos d¨¢ndose un beso con una gracia infinita¡ª en s¨ªmbolo del amor.
En 1988, cuando se lanz¨® una investigaci¨®n popular para encontrar a los protagonistas, hubo multitud de candidatos, atra¨ªdos por la posibilidad de cobrar los derechos de imagen. La propia actriz retratada pleite¨® con Doisneau y aunque gan¨® el fot¨®grafo, la pol¨¦mica desatada al descubrirse que era una foto apa?ada le amarg¨® el resto de su vida. Dijo que nunca se hubiera atrevido a fotografiar a gente as¨ª: ¡°Los amantes que se besan en la calle, esas parejas raramente son leg¨ªtimas¡±. Tambi¨¦n le molestaba que la foto, a la que no le ten¨ªa aprecio, ocultara el resto de su trabajo. Hirsch-Hardy ha defendido la imagen y ha considerado que la autenticidad imprescindible en el fotoperiodismo no se puede exigir en la fotograf¨ªa art¨ªstica y que es leg¨ªtimo prepararlas.
En cuanto a Alsina, primer catal¨¢n que expone en FotoNostrum, el director de la galer¨ªa ha recordado su prestigio como fot¨®grafo de moda y ha destacado la colecci¨®n que compone Textures y que ha dado tambi¨¦n origen a un libro; ¡°son fotos muy impresionantes de gran audacia visual¡±. Ha aprovechado para alabar el trabajo de tiraje de los veteranos laboratorios EGM. Joan Alsina, que se basa en la pintura y la poes¨ªa visual y la investigaci¨®n del cuerpo humano, ha relacionado su obra con la de Brossa y T¨¤pies y tambi¨¦n las influencias de Francis Bacon y Lucian Freud. En la rotundidad f¨ªsica de sus personajes, ¡°dioses, h¨ªbridos y humanoides¡±, ha reconocido asimismo la influencia de la fotograf¨ªa antropol¨®gica, como las fotos de los nuer sudaneses de Leni Riefenstahl.
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