Pere R¨ªos, la integridad como profesi¨®n
El periodista de EL PA?S ha fallecido este s¨¢bado a los 60 a?os v¨ªctima de una larga enfermedad
Ahora que parec¨ªa que la enfermedad estaba bajo control, le sacudi¨® con una fuerza despiadada, y este s¨¢bado 18 de febrero Pere R¨ªos muri¨® en Barcelona a los 60 a?os, tras sostener un largo y duro pulso contra el c¨¢ncer con la misma mezcla de entereza e integridad que le sirvieron para cimentar su vida y su carrera profesional. Pere R¨ªos se autodefin¨ªa como ¡°periodista de El Pa¨ªs¡±, condici¨®n que para ¨¦l resultaba mucho m¨¢s transcendental que ser periodista sin esa compa?¨ªa, la de sus compa?eros y la del diario al que quiso pertenecer desde que so?¨® con el oficio. Es cierto que una vez lo dej¨®, pero volvi¨® al poco porque cre¨ªa en sus ilusiones.
Empez¨® a trabajar en periodismo a los 17 a?os. Su expresi¨®n preferida era ¡°picar piedra¡±, y era esto, trabajar duro en el fondo de la mina, lo que m¨¢s valor¨® durante los 40 a?os en que estuvo activo, hasta que la salud le apart¨® de lo que tan apasionadamente le gustaba. Hijo de una familia humilde de Sant Boi de Llobregat (su padre trabajaba en la compa?¨ªa de gas), hered¨® del ambiente en que se crio el valorar por encima de todo el trabajo como forma de honradez. En su periodismo, esto se tradujo en la b¨²squeda de la informaci¨®n y de la noticia por el valor propio de los acontecimientos, con desprecio hacia todo tipo de sensacionalismos, trampas, triqui?uelas y juegos de titulares, que nunca soport¨®.
Siendo periodista de tribunales, se sac¨® por las noches la carrera de Derecho en la Universitat Oberta de Catalunya. No le cab¨ªa en la cabeza cubrir los juzgados sin tener la formaci¨®n necesaria para entenderlos de verdad. Si una palabra le describe es tenacidad. La tenacidad de quienes creen en que trabajar es la manera de llegar a los sitios. Picar piedra por las ma?anas en las salas de la judicatura. Picar piedra por las tardes en la redacci¨®n defendiendo y redactando sus noticias. Picar piedra estudiando los temarios de Derecho los fines de semana. As¨ª era su sentido del deber y su impulso de hacer bien el trabajo. En las ruedas de prensa, pasaba por ser un tipo discreto. Otro rasgo de quien sabe que, cuando se trabaja, no se habla. Preguntaba poco, pero siempre con gran inteligencia. Y, al mismo tiempo, cuando estaba entre un peque?o grupo de amigos, se soltaba y, como quien no quiere la cosa, exhib¨ªa la admirable panoplia de informaci¨®n y noticias de las que era poseedor.
Los d¨ªas que le tocaba estar de guardia en la redacci¨®n, aparec¨ªa con bandejas de pastelillos. Le gustaban los dulces y las comidas especiales. Por compromiso con los compa?eros, form¨® parte del comit¨¦ de empresa de EL PA?S. Se afili¨® con los de CC OO de talleres, los del mono. No es que esos fueran los suyos, ¨¦l se sent¨ªa periodista nato, pero sab¨ªa que ¨¦l ven¨ªa de lo que esos trabajadores representaban. ¡°Cuando se desligaron los talleres de la redacci¨®n, empez¨® nuestro final¡±, sol¨ªa a?adir cuando parec¨ªa que hab¨ªa terminado de hablar.
Al inicio de su carrera, trabaj¨® en el periodismo municipal, y colabor¨® con revistas de barrio hasta hace apenas un a?o. Le fascinaba el mundo de los alcaldes de la periferia de Barcelona. Los hab¨ªa entrevistado y tratado pr¨¢cticamente a todos. Durante los a?os ochenta, fue testigo y corresponsal de la pol¨ªtica agitada, conflictiva y viva de los ayuntamientos. Con el tiempo, aquellos alcaldes llegaron a ser ministros de gobiernos socialistas, y uno fue presidente de la Generalitat. Pere R¨ªos los conoc¨ªa en toda su profundidad pol¨ªtica. No solo sab¨ªa c¨®mo eran y qu¨¦ pod¨ªan sentir estos dirigentes pol¨ªticos, sino que sab¨ªa c¨®mo eran y qu¨¦ sent¨ªan las gentes que les hab¨ªan votado. Y tambi¨¦n las que no.
En 2015 public¨® su libro Banca Catalana. Caso abierto: lo que no se cont¨® del esc¨¢ndalo que enriqueci¨® a Jordi Pujol. El t¨ªtulo era largo, pero tambi¨¦n lo eran dicho caso y el silencio que hab¨ªan protegido hist¨®ricamente al pujolismo. Con este trabajo de investigaci¨®n, Pere R¨ªos, adem¨¢s de demostrar que no le amedrentaban los temas dif¨ªciles, reivindic¨® la integridad de las figuras de los fiscales Jos¨¦ Mar¨ªa Mena y Carlos Jim¨¦nez Villarejo, que hab¨ªan sido socialmente castigados por presentar, en cumplimiento de su deber, la petici¨®n de procesamiento contra el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y contra otros 17 exconsejeros de la citada banca. El derecho le apasionaba tanto como el periodismo, y eso era porque cre¨ªa objetivamente en la efectividad de la justicia y en el desvelamiento de la verdad.
En el diario, le toc¨® cubrir las formaciones pol¨ªticas de izquierda catalanas, especialmente al PSC. Como votante de izquierdas (votante, pues nunca contempl¨® la abstenci¨®n), toda la izquierda parlamentaria pertenec¨ªa su ¨¢mbito ideol¨®gico; pero cuando se pon¨ªa a trabajar, Pere R¨ªos era sobre todo periodista, y as¨ª, en aras de la informaci¨®n, se hab¨ªa indispuesto pasajeramente (algunas veces, no tan pasajeras), con una considerable cantidad de pol¨ªticos hacia los que sent¨ªa afinidad como elector.
Hab¨ªa aterrizado en la secci¨®n de pol¨ªtica tras tener que dejar la informaci¨®n de tribunales, ya que acab¨® estableciendo un v¨ªnculo sentimental formal con Mar¨ªa Sanahuja, entonces jueza decana de Barcelona, y por esta raz¨®n prefiri¨® evitar suspicacias en su funci¨®n como periodista. Cre¨ªa en sus ilusiones. Era enamoradizo, y lo que amaba lo amaba tambi¨¦n en sus personas. Mar¨ªa Sanahuja ha estado atendiendo y cuidando a Pere entregadamente hasta el ¨²ltimo segundo.
Al poco de iniciar el tratamiento m¨¦dico, Pere R¨ªos tuvo que dejar de ir al diario, pero entonces el diario empez¨® a ir a su casa a diario. Fue apreciado y querido por sus compa?eros en la redacci¨®n, y tambi¨¦n por los de otras muchas redacciones. Durante los largu¨ªsimos d¨ªas de su cruel enfermedad, no hizo m¨¢s que recibir llamadas y visitas de compa?eros y compa?eras de profesi¨®n y de las tant¨ªsimas amistades que hab¨ªa cosechado en los ¨¢mbitos de la pol¨ªtica y de los tribunales. Se gan¨® el afecto de personalidades, como los fiscales Mena y Villarejo, a los que admiraba y de los que ha podido despedirse emotivamente en estas ¨²ltimas horas.
En su perfil de las redes sociales, a¨²n figura la breve frase con que se defin¨ªa: ¡°Pere R¨ªos. Periodista de El Pa¨ªs¡±. De los que pican piedra. ?ltimamente dec¨ªa que el mundo hab¨ªa cambiado, y que hoy el periodismo se hace de otra manera. Pero hasta el final, Pere R¨ªos, sigui¨® leal a su viejo periodismo, que consist¨ªa en trabajar duro y aprender de los mayores.
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