El punto lila de la Sala Apolo contra las agresiones sexuales: ¡°Se nos acercan un mont¨®n de chicas a darnos las gracias¡±
En sus primeros dos meses en activo, el servicio gestionado por dos psic¨®logas del Observatorio Contra la Homofobia ha informado a 1.088 personas y atendido a siete por incidencias
La Sala Apolo de Barcelona estren¨® el 1 de diciembre en la entrada el primer punto lila LGTBI permanente de Catalu?a con asistencia psicol¨®gica en colaboraci¨®n con el Observatorio Contra la Homofobia. Cristina Vidal y Ainhoa Le¨®n Arrieta son las profesionales que coordinan este servicio y, seg¨²n sus registros, han atendido siete incidencias que requer¨ªan acompa?amiento y han informado a 1.088 usuarios. Las psic¨®logas explican que, adem¨¢s de hacer una tarea de sensibilizaci¨®n, se han convertido en la figura referente para acompa?ar a las v¨ªctimas: ¡°Pasan estas cosas, pero aqu¨ª no las permitimos. Es importante que existan sitios como Apolo que de verdad quieran asumir las agresiones sexuales que pasan en su espacio¡±. Entre los casos tratados, se han atendido agresiones machistas con la activaci¨®n del Protocol No Callem, impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona en 2018 para abordar violencias sexuales en espacios de ocio nocturno.
Eugeni Rodr¨ªguez, presidente del observatorio, subraya la importancia de tener un soporte psicol¨®gico y explica que estos temas ¡°no se pueden frivolizar¡± y que, dentro del contexto de elecciones municipales, ¡°estas iniciativas son asignatura obligatoria para el pr¨®ximo Consistorio, que tendr¨ªa que asegurar una formaci¨®n de g¨¦nero permanente en todas las salas de ocio¡±. De hecho, est¨¢n trabajando con el club Razzmatazz para abrir otro punto de este tipo lo antes posible. ¡°Se nos acercan un mont¨®n de chicas a darnos las gracias¡±, dice Le¨®n Arrieta, que trabaja en el punto los jueves, d¨ªa en que suelen acudir muchos universitarios al Apolo. ¡°En el caso de los j¨®venes, tienen las violencias sexuales m¨¢s ubicadas, aunque hay un mont¨®n de violencias sutiles que est¨¢n normalizadas¡±.
El primero en Catalu?a
En los ¨²ltimos a?os, los espacios de ocio est¨¢n incorporando protocolos feministas que tienen la voluntad de crear lugares seguros para todo el mundo. Los puntos lila no solo se ven en discotecas, sino tambi¨¦n en fiestas populares y festivales. El ¨²ltimo caso conocido fue el del portero de la discoteca Sutton que activ¨® la atenci¨®n a la v¨ªctima de la violaci¨®n de la que est¨¢ acusado Dani Alves. Vidal explica que este tipo de iniciativas ¡°les allanan el camino¡± para este proyecto en la Sala Apolo. El Observatorio Contra la Homofobia lleva creando puntos lilas LGTBI desde 2015 ¡ªel primero fue en el festival barcelon¨¦s de m¨²sica electr¨®nica Brunch¡ª. El proyecto est¨¢ en constante revisi¨®n: ¡°Hay muchas cosas que van surgiendo que no hab¨ªamos previsto, pero aprendemos d¨ªa a d¨ªa¡±. De momento, las psic¨®logas se turnan las noches, pero m¨¢s adelante esperan poder atender las dos a la vez.
Principalmente se adhieren al Protocol No Callem, aunque en casos de agresiones LGTBIf¨®bicas y si la persona as¨ª lo permite, derivan su situaci¨®n al observatorio. En los casos de violencia machista, el punto tambi¨¦n recomienda acudir a servicios municipales y servicios externos, como AADAS, una asociaci¨®n de asistencia para mujeres que hayan sido agredidas sexualmente. Por su parte, la Sala Apolo cuenta con el protocolo Apolo Rules, y desde el punto lila explican que est¨¢n trabajando para hacer m¨¢s espec¨ªfica su intervenci¨®n en la sala y coordinarse con todo el personal: ¡°No basta con tener una sola persona referente¡±.
Perspectiva interseccional
¡°No solo atendemos violencias dirigidas a mujeres, tambi¨¦n trabajamos con agresiones LGTBIf¨®bicas, que est¨¢n bastante invisibilizadas.¡± Las psic¨®logas sociales explican que las violencias se entrelazan y es necesario tener una mirada interseccional. ¡°Nosotras somos dos chicas blancas dentro de la norma, este servicio nos permite aprender y escuchar a estas personas para ver qu¨¦ piden en un espacio de ocio¡±, apunta Vidal. Le¨®n Arrieta a?ade que el punto tambi¨¦n sirve a aquellos usuarios de la comunidad LGTBI para compartir violencias dentro del colectivo: ¡°Creo que ha pasado siempre, pero ahora estamos empezando a tener consciencia y la gente lo verbaliza¡±.
La salud mental como piedra angular
¡°El problema es que si sufrir una agresi¨®n es traumatizante, m¨¢s traumatizante es todav¨ªa el proceso legal que conlleva denunciarla¡±, sentencia Le¨®n Arrieta. ¡°Hay gente que no denuncia por no querer pasar por eso¡±. El constante proceso de derivaci¨®n (hospital, polic¨ªa, juzgados¡) no tiene en cuenta la existencia de una persona referente que sirva de acompa?amiento. ¡°Tenemos un cuestionamiento brutal hacia la v¨ªctima: tiene que demostrar todo, tiene que ser la v¨ªctima perfecta¡±. En el punto lila se centran en dar espacio a sus usuarios para que puedan asumir qu¨¦ es lo que han vivido: ¡°No es nuestro juicio saber si es verdad o no, entendemos siempre que s¨ª. Trabajamos sobre la narrativa de la persona que lo est¨¢ pasando mal. Ya tendr¨¢ un juicio social y un juicio legal¡±.
Sobre el auge de la preocupaci¨®n en salud mental, Le¨®n Arrieta afirma: ¡°Estamos en un punto de inflexi¨®n¡±, pero cree que a nivel institucional ¡°no se est¨¢n dando las salidas necesarias¡± para esta generaci¨®n que es consciente de la presi¨®n que ejerce la sociedad ¡°sobre los cuerpos, sobre las vidas y sobre disfrutar al m¨¢ximo cada momento¡±. Ambas coinciden en que el hecho de que los j¨®venes sean conscientes de su bienestar psicol¨®gico tambi¨¦n les facilita el trabajo en Apolo: ¡°Te cuentan las cosas desde otro sitio, saben leer mejor c¨®mo se sienten¡±. Vidal afirma que ¡°la gente est¨¢ empezando a sentirse capaz de decir en voz alta que est¨¢ mal¡± y, aunque validar este malestar es un proceso dif¨ªcil y doloroso, la psic¨®loga social a?ade que el debate sobre la generaci¨®n de cristal se centra donde no deber¨ªa: ¡°Lo ¨²nico que vemos es esta parte m¨¢s cr¨ªtica, pero reconocer los problemas beneficia a todo el mundo¡±.
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