Prebenda de obispo
No hay otra manera de entender c¨®mo se permiti¨® desde 1998 y hasta 2015 la inmatriculaci¨®n 35.000 de bienes ¨Cque algunos c¨¢lculos elevan a m¨¢s de 100.000¨C por parte de la Iglesia cat¨®lica
Cuentan que cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Pem¨¢n presid¨ªa la Comisi¨®n de Cultura y Ense?anza de los militares sublevados ¨Cconocida por su esmero y dedicaci¨®n en la depuraci¨®n de maestros republicanos en los proleg¨®menos del que ser¨ªa el primer Gobierno como tal del dictador¨C algunas voces le suger¨ªan a Franco que no hac¨ªa falta crear un futuro Ministerio de Educaci¨®n pudiendo contar para esta tarea con la Santa Madre Iglesia. La recomendaci¨®n ten¨ªa sentido. Eran tiempos en que era dif¨ªcil distinguir entre el discurso de un obispo y el de un general golpista. Muchos testimonios recuerdan que para un cura era habitual ¨Crecuerda el escritor cat¨®lico Georges Bernanos en Los grandes cementerios bajo la luna¨C ¡°dar la absoluci¨®n entre descargas, con los zapatos entre la sangre¡±.
Con la democracia, la niebla fruto de la p¨®lvora y el incienso ha escampado. Sin embargo, hay tics del viejo nacionalcatolicismo que perviven m¨¢s en el poder pol¨ªtico que en una sociedad cada d¨ªa m¨¢s distanciada de la pr¨¢ctica religiosa. No hay otra manera de entender c¨®mo el Gobierno central permiti¨® desde 1998 y hasta 2015 ¨Cdesde Aznar a Rajoy, pasando por Zapatero¨C la inmatriculaci¨®n de 35.000 bienes ¨Cque algunos c¨¢lculos elevan a m¨¢s de 100.000¨C por parte de la Iglesia cat¨®lica sin otro requisito que la firma del obispo dando fe, como si de un notario se tratara y, por tanto, sin mediar t¨ªtulo de propiedad alguno.
Catalu?a no se ha mantenido ajena a estas pr¨¢cticas amparadas por una ley franquista y resucitadas por un Gobierno del PP. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar abri¨® la veda para que el episcopado de un pa¨ªs constitucionalmente aconfesional actuara como administraci¨®n p¨²blica. En el territorio catal¨¢n se produjeron oficialmente 3.722 inmatriculaciones por parte de la Iglesia. En 2020 el Ejecutivo de la Generalitat decidi¨® hacer p¨²blico ese listado que los Gobiernos centrales hac¨ªan lo imposible por mantener en secreto. Sin embargo, la iniciativa catalana nac¨ªa coja, pues no iba acompa?ada de la publicitaci¨®n de las notas simples de los registradores de la propiedad. Es decir, no se especificaban todos los bienes que la Iglesia se hab¨ªa autoatribuido, pues la inmatriculaci¨®n de un templo suele ir acompa?ada de cementerio, casa rectoral y terrenos adyacentes, lo que en realidad ser¨ªan cuatro inmatriculaciones. La mayor¨ªa de casos afecta a propiedades comunes o colectivas de los pueblos, pagadas a trav¨¦s de aportaciones de la poblaci¨®n durante siglos. Para evitar tensiones, la Generalitat cre¨® una oficina de mediaci¨®n, cuya gesti¨®n fue considerada hace unos d¨ªas un fracaso, seg¨²n confes¨® en el Parlament la consejera de Justicia, Gemma Ubasart. ¡°Dos no pueden mediar si uno no quiere y en este caso, dig¨¢moslo claro, la Iglesia no ha querido cooperar con la oficina¡±, dijo Ubasart, tal como escrib¨ªa en estas p¨¢ginas Camilo S. Baquero.
Uno de los incansables luchadores contra la arbitrariedad de las inmatriculaciones en Catalu?a es Joan Casajuana, de la Uni¨® de Pagesos, que ya ha conseguido, a pesar de la opacidad episcopal, anular bienes que la Iglesia se hab¨ªa autoatribuido. Ahora las grandes organizaciones municipalistas de Catalu?a se han puesto de acuerdo ¨Ccon el apoyo de cuatro grupos parlamentarios¨C para presentar una propuesta de resoluci¨®n en el Parlament solicitando a la Generalitat que el Colegio de Registradores de Catalu?a aporte las notas simples de todas las inmatriculaciones y que el Gobierno central cancele los asientos realizados por la Iglesia cat¨®lica. Algunas comunidades como Asturias, Baleares e incluso el Gibraltar vaticanista ¨Ccomo titulaba Indalecio Prieto al Pa¨ªs Vasco y Navarra¨C se han puesto manos a la obra en el primer paso para facilitar las notas simples.
Es el momento de que la que Torras i Bages denominaba ¡°la naci¨®n m¨¢s entera y s¨®lidamente cristiana¡± haga su aggiornamento y aparque privilegios y prebendas episcopales, propias de las ¨¦pocas de p¨®lvora e incienso.
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