Vacarisses, el pueblo de las 2.000 piscinas, pelea por evitar las restricciones en el peor a?o de la sequ¨ªa

Vacarisses es un peque?o municipio barcelon¨¦s a diez kil¨®metros de Terrassa situado en una zona monta?osa con vistas a Montserrat y fragmentado en hasta 16 urbanizaciones. Un lugar con 7.500 vecinos empadronados, centenares de segundas residencias y m¨¢s de 2.000 piscinas privadas. En primavera de 2022, Vacarisses se convirti¨® en uno de los primeros municipios de Catalu?a en ordenar restricciones de agua. El acu¨ªfero que nutr¨ªa al municipio se sec¨® ¡ªmientras las piscinas privadas segu¨ªan llen¨¢ndose¡ª y el Consistorio impuso cortes de agua de m¨¢s de 16 horas al d¨ªa. Con el agua intermitente en los grifos, al Ayuntamiento no le qued¨® otra que colocar unos dep¨®sitos en mitad de las aceras para que los vecinos se nutrieran de agua procedente de cubas. Pasado el verano, se recuper¨® el acu¨ªfero y cesaron los cortes. Un a?o despu¨¦s de las primeras restricciones, EL PA?S ha regresado al municipio.

La falta de precipitaciones relevantes durante 30 meses ha dejado a los embalses catalanes al 27% de su capacidad y ha obligado a la Generalitat a decretar restricciones de agua en 224 municipios, en los que viven m¨¢s de seis millones de personas. De momento, el agua fluye sin limitaciones en Vacarisses. La mayor¨ªa de piscinas est¨¢n llenas y el Ayuntamiento ha puesto en funcionamiento tres pozos m¨¢s para aumentar el caudal. A¨²n as¨ª, la amenaza del corte de agua sigue planeando sobre las cabezas de los vecinos.

Carmen Urbano tiene 78 a?os. Siempre hab¨ªa vivido en Terrassa pero cuando se jubil¨® de la ferreter¨ªa que regentaba junto con su marido se trasladaron a una casa enorme en la urbanizaci¨®n Torreblanca 1 de Vacarisses. La joya de la casa es la piscina. ¡°Mira, tiene forma romana y escalones. Hace 1,90 metros de hondo y cerca de 10 metros de largo¡±, se enorgullece Urbano. Asegura que no ha vaciado nunca la piscina y que va limpiando el agua y no quiere o¨ªr hablar de cortes de suministro. ¡°El a?o pasado fue horrible. Al final, cada vez que ten¨ªa que limpiar la ropa me iba al piso de Terrassa y pon¨ªa lavadoras. Es que si no, era un verdadero aburrimiento tener que esperar a que abrieran el agua¡±, recuerda. ¡°Es una tonter¨ªa cortar el agua. Si est¨¢bamos todos esperando a que abrieran para ducharnos, lavar y gastar de golpe¡±, sentencia.

Los responsables del ayuntamiento aseguran que con los cortes tambi¨¦n evitaban que se malgastara agua por algunas de las fugas de la instalaci¨®n. Para el alcalde, Antoni Masana (ERC), la gesti¨®n del agua es uno de los principales problemas del Consistorio. De hecho, desde el a?o pasado todos los portavoces de los grupos municipales se re¨²nen una vez a la semana para intentar gestionar, casi gota a gota, el agua de la que se dispone.

La guerra contra la sequ¨ªa en Vacarisses comenz¨® hace a?os. En 2007 y 2016 ya hubo cortes. En 2008, el Consistorio pidi¨® a la Agencia Catalana del Agua (ACA) la conexi¨®n por tuber¨ªa con la Mina P¨²blica de Aguas de Terrassa. Una conexi¨®n de unos 10 kil¨®metros que evitar¨ªa problemas de desabastecimiento pero que no acaba de llegar. Mientras segu¨ªan los tr¨¢mites, el acu¨ªfero fue mermando. Buscaron algunos parches y en 2018 localizaron agua en la urbanizaci¨®n Torreblanca II y construyeron una poza. El a?o pasado, en plenas restricciones, todav¨ªa no funcionaba la poza de Torreblanca II porque la empresa el¨¦ctrica no hab¨ªa instalado la conexi¨®n para permitir el bombeo. A medio verano, la pusieron en funcionamiento y consiguieron reducir la merma. Ahora han conseguido abrir dos pozos m¨¢s en la zona de la Pala y de Torroella.

¡°El equipo de gobierno anterior al nuestro, adem¨¢s, firm¨® un convenio con Mina de Terrassa para que en una urbanizaci¨®n se suministraran 1.000 metros c¨²bicos diarios. Hemos comprobado que en realidad son 200 y los hemos podido ampliar a 500. Gracias a los pozos y a la revisi¨®n del convenio podemos garantizar el suministro actual sin tener que realizar cortes¡±, asegura Masana. Actualmente Vacarisses consume 1.300 metros c¨²bicos diarios y el suministro m¨¢ximo que puede abastecer es de 1.800 metros c¨²bicos. ¡°Si los vecinos son solidarios y no hacen un consumo excesivo, no deber¨ªa pasarnos nada. Si no es as¨ª, nadie nos salvar¨¢ de las restricciones¡±, lamenta el primer edil.

?C¨®mo responder¨¢ la poblaci¨®n de Vacarisses? Ese es el gran dilema. En el pueblo viven 7.500 personas y la poblaci¨®n hace solo cuatro a?os era de un millar de vecinos pero abastecidos por los mismos pozos. El Ayuntamiento no sabe qui¨¦n malgasta el agua y por eso ha hecho una compra masiva de contadores inteligentes para detectar fugas y elevados consumos y siguen los tr¨¢mites con el ACA para, d¨¦cadas m¨¢s tarde de los previsto, intentar conectar el pueblo con la red de aguas.

En L¡¯Estoneta, uno de los bares del pueblo, el pasado jueves s¨®lo se hablaba de los posibles cortes de agua de las pr¨®ximas semanas. ¡°No dicen nada porque este a?o hay elecciones. Ya veremos lo que pasa el d¨ªa despu¨¦s de las votaciones¡±, desconf¨ªa Estrella Pagador. ¡°Hace a?os ten¨ªamos un agua buen¨ªsima. Los de las segundas residencias ven¨ªan de Terrassa con garrafas para llev¨¢rselas. Ahora, como nos han echado otras aguas en los pozos, no es tan buena¡±, lamenta otra de las clientas del bar. Tras la barra, Claudia y David presumen de no haber tenido que cerrar ni un minuto el negocio gracias a unos dep¨®sitos que llenaban cuando se abr¨ªa el suministro. ¡°Pusieron dep¨®sitos en las calles y las madres, como reivindicaci¨®n, ven¨ªan con los ni?os y los duchaban en la acera con el agua de los dep¨®sitos. Es una verg¨¹enza que en pleno siglo XXI este pueblo tenga estos problemas de agua¡±, lamenta Claudia.

Junto al Ayuntamiento se encuentra la piscina municipal descubierta. El agua no est¨¢ en las mejores condiciones a la espera de que la limpien justo antes de Sant Joan. ¡°No es la mejor piscina pero es la que tiene mejores vistas a la monta?a de Montserrat. Por suerte, como cuidamos el agua y no la vaciamos nunca, no hemos tenido que cerrarla¡±, asegura uno de los t¨¦cnicos municipales.

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