Activado el cierre nocturno de los b¨²nkeres del Carmel, s¨ªmbolo de la masificaci¨®n tur¨ªstica de Barcelona
El Ayuntamiento ha decidido vallar y clausurar el recinto de 19.30 a 9.00 por la presi¨®n tur¨ªstica y las fiestas nocturnas. Algunos vecinos tachan la medida de insuficiente
A partir de este martes no podr¨¢n verse m¨¢s atardeceres desde las ic¨®nicas bater¨ªas antia¨¦reas del Tur¨® de la Rovira de Barcelona. Tras el fin de las obras de vallado que inici¨® el Ayuntamiento a finales del a?o pasado, se podr¨¢ acceder al c¨¦lebre mirador de esta colina del barrio del Carmel de 9.00 a 19.30 horas en verano, como en otros parques p¨²blicos de la ciudad. En invierno cerrar¨¢ dos horas antes.
La infraestructura, con un coste de 1,6 millones de euros, est¨¢ compuesta por vallas de acero de dos metros de altura y cuenta con seis accesos, aunque a lo largo de mayo se habilitar¨¢ otro m¨¢s en la ladera norte. El Consistorio la ha construido ante la gran afluencia de visitantes para evitar las fiestas nocturnas y la degradaci¨®n de restos arqueol¨®gicos que han denunciado los vecinos de calles como Gran Vista o Maria Labernia en los ¨²ltimos a?os.
La Guardia Urbana seguir¨¢ vigilando el entorno del mirador y los accesos con veh¨ªculo en varias calles hasta octubre seg¨²n fuentes del distrito Horta-Guinard¨®, que ha implantado el dispositivo habitual para controlar la afluencia tur¨ªstica en la temporada de verano.
Estas actuaciones policiales se han adelantado impulsadas por las movilizaciones donde han participado centenares de vecinos de la zona desde marzo convocados por el Consell Ve?nal del Tur¨® de la Rovira. Francisco Bernal, uno de los portavoces, critica que el vallado no evitar¨¢ las aglomeraciones tur¨ªsticas: ¡°El problema se mover¨¢ alrededor de la bater¨ªa¡±. Adem¨¢s, denuncia que ¡°no ha habido ning¨²n debate vecinal en esta decisi¨®n¡±. Su entidad ha pedido en las ¨²ltimas semanas reunirse, sin respuesta, tanto con la regidora del distrito, Rosa Alarc¨®n, como con la teniente de alcalde de urbanismo, Janet Sanz. Reclaman restringir el tr¨¢fico en m¨¢s calles colindantes a las bater¨ªas para evitar largas filas de taxis que colapsan la v¨ªa p¨²blica, as¨ª como descongestionar las l¨ªneas municipales de autobuses que suben cargados de visitantes ¡°superando el aforo permitido¡±, seg¨²n Bernal.
Para Daniel Pardo, miembro de la Asamblea de barrios por el decrecimiento tur¨ªstico, es ¡°una soluci¨®n falsa¡±: ¡°No resuelve el problema de fondo¡±. Pardo indica que la masificaci¨®n responde ¡°al monocultivo tur¨ªstico¡± en la ciudad cuya soluci¨®n real, que no ve en otros municipios, pasa por ¡°la l¨®gica del decrecimiento¡±. Fuera de Espa?a, se?ala que se han aplicado pol¨ªticas con este enfoque en ciudades como ?msterdam, donde se ha reducido el n¨²mero de vuelos diarios en un aeropuerto, adem¨¢s de eliminar los vuelos en jets privados. ¡°Para reducir la presi¨®n tur¨ªstica hay que ser m¨¢s restrictivos con las licencias de alojamientos tur¨ªsticos, no solo en Barcelona ciudad sino en el ¨¢mbito metropolitano¡±, concluye el activista.
En 2011 el Ayuntamiento acondicion¨® el Tur¨® de la Rovira inaugurando una nueva zona que forma parte de la red de espacios museizados del Museu d¡¯Hist¨°ria de Barcelona (Muhba). La regidora del distrito aspira a ¡°recuperar la memoria hist¨®rica¡± del Tur¨® para que se convierta en un enclave de turismo cultural ¡°y no de fiesta¡±. El antrop¨®logo urbano Jos¨¦ Mansilla ve inviable este enfoque porque ¡°Barcelona est¨¢ vinculada a nivel productivo y simb¨®lico con el turismo de bajo coste¡±. Adem¨¢s, apunta a que un escenario distinto donde hubiera otro tipo de visitante, como en M¨®naco o Niza, tampoco resuelve la sostenibilidad: ¡°Hay estudios que demuestran que el turista de calidad es m¨¢s depredador con el medioambiente¡±. El autor de Del Modelo a la Marca Barcelona: Los a?os de la discordia (Apostroph) advierte de que el vallado puede desencadenar el efecto que se produjo tras el vallado del Park G¨¹ell hace una d¨¦cada. ¡°Al final, los vecinos no acaban considerando el espacio como suyo¡±. Subraya que, aunque se acabe cobrando o no una entrada por acceder, ¡°genera una desafecci¨®n en los vecinos que se lo van a pensar dos veces antes de ir¡±.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.