El meteorito Juana Dolores impacta en TV3
Lo que da fuerza al discurso de la escritora, al margen del grado de raz¨®n que pueda o no tener, es haberlo hecho en la televisi¨®n p¨²blica
Juana Dolores puede cantar en una performance en el Antic Teatre Soy minero y ponerle una rabia tan grande a la interpretaci¨®n que la canci¨®n toma un sentido que nada tiene que ver con las versiones azucaradas, de folclore acolchado, de un minero que no maldice su suerte. Dolores prefiere escoger al minero a quien ¡°nada le asusta¡± y proclamarlo bien alto. Esta Juana Dolores enrabietada, m¨¢s que nunca, hizo una intervenci¨®n inesperada en el Mes324 de Xavier Graset. Si todo lo que dijo en TV3 lo hubiera dicho en la ¨²ltima actuaci¨®n que hizo, pongamos por caso, en Temporada Alta -salvo desear la muerte de un pol¨ªtico, manifestaci¨®n inaceptable se diga donde se diga-... no estar¨ªamos hablando de ello. Pero lo hizo en TV3 donde, precisamente, uno de los sujetos de su radical amonestaci¨®n, una catilinaria sin indulgencias, fueron la emisora y sus profesionales. Lo que le da fuerza al discurso de Dolores, al margen del grado de raz¨®n que pueda o no tener, es haberlo hecho donde lo hizo.
La poetisa defendi¨® que deb¨ªa desmontarse la catalanidad organizada por las clases dominantes del pa¨ªs. Un espectro que alberga, seg¨²n ella, Junts, la socialdemocracia¡ Unas clases, por cierto, a las que Dolores les hizo gracia cuando public¨® Bijuteria porque ve¨ªan una charnega integrada, independentista. Y ahora ya no les cae bien. En las redes, naturalmente, hay quien se alegra de haber podido escuchar en TV3 todo lo que dijo Dolores y quien la desprecia sin paliativos.
Grasset, acostumbrado a la paz y a la adulaci¨®n en este rinc¨®n literario de su programa, ten¨ªa un cuestionario para hablar amablemente del ¨²ltimo libro de Dolores (R¨¨quiem catal¨¤, i si una naci¨® desfilant per una catifa vermella). El propio periodista lo ha reconocido en el programa Planta Baixa: no se esperaba esa tormenta. De hecho, intent¨® seguir su cuestionario y realizar leves correcciones a las palabras m¨¢s irreverentes o duras, pero la invitada lo borr¨® del mapa. Tuvo, eso s¨ª, la elegancia de dejar que dijera sin cortarla, lo que habr¨ªa sido un esc¨¢ndalo may¨²sculo, mayor que el que ahora se fabrica en las redes con el contenido de la entrevista.
A Dolores le hab¨ªan cambiado el d¨ªa de la entrevista -lo que, no s¨¦ por qu¨¦, le parec¨ªa sospechoso- y ahora se celebraba el lunes poselectoral. Y lleg¨® decidida a hablar como militante, de una militancia que no se escucha en TV3, y no como escritora -le era indiferente que un meteorito hundiera una librer¨ªa con sus libros. Precisamente, por su conducta civil, dijo, sufre ostracismo. Denunci¨® que los periodistas, y particularmente TV3, ¡°esconda la correlaci¨®n que hay entre voto y renta¡± y critic¨® que ¡°no hable en campa?a de temas tan cruciales como la salud¡±. E hizo responsables a los periodistas de TV3 y a los directores, que deber¨ªan dimitir, de que TV3 no haga el trabajo que debe realizar. Se podr¨¢ decir que Dolores hizo unos enunciados -?marxistas?- directos, sencillos, con ¨¢nimo pirot¨¦cnico. Pero despu¨¦s de escuchar tanto tiempo sin queja tantos discursos simples, formularios, de camuflaje de la realidad... ?ahora se sacar¨¢n todos los reproches que no se han hecho a otros para castigar a la entrevistada? Quien conozca a la escritora convendr¨¢ que la maldad m¨¢s grande que se puede decir sobre su intervenci¨®n es que lo hizo para promocionar de manera llamativa su libro.
Dolores, en su ¨²ltimo libro, escribe que ¡°nosaltres/ poetes, l¨ªders, amants,/ som entre les runes d¡¯una festa a palau/ amb l¡¯orgull ferit/ de/ tots els homes d¡¯aquest m¨®n/ orfes d¡¯amfitrions dignes de la seva p¨¤tria/ covards/ defensors/ sense/ llenguatge/ perqu¨¨/ hem renunciat al sentit/de/ la/ identitat/nosaltres, poetes, l¨ªders, amants, hem malversat/ espasa/ i / escut/¡±) ( ¡°nosotros/ poetas, l¨ªderes, amantes,/ estamos entre los escombros de una fiesta en palacio/ con el orgullo herido/ de/ todos los hombres de este mundo/ hu¨¦rfanos de anfitriones dignos de su patria/ cobardes/ defensores/ sin/ lenguaje/ porque/ hemos renunciado al sentido/de/ la/ identidad/nosotros, poetas, l¨ªderes, amantes, hemos malversado/ espada/ y / escudo/¡±. Dolores dibuja a unos poetas y l¨ªderes que s¨®lo utilizan serpentinas y confetis.
Y si est¨¢ enfadada sepan que es, como escribe en el libro, porque esta naci¨®n que la fascina nunca es lo suficientemente bonita ni justa. ?Tan terrible es lo que ocurri¨® el lunes en TV3? Ser¨ªa saludable que ocurriera en m¨¢s ocasiones.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.