La galer¨ªa barcelonesa FotoNostrum presenta los populares calendarios Pirelli como mucho m¨¢s que im¨¢genes de mujeres desnudas
La sala repasa 60 a?os de un ¡°icono cultural¡± en el que han participado fot¨®grafos como Richard Avedon, Annie Leibovitz, Steve McCurry, Sarah Moon, o Helmut Newton
Es un arcano el por qu¨¦ se ha venido asociando desde el siglo XIX los calendarios al desnudo y especialmente al desnudo femenino. Quiz¨¢ tenga que ver con la relaci¨®n del cuerpo con el paso del tiempo, como mostraba Hans Baldung en Las tres edades y la muerte, y con un inconsciente deseo de eternizar la belleza en el correr de los d¨ªas. O puede que sea s¨®lo lascivia. En ese especial g¨¦nero de las artes gr¨¢ficas que son los calendarios de chicas se incluyen los caracter¨ªsticos calendarios de pared que durante a?os animaron el trabajo en los talleres de coches, acumulando p¨¢tina de ...
Es un arcano el por qu¨¦ se ha venido asociando desde el siglo XIX los calendarios al desnudo y especialmente al desnudo femenino. Quiz¨¢ tenga que ver con la relaci¨®n del cuerpo con el paso del tiempo, como mostraba Hans Baldung en Las tres edades y la muerte, y con un inconsciente deseo de eternizar la belleza en el correr de los d¨ªas. O puede que sea s¨®lo lascivia. En ese especial g¨¦nero de las artes gr¨¢ficas que son los calendarios de chicas se incluyen los caracter¨ªsticos calendarios de pared que durante a?os animaron el trabajo en los talleres de coches, acumulando p¨¢tina de grasa sobre la piel cuch¨¦, o los peque?os calendarios de bolsillo semipornogr¨¢ficos que corr¨ªan de mano en mano (hasta que te los pillaban los curas, con catastr¨®ficas consecuencias) en los patios de colegio de los a?os sesenta del siglo XX.
La tendencia ha tenido una extensi¨®n moderna en los calendarios, realizados generalmente para conseguir fondos, de los colectivos m¨¢s variados, y as¨ª hemos podido ver bomberos desnudos, deportistas desnudos, los vecinos de Pe?a Zafra desnudos y, d¨¢ndole la vuelta a lo de los calendarios clandestinos del patio, hasta sacerdotes ortodoxos desnudos. Incluso hubo una empresa de ata¨²des polaca, Lindner, que publicitaba sus productos con un calendario en el que aparec¨ªan modelos desnudas a horcajadas sobre los f¨¦retros...
En todo caso, si hay un calendario que ha representado popularmente la imagen del erotismo del almanaque de pared en su versi¨®n m¨¢s sofisticada y menos zafia, es el calendario Pirelli. Conocido como The Cal, lo edita anualmente desde 1963 (ese primero no se comercializ¨® y no hubo calendario los a?os 1967, de 1975 a 1983 y en 2021) la empresa de neum¨¢ticos italiana a trav¨¦s de su filial del Reino Unido. Lo que empez¨® como un producto de regalo corporativo para clientes fue ganando empaque y glamour (y diversidad, inclusividad y mirada femenina, y hasta cierto punto ¡°desexualiz¨¢ndose¡±) hasta adquirir notable categor¨ªa art¨ªstica y devenir lo que algunos consideran un ¡°icono cultural¡±. De esa manera favorable lo muestra la exposici¨®n L¡¯eterna belleza (de la colecci¨®n del Calendario Pirelli), que se expone hasta el 30 de julio en la galer¨ªa fotogr¨¢fica FotoNostrum de Barcelona, un espacio que ha dedicado muestras a Helmut Newton, Robert Doisneau, Steve McCurry o Gideon Lewin (Avedon behind the scenes).
Comisariada por Amedeo M. Turuello, la muestra retrospectiva consta de 450 fotograf¨ªas de 41 fot¨®grafos (entre ellos 5 mujeres) que documentan pormenorizadamente las 49 ediciones del calendario entre 1963 y 2023. Visitar la exposici¨®n, en la que pueden consultarse varios de los calendarios originales completos (alguno muy manoseado), es sumergirse en un verdadero oc¨¦ano de im¨¢genes (y cuerpos), que van desde las de rotunda evidencia er¨®tica sin demasiada sutileza de los primeros calendarios a las sin duda extraordinariamente creativas de ediciones recientes ¡ªen la que se ha buscado expurgar el calendario de los motivos m¨¢s discutibles¡ª, pasando por algunas entregas a cargo de fot¨®grafos de gran renombre que constituyen obras de suma categor¨ªa fotogr¨¢fica.
Entre los artistas, Richard Avedon (1995 y 1997), Peter Lindbergh (1996, 2002 y 2017), Annie Leibovitz (2000 y 2016), Mario Testino (2001), Peter Beard (2009), Karl Lagerfeld (2011) ¡ªbasado en la mitolog¨ªa cl¨¢sica¡ª, Mario Sorrenti (2012), Steve McCurry (2013) o Helmut Newton (2014). Y entre la larga lista de fotografiadas Naomi Campbell (en su primera aparici¨®n, en el calendario de 1987 de mujeres negras con aire tribal de Terence Donovan, con 16 a?os, tuvieron que llamar a su madre para preguntar si la autorizaba a salir en toples), Cindy Crawford, Eva Herzigova, Nastassja Kinski, Monica Bellucci, In¨¦s Sastre, Milla Jovovich, Patricia Arquette, Daryl Hannah, Serena Williams, Patti Smith, Laetitia Casta, Jennifer L¨®pez, Pen¨¦lope Cruz, Sophia Loren, Naomi Watts, Kate Moss (muy recurrente), Yoko Ono, Nicole Kidman, Cher, Uma Thurman, Helen Mirren, y ?Rosal¨ªa! (un precioso retrato de cara para Paolo Roversi en el calendario de 2020). Tambi¨¦n algunos hombres (en general m¨¢s vestidos): Sergei Polunin, Bono, Jon Malkovich, Iggy Pop, Bryan Adams (autor ¨¦l mismo del calendario de 2022)¡
El director de FotoNostrum, Julio Hirsch-Hardy, ha tenido que construir un discurso para justificar algo que puede verse en la actualidad tan fuera de la correcci¨®n pol¨ªtica como el calendario Pirelli. Es una obviedad que muchos de los calendarios, y la filosof¨ªa detr¨¢s de la propia iniciativa en su origen, no tienen hoy pase. Numerosas fotograf¨ªas cosifican sin ambages a la mujer, apelan a los sue?os h¨²medos y son una mera exhibici¨®n de cuerpos erotizados, lencer¨ªa y poses provocadoras destinadas a estimular la libido, a veces de manera muy expl¨ªcita por no decir vulgar (espumas, l¨¢tex, estrellas de mar en el pubis). Pero tambi¨¦n hay belleza a espuertas y fotograf¨ªas que intentan glorificar la identidad femenina.
Hay que reconocerle a Hirsch-Hardy el valor de meterse en un debate espinoso a cuenta del almanaque. ?l recalca que el calendario Pirelli ¡°se ha convertido en s¨ªmbolo de excelencia, estilo y sofisticaci¨®n¡± y ¡°ha presentado a algunas de las personalidades m¨¢s ic¨®nicas, fotografiadas por los artistas m¨¢s creativos de nuestra ¨¦poca¡±. Subraya que ¡°Pirelli ha sido fundamental en la promoci¨®n de la excelencia en fotograf¨ªa¡±, lo que es incontestable. Y afirma que la retrospectiva en FotoNostrum, ¡°es una celebraci¨®n del arte de la fotograf¨ªa y del papel de la mujer en la sociedad y su empoderamiento¡±, lo que es discutible a la luz por ejemplo de la foto de Cindy Crawford desnuda tras una cortina de anillas met¨¢licas en el calendario de 1994 de Herb Ritts. O la de Eva Herzigova para el de Bruce Weber de 1998, cocinando pasta de manera poco habitual, al menos en mi casa.
De lo primero que ves en la exposici¨®n es el trasero de Naomi Campbell retratada por Avedon. Pronto encuentras tambi¨¦n fotos emblem¨¢ticas como la de la modelo abierta de piernas con bikini de flores retratada por Francis Giacobertti en las Bahamas para el calendario de 1970 o la del terso vientre dorado con un girasol fotografiado por Harry Peccinotti en una sesi¨®n en la isla de Djerba para el de 1968 (en la del 69, y valga el a?o, repiti¨® con unas fotos en Big Sur de primeros planos de la boca de una modelo aplicada diligentemente a comerse un helado de palo). En el calendario del 72 ya encontramos a una fot¨®grafa, Sarah Moon, y un intento de dar una calidad art¨ªstica al almanaque mediante el caracter¨ªstico uso de flou y empastamiento y un erotismo muy light. Pero es una tendencia con avances y retrocesos y algunos calendarios posteriores muestran aproximaciones al cuerpo femenino que hoy pueden resultar sonrojantes, como el de Uwe Ommer de 1984, con las modelos desnudas en la playa en las Bahamas y algunas incluso con la huella del paso de neum¨¢ticos imprimida en las nalgas, que ya es met¨¢fora mec¨¢nica fina, tipo ¡°busco a Jacq¡¯s¡±. El de Norman Parkinson para 1985 tambi¨¦n utiliza referencias directas al producto estrella de Pirelli en forma de pa?uelos y chales que se combinan con tangas, y el de 1990 de Arthur Elgort envuelve con pa?os estampados con motivos de neum¨¢ticos tambi¨¦n las caderas de sus atletas desnudas estilo Leni Riefenstahl.
En el de Barry Lategan de 1988 (a cuya presentaci¨®n en Londres acudi¨® quien firma estas l¨ªneas en contraste radical con sus informaciones de momias) aparece entre modelos desnudas o semidesnudas un personaje enfundado en un mono de licra tipo Spiderman pero en dibujo de neum¨¢tico. Varias de las im¨¢genes de Hans Feurer para el de 1974, tomadas en las Seychelles, con modelos de senos turgentes de ar¨¦olas aterciopeladas y miradas l¨¢nguidas e incitantes, se convirtieron directamente en posters de una generaci¨®n de adolescentes en ignici¨®n, angustiosamente demediados entre el deseo y la pureza, el ideal y la realidad. El controvertido Peter Beard pone a sus modelos desnudas y embarradas literalmente a los pies de los elefantes del Okavango en 2009 en una nada sutil revisitaci¨®n posmoderna del tema de la bella y la bestia. Y Steven Meisel puso a las suyas como desvergonzadas pin ups que no dibujar¨ªan en su fuselaje ni la tripulaci¨®n del Menphis Belle.
En el otro espectro, se pueden ver las im¨¢genes de Emma Summerton para el calendario del 2022, con sus mujeres empoderadas (Lauren Wasser como una Dama del Lago con espada de Conan ilustra el mes de mayo); las de Annie Leibovitz de 2016 con retratos impresionantes de Yoko Ono, Serena Williams o Patti Smith (las de 2000 son una reflexi¨®n sobre el cuerpo de la mujer); las de Lindbergh de 2017 de sobrios retratos de actrices, o el giro solidario que signific¨® el de 2013 de McCurry en R¨ªo de Janeiro que quiso describir la vida cotidiana en la ciudad y tiene unos toques de erotismo muy contenidos (pr¨¢cticamente lo ¨²nico en com¨²n con otros calendarios es el apellido de la actriz Sonia Braga).
Clive Arrowsmith fotografi¨® a sus modelos como guerreras hist¨®ricas: una amazona negra, una h¨²sar, una combatiente china con espadas, una bandolera con trabuco, una reina britana con lanza tipo Boadicea, y la condesa Black Agnes, la defensora medieval del castillo de Dunbar. Tim Walker se sali¨® de escala como si se hubiera tomado una de las galletas de Alicia (o algo m¨¢s fuerte) en su alucin¨®geno calendario de 2018 inspirado en el cl¨¢sico de Lewis Carroll, y con Whoopi Goldberg. Uno, sinceramente, no sabe como posicionarse ante fotos bell¨ªsimas como las de Mario Sorrenti para el calendario de 2012 o las de Peter Lindbergh del 96, tambi¨¦n en blanco y negro, que captan extraordinariamente la belleza del cuerpo femenino desnudo (pertinentemente retratado en Mirage, California), o las de Avedon del 95, que es Avedon. Probablemente es en esas series donde el debate resulta m¨¢s complejo.
Unos audiovisuales tratan de proporcionar elementos para la discusi¨®n. En uno podemos ver y escuchar a varios de los fot¨®grafos y fot¨®grafas hablar de sexo, elegancia, estilo y belleza y argumentar sobre su trabajo. Juzgan que el del calendario es uno de los encargos m¨¢s prestigiosos (y rentables) que pueden recibir, afirman que la libertad es total y que es como ¡°unirse a un club¡±. Lagerfeld considera que las chicas del calendario Pirelli ¡°son las diosas de hoy en d¨ªa¡±, y otro fot¨®grafo destaca que lo m¨¢s interesante es ver ¡°el drama interior¡± que expresan. Ellas, las modelos, hablan a menudo de su vulnerabilidad. En todo caso, una exposici¨®n que merece la pena verse, que invita a reflexionar y en la que pueden contemplarse algunas fotograf¨ªas extraordinarias.
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