¡°Que us bombin¡±: El patricio perdi¨® los papeles
En realidad, lo pactado entre Trias y Maragall era un c¨²mulo de vaguedades que como siempre que hay pactos pol¨ªticos de alcance quedan para concretar en la vida del m¨¢s all¨¢
La derrota no conoce de condiciones sociales. Xavier Trias, un hombre de orden, un patricio que ve dif¨ªcil llegar a fin de mes con un salario inferior a 3.000 euros, perdi¨® los papeles el pasado s¨¢bado cuando Jaume Collboni le arrebat¨® la Alcald¨ªa de Barcelona, esa perla de la corona que ten¨ªa a tocar gracias a sus m¨¦ritos electorales. Trias ten¨ªa cerrado un pack de supervivencia y mutuos auxilios procesistas con el gran perdedor, Ernest Maragall (ERC). No dejaron detalles al azar. Todo deb¨ªa ser amor y lujo en ese matrimonio pensado para hacer de la necesidad virtud y as¨ª perpetuar la endogamia independentista. Las carteras estaban repartidas. Incluso algunos comisarios pol¨ªticos de Junts recorr¨ªan desde d¨ªas antes de la investidura las dependencias municipales preparando listas de colauistas a purgar. Las invitaciones a la consagraci¨®n del triunfo del seny hab¨ªan sido cuidadosamente distribuidas para que nadie faltara a la fiesta. Desde algunos de la vetusta Converg¨¨ncia del 3% ¡ªcomo Artur Mas¡ª hasta los autoconsiderados reprimidos por el Estado espa?ol, como Laura Borr¨¤s. Se respiraba fraternidad intergeneracional entre la vieja y la nueva Converg¨¨ncia gracias a los oficios negociadores de Xavier Trias. Y, de pronto, como si de un amante despechado se tratara, en un intento desesperado de evitar la celebraci¨®n del sacramento matrimonial, el PP y los comunes dieron la campanada. Como dir¨ªa alg¨²n notable comentarista deportivo que tambi¨¦n cultiva la profundidad pol¨ªtica: ¡°?Sorpresa en las Gaunas!¡±
En realidad, lo pactado entre Trias y Maragall era un c¨²mulo de vaguedades que como siempre que hay pactos pol¨ªticos de alcance quedan para concretar en la vida del m¨¢s all¨¢. Para Junts y ERC lo que estaba claro es que cuatro tenencias de alcald¨ªa iban a ser para los ex convergentes y dos para los republicanos. Sobre el tranv¨ªa, el tr¨¢fico rodado y otras cosas, todo quedaba para resolverse en el futuro, Dios mediante. La vivienda, contra cuya ley vot¨® Junts, deb¨ªa ser cosa de consenso a 30 a?os vista. De los alquileres y pisos tur¨ªsticos quedaron para hablar m¨¢s adelante.
Los socialistas iban como un papel en blanco. La Alcald¨ªa les cay¨® del cielo gracias a la alianza ins¨®lita contra natura de los comunes y los populistas de derecha del PP, que con su actuaci¨®n en Barcelona ¡ªcomo en Vitoria¡ª quisieron blanquear sus pactos con Vox. El ¨²nico discurso pol¨ªtico de la soir¨¦e del Sal¨® de Cent fue el de Ada Colau. El resto fueron resentimientos, disculpas e intentos vanos de autojustificaci¨®n. La alcaldesa actu¨® como Sans¨®n ante los filisteos, despu¨¦s de haber molido grano en Gaza: hizo caer el templo del dios Dag¨®n con los l¨ªderes enemigos dentro. Prefiri¨® morir dentro del templo antes que volver a entregar la ciudad a los gestores del 3%. A Xavier Trias, viendo caer el techo, no le qued¨® m¨¢s remedio que acudir al vulgar ¡°que us bombin a tots!¡±. El educado patricio perdi¨® los papeles, pero fue muy aplaudido por los suyos. Mientras, para pactar ayuntamientos y diputaciones vale todo. Incluso apoyar a quienes dieron luz verde al 155. Son cosas del querer o del poder.
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