Ya se han dado cuenta que ¡°est¨¢n aqu¨ª¡±
Ya no vale la estrategia de negar la existencia de la ultraderecha ni la de ridiculizarla
¡°Est¨¢n aqu¨ª¨ª¨ª¡±, dec¨ªa la ni?a de Poltergeist con aquella entonaci¨®n terror¨ªficamente inocente, comprobando la llegada de los fantasmas a su casa. A trav¨¦s de la televisi¨®n, por cierto. Tambi¨¦n las instituciones gobernadas por la izquierda parecen haber recibido el mensaje, tras el susto del 28 de mayo y los primeros pasos de la penetraci¨®n de la ultraderecha en autonom¨ªas y ayuntamientos. Ya no vale la estrategia de negar su existencia, ni la de ridiculizarlos. Ya est¨¢n aqu¨ª, y algunos dirigentes han decidido que toca rebatir sus argumentos expl¨ªcitamente y con datos. Es lo que est¨¢ haciendo Pedro S¨¢nchez meti¨¦ndose en terreno enemigo, El Hormiguero o el programa de Ana Rosa Quintana. Y tambi¨¦n el president de la Generalitat, Pere Aragon¨¨s, lleva unos d¨ªas corrigiendo su t¨¢ctica inicial, que era despachar las bravuconadas de Vox en el Parlament con apelaciones gen¨¦ricas al poco respeto que le merec¨ªan sus argumentos. Hace quince d¨ªas, Aragon¨¨s ya concedi¨® carta de realidad a Ignacio Garriga, portavoz ultra, y se erigi¨® en adalid de la resistencia democr¨¢tica. Este mi¨¦rcoles dio un paso m¨¢s y le respondi¨® con datos concretos. Garriga afirmaba que la Generalitat estaba abriendo el camino a la islamizaci¨®n de la escuela catalana gracias a un acuerdo reciente con la Liga ?rabe para la ense?anza de su lengua. Y remataba con insinuaciones sobre ese gran relevo poblacional que es argumento com¨²n de la extrema derecha occidental. La respuesta del president, y ah¨ª est¨¢ la novedad, no fue una simple descalificaci¨®n, sino que concret¨®: el acuerdo con una entidad cultural vinculada a la Liga ?rabe no es para la difusi¨®n de la lengua, sino para establecer puentes de conocimiento mutuo, y a?adi¨®: ¡°vincular el conjunto de la gente de Catalunya que profesa la fe musulmana con una de sus ramas ser¨ªa como pensar que todos los que profesan la fe cat¨®lica son Legionarios de Cristo.¡± La ofensiva ultra ha estado muy presente en esta sesi¨®n, que coincid¨ªa con el d¨ªa del orgullo LGTBI. Parlamentarios de diversos grupos y consellers luc¨ªan insignias con la bandera del Arco Iris, y varias intervenciones han aludido a la amenaza a la libertad sexual. Un asunto que tampoco puede desligarse del ambiente de precampa?a, igual que las cr¨ªticas permanentes de Esquerra Republicana a la pol¨ªtica del Gobierno espa?ol. Hay que marcar distancias. En cambio, el president rechaz¨® entrar al fango del acuerdo en el ayuntamiento de Barcelona, y eso que no le faltaron ocasiones: desde responder a un Alejandro Fern¨¢ndez (PP) hinchado como un pavo, hasta buscar la complicidad con Albert Batet (JxC), o ironizar con las ofertas de acuerdo de Salvador Illa (PSC). No sabemos si el cuerpo le ped¨ªa guerra (como el s¨¢bado pasado, en que s¨ª expres¨® su contrariedad, para ser suaves) pero aguant¨® impert¨¦rrito, presumiendo incluso de ello: ¡°Todos los ayuntamientos del pa¨ªs encontrar¨¢n en mi gobierno mano extendida. Eso no quita que cada uno tengamos nuestras valoraciones pol¨ªticas y personales sobre los acuerdos y la coherencia de las alianzas.¡± Como queriendo decir.
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