El PDeCAT decidir¨¢ sobre su viabilidad como partido en una asamblea en septiembre
La formaci¨®n ya sufr¨ªa las consecuencias econ¨®micas de solo tener representaci¨®n a nivel local
Los malos resultados del PDeCAT en las elecciones del pasado 23 de julio dejaron al partido heredero de la extinta Converg¨¨ncia tocado de muerte y su viabilidad como partido ser¨¢ definido en una asamblea extraordinaria que se celebrar¨¢ tras la pausa estival, muy posiblemente en septiembre. Tras haber perdido la representaci¨®n en el Congreso y no lograr alcanzar ni el 1% del voto, los neoconvergentes lo tienen muy complicado para no bajar la persiana y mantener su oferta de moderaci¨®n y pacto dentro del catalanismo. La celebraci¨®n de la asamblea, adelantada por Europa Press y confirmada por este diario, busca o¨ªr a la militancia ¡°sin prisa¡± antes de tomar una decisi¨®n definitiva sobre la formaci¨®n fundada hace siete a?os y que preside David Bonveh¨ª. El partido logr¨® mantener cierta presencia local en las elecciones municipales de mayo, en las que cosech¨® 12 alcald¨ªas y 200 regidores gracias a acuerdos con otras formaciones bajo la denominaci¨®n Pacte Local.
Sin embargo, el fiasco de las elecciones generales del pasado d¨ªa 23 de julio y el fracaso de lograr representaci¨®n en el Parlament en las catalanas de 2021 generaron una pinza de dif¨ªcil resoluci¨®n para los neoconvergentes que originalmente lider¨® Marta Pascal y que hasta ahora, tienen a Bonveh¨ª como su referente. Por un lado, su propuesta pol¨ªtica de catalanismo moderado y pactista no logr¨® calar entre el electorado y, por otro, la falta de presencia en ambas c¨¢maras limita los recursos que recibe el PDeCAT tanto v¨ªa subvenci¨®n como por aportaciones de los representantes elegidos.
Pese a que en las municipales se hab¨ªa logrado llegar a acuerdos puntuales con Junts per Catalunya -por ejemplo, con la candidatura de Xavier Trias en Barcelona- esa f¨®rmula fue imposible de cerrar de cara a las generales. La oferta de los de la candidatura de Espai CiU chocaba frontalmente con la propuesta por la formaci¨®n del expresident e incluso tuvieron que enfrentarse de manera amarga por los derechos electorales, que la Junta Electoral dictamin¨® correspond¨ªan a los de Bonveh¨ª.
Pero ni siquiera con esa ventaja, la candidatura que encabez¨® Roger Monta?ola logr¨® convencer a ese espacio moderado al que buscaban interpelar y que, a falta de an¨¢lisis postelectorales reposados, parece que opt¨® por refugiarse en el voto ¨²til del PSC o del PP para intentar frenar la posibilidad de que Vox fuera decisivo en la gobernabilidad. Espai CiU obtuvo 31.687 votos, frente a los 98.794 que cosech¨® la CUP o los m¨¢s de 165.000 del Partido Animalista (PACMA).
El PDeCAT, cuya direcci¨®n resisti¨® las presiones de Puigdemont para ceder las riendas tras 2017, se hab¨ªa lanzado a una batalla en la que ya hab¨ªan fracaso otros como el Partit Nacionalista de Catalunya o Centrem, la plataforma que en su d¨ªa quiso liderar la exconsejera ?ngels Chac¨®n. Ella, ya retirada de la pol¨ªtica, en su d¨ªa tampoco pudo garantizar la supervivencia de la formaci¨®n en el Parlament y solo obtuvo 77.229 votos (2,72% del total) en las catalanas del 14-F. En la lucha por disputar el espacio que en su d¨ªa ocupara la extinta CIU, Monta?ola quiso contrastar su v¨ªa pactista tanto a derecha e izquierda con el ¡°no a todo¡± de Junts pero, como en 2021, no logr¨® atraer al que fuera el fiel votante de las extintas Converg¨¨ncia y Uni¨®.
Hasta ahora, el expresident Artur Mas, a¨²n militante del PDeCAT, nunca se hab¨ªa alineado con Junts. Su delicado juego de equilibros, de cara a trabajar en una posible unidad del movimiento, se rompi¨® en la pasada campa?a cuando directamente critic¨® que la formaci¨®n optara por presentarse a los comicios y termin¨® compartiendo mitin con M¨ªriam Nogueras pese a defender tesis opuestas respecto a una posible negociaci¨®n con el Estado. Toda una enmienda al papel posibilista que los diputados del PDeCAT jugaron la pasada legislatura.
A esa crisis de propuesta se suma la viabilidad pol¨ªtica del partido, que ya en octubre del a?o pasado se enfrent¨® a su tercer Expediente de Regulaci¨®n de Empleo (ERE), afectado por la p¨¦rdida de ingresos. Diputados de Junts y del PDeCAT se hab¨ªan distanciado en el Congreso pero segu¨ªan llegando fondos gracias a la subvenci¨®n que se da por cada esca?o y a la parte del suelo que cada diputado aportaba al partido. La reducci¨®n dr¨¢stica de esos ingresos lleva a la formaci¨®n a una situaci¨®n l¨ªmite y sus caras visibles, Marc Solsona y Gen¨ªs Boadella, tendr¨¢n que esforzarse para convencer a sus copartidarios de que tendr¨¢ r¨¦ditos al largo plazo continuar con su incierta traves¨ªa por el desierto.
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