¡°?Nos enga?¨¢is cuando dec¨ªs que somos libres?¡±: as¨ª es un debate entre 300 adolescentes y la polit¨®loga Lea Ypi
La acad¨¦mica de la London School of Economics, y aclamada autora de ¡®Libre¡¯, se re¨²ne en el CCCB con estudiantes en una conferencia sobre capitalismo, comunismo y qu¨¦ pasa cuando todo tu entorno ¡°te est¨¢ mintiendo por tu bien¡±
Cuando era ni?a, en casa de la acad¨¦mica y escritora Lea Ypi (Tirana, 44 a?os) pasaban cosas extra?as. Su abuela, sin ser francesa ni tener relaci¨®n alguna con comunidades franc¨®fonas en Albania, siempre le hablaba en franc¨¦s. A diferencia del retrato que presid¨ªa los hogares de sus amigos o su propia clase, en el suyo no hab¨ªa ni una sola imagen que rindiese culto al l¨ªder que, seg¨²n sus profesores, deb¨ªa amar incondicionalmente (Enver Hoxha, el dictador del ¡®pa¨ªs de las ¨¢guilas¡¯ desde 1945 hasta su muerte, en 1985). Por si fuera poco, casi todos sus t¨ªos o amigos ¨ªntimos de la familia desaparec¨ªan de la noche a la ma?ana y en sus libros de texto etiquetaban de ¡°traidor¡± a un se?or que se llamaba exactamente igual que su padre (Xhafer Ypi, primer ministro que en 1924 tuvo que huir de Albania debido a la rebeli¨®n de Noli). Cuando preguntaba el motivo de todas estas rarezas, a Ypi, sus padres, siempre le contestaban lo mismo: su abuela le hablaba en franc¨¦s porque ¡°a ti te encanta la Revoluci¨®n Francesa¡±, no ten¨ªan un cuadro de Hoxha porque ¡°estamos esperando que a la tienda llegue un marco bonito¡±, sus t¨ªos se hab¨ªan ido a estudiar ¡°a una universidad en el extranjero¡± y si ese traidor se llamaba como su padre era, b¨¢sicamente, porque ese era ¡°un nombre y un apellido muy com¨²n en Albania¡±.
Para cuando la autora del aclamado Libre. El desaf¨ªo de crecer en el fin de la historia (Anagrama, 2023) cumpli¨® 12 a?os y el estalinismo de su pa¨ªs se vino abajo, sus padres, que a sus ojos pasaban como unos albaneses cualquiera, no pudieron esconderle m¨¢s la verdad: su abuela en realidad proven¨ªa de una familia arist¨®crata que hab¨ªa sido repudiada por los socialistas (hablar franc¨¦s, por sus or¨ªgenes, formaba parte de su identidad), en casa no hab¨ªa retratos del ¡°t¨ªo Enver¡± porque no comulgaban con sus ideas, sus t¨ªos hab¨ªan sido encarcelados y ese traidor de los libros, en realidad, era el abuelo de su padre.
¡°Mi familia hab¨ªa sido disidente de ese sistema, pero yo nunca lo supe. Me mintieron para protegerme¡±, ha explicado este mi¨¦rcoles ante 300 adolescentes de seis institutos de Barcelona congregados en el hall del Centre de Cultura Contempor¨¤nia de Barcelona (CCCB). La cita era la conferencia ?Qu¨¦ significa ser libre?, una charla conducida por el soci¨®logo Miquel Miss¨¦ en la que la profesora de la London School of Economics ha compartido su testimonio de la ca¨ªda del comunismo y su reflexi¨®n en torno a la libertad.
¡°Yo crec¨ª en un pa¨ªs ateo y represor. No pod¨ªamos salir de ¨¦l, apenas ten¨ªamos para comer y mis amigos y yo coleccion¨¢bamos los envoltorios de los chicles de otros pa¨ªses porque as¨ª parec¨ªamos viajados, pero fui una ni?a ajena a esa problem¨¢tica: fui feliz. Jugaba con mis amigos, me pasaba en la vida en la calle y nos vendieron que el capitalismo y el resto de pa¨ªses socialistas eran el enemigo y que solo Albania defend¨ªa los derechos del proletariado. Crec¨ª pensando que Albania era como un superh¨¦roe¡±, ha contado a una audiencia que, previamente, a su parlamento, apenas ha alzado unas 20 manos de aprobaci¨®n al ser preguntada si cre¨ªa que viv¨ªa en libertad.
Sobre el impacto de haber crecido en un enga?o, Ypi ha asegurado que el golpe lo sinti¨® m¨¢s adulta y ha reivindicado el cobijo que ofrece el pensamiento cr¨ªtico a trav¨¦s de la cultura en tiempos de incertidumbre. ¡°Yo crec¨ª en un pa¨ªs ateo, ni siquiera ten¨ªa fe para acogerme a ella. Cuando te das cuenta de que te han mentido el Estado, tus padres y la gente que m¨¢s quieres, ?c¨®mo vas a fiarte de ellos otra vez? A m¨ª me ayudaron los libros y todas esas historias y narrativas que me ense?aron que estaba bien tener dudas. Encontr¨¦ realidades paralelas donde las cosas tambi¨¦n tan complicadas¡±, ha dicho, poco antes de que esos adolescentes hayan desterrado una vez m¨¢s cualquier prejuicio sobre la supuesta apat¨ªa juvenil hacia la pol¨ªtica y la filosof¨ªa. La suya ha sido una ronda de preguntas m¨¢s interesante que la que le podr¨ªa haber planteado un periodista o acad¨¦mico cultural. Aqu¨ª, algunas de las planteadas.
?Qu¨¦ diferencias hay entre la libertad en el capitalismo y el comunismo?
El capitalismo tiene una idea negativa de libertad. Defiende que nadie deber¨ªa decirte qu¨¦ deber¨ªas hacer: una persona tendr¨¢ aquello por lo que habr¨¢ peleado con el resto. La idea socialista de la libertad es positiva porque necesitas garant¨ªas para conseguirla, necesitas seguridad. Sin seguridad, no hay libertad. Si no tienes trabajo, tendr¨¢s hambre y si mueres, no ser¨¢s libre. Es positiva porque necesitas garant¨ªas (vacaciones pagadas, sanidad, educaci¨®n) para ser libre. Mi libro trata sobre c¨®mo el capitalismo falla a la gente y los enfrenta, pero tambi¨¦n denuncia c¨®mo en ese supuesto modelo socialista en el que todo el mundo es igual nadie sent¨ªa la necesidad de mejorar. ?C¨®mo incentivamos a las personas si solo reciben lo m¨ªnimo? ?C¨®mo podemos querer ser mejores? Me interesaba ense?ar las limitaciones de esos dos modelos.
?Te consideras capitalista?
Soy anticapitalista, pero todav¨ªa no s¨¦ qu¨¦ es, exactamente, el comunismo. Creo que nunca lo hemos visto de cerca y es muy dif¨ªcil teorizar sobre ¨¦l.
?Puede haber libertad en una comunidad?
Si pensamos que solo una comunidad libre puede defenderse de otras, eso es peligroso. Tenemos que pensar en la libertad de los individuos, pero conectados con otros, no solo la libertad de la comunidad. Y que la gente que ha muerto y que la que todav¨ªa no ha nacido tambi¨¦n son nuestra comunidad.
?Qu¨¦ fallos has detectado en el capitalismo y el comunismo para que no hayamos conseguido ser libres?
En el comunismo es la falta de democracia. No hay libertad para asociarse, hablar, viajar. En el capitalismo, importa el individuo y no c¨®mo nos relacionamos con el otro. No queremos reflexionar sobre c¨®mo impactamos en la vida de los dem¨¢s. Nadie quiere hacer da?o, pero la econom¨ªa y nuestra forma de consumir provoca muchas v¨ªctimas invisibles. En el capitalismo nadie se hace responsable de las injusticias que hay.
?Nos enga?¨¢is cuando dec¨ªs que los j¨®venes somos libres? ?Nos est¨¢is ofreciendo una libertad condicionada?
En Albania no podr¨ªa haber tenido esta conversaci¨®n. En este sentido, hay m¨¢s libertad que en otros sitios. Pero estamos atravesados por el discurso dominante, por ejemplo, en redes sociales. Tu vida est¨¢ siendo moldeada por el algoritmo. Por eso debemos preocuparnos por el futuro.
Si te hubiese pasado lo que a tus padres, ?se lo hubieses contado igual a tus hijos?
Creo que s¨ª, y que cuando hubiesen tenido la edad adecuada para reflexionarlo, les hubiese dicho la verdad. Mis hijos han crecido en Londres y tambi¨¦n les he mentido por su bien en algunas historias. Es una gran pregunta, por qu¨¦ no todas las mentiras lo son. Las mentiras tambi¨¦n tienen un punto de verdad. Y no, no creo que hubiese sido mejor persona que mis padres.
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