Otro fin de semana de peleas violentas enciende las alarmas en los Mossos
Uno de los sindicatos mayoritarios de la polic¨ªa catalana pide una ¡°reflexi¨®n seria¡± a la Generalitat ante los graves enfrentamientos ocurridos en Catalu?a, varios de ellos con armas blancas
El fin de semana dej¨® una elevada factura de violencia en Catalu?a. Los Mossos intervinieron en varias peleas, algunas con armas blancas. En Molins de Rei, la noche del s¨¢bado acab¨® con saqueos, lanzamientos a la l¨ªnea policial y contenedores ardiendo. En Vic, la algarada fue tan violenta que a un hombre le amputaron dos dedos. En Lloret, tambi¨¦n volaron los cuchillos, en dos peleas en la calle de las discotecas. Una situaci¨®n tensa que se suma a la batalla campal en Manresa, el fin de semana anterior, con mesas por los aires a las dos y media de la tarde en el centro de la ciudad. El Departamento de Interior asegura que la jefatura analiza con preocupaci¨®n lo ocurrido, pero rehuyendo del alarmismo. Uno de los sindicatos mayoritarios pide una ¡°reflexi¨®n seria¡± a la Generalitat.
Escuchar los incidentes que se cantan a trav¨¦s de una emisora policial puede desmoralizar. M¨¢s si se trata de un fin de semana como el pasado, en el que se acumularon las peleas, robos, agresiones sexuales, y otros episodios violentos. El m¨¢s grave, por el n¨²mero de personas implicadas, ocurri¨® en Molins de Rei (Barcelona), que celebraba su fiesta mayor. Un grupo de unas 300 personas empez¨® ya de madrugada a enfrentarse a la l¨ªnea policial. La situaci¨®n degener¨® en peque?os grupos que saquearon varias tiendas y quemaron contenedores. Algo absolutamente ins¨®lito en el municipio. La polic¨ªa catalana ha identificado a tres de los implicados, a uno de los cuales ha detenido, y asegura que son todos de fuera de la localidad.
Paralelamente, en un aparcamiento de Vic, se desat¨® a medianoche otra ri?a tumultuaria con dos grupos de personas enfrentadas. La pelea se sald¨® con un hombre con dos dedos amputados de la mano izquierda, otro con una herida abierta en la cabeza, y otros tres apu?alados de menor gravedad. Casi a la vez, en Lloret de Mar, otra pelea se repet¨ªa a las puertas de una discoteca, entre un turista y un supuesto traficante. Un d¨ªa antes, en el mismo municipio, cuatro personas agredieron los responsables de seguridad de uno de los centros de ocio nocturno que no les dejaba acceder al local. De nuevo, brillaron las hojas de las navajas, con uno de los vigilantes con heridas en el abdomen y otro con un traumatismo craneoencef¨¢lico. La polic¨ªa catalana detuvo a los cuatro implicados, y acus¨® a uno de ellos de tentativa de homicidio.
En la otra punta de Catalu?a, en Amposta, se repiti¨® otra pelea, de nuevo a las puertas de una discoteca. En total, se vieron inmersas una quincena de personas, aunque ninguna de ellas herida de gravedad y tampoco hubo detenidos A la lista, hay que sumar otra pelea grave en Figueres, que se desat¨® por el intento de robo de un patinete a un repartidor de Glovo. Una tercera persona que presenci¨® lo ocurrido recrimin¨® su actitud al ladr¨®n. Este sac¨® un arma blanca y lo apu?al¨® diversas veces en la axila y el abdomen, seg¨²n fuentes policiales. La v¨ªctima fue trasladada herida de gravedad al hospital Josep Trueta.
A las peleas multitudinarias, se suma otro reguero de incidentes. El m¨¢s grave, la muerte de un joven de 23 a?os, que lleg¨® de madrugada al hospital con una herida de arma en el pulm¨®n por la que acab¨® falleciendo. La polic¨ªa sospecha que est¨¢ relacionado con un tiroteo en Cabrera de Anoia (Barcelona) la madrugada del s¨¢bado, en la que se vieron implicados tres j¨®venes. En el lugar, los Mossos encontraron las vainas y lo que parec¨ªan restos de una plantaci¨®n de marihuana. Adem¨¢s, otros dos j¨®venes se pelearon en L¡¯Hospitalet con bates y botellas de vidrio rotas. La polic¨ªa los vincula a un narcopiso. En Sitges, unos vecinos se pelearon y uno de ellos fue atacado con una catana, seg¨²n explic¨® ¨¦l mismo. Episodios violentos similares se repitieron en Matar¨® o Vilafranca, entre otros lugares.
¡°Es cada vez m¨¢s preocupante¡±, lamentan fuentes policiales, sobre la situaci¨®n en las calles catalanas. El Departamento de Interior asegura que analiza el fen¨®meno. En febrero anunciaron el plan Daga: un operativo espec¨ªfico ante el aumento del 44% del n¨²mero de incidentes violentos con armas blancas envueltas. Uno de los objetivos es explicar a qu¨¦ se debe, algo que hasta el momento no ha respondido. Los sindicatos policiales critican la inseguridad a la que deben enfrentarse, que atribuyen a la falta de autoridad policial, agravada en los ¨²ltimos a?os, debido al cuestionamiento constante al que consideran que se somete a los Mossos y las polic¨ªas locales.
Las cifras apuntalan las quejas de los representantes de los agentes. El a?o pasado, crecieron un 54% los delitos de atentado a la autoridad, resistencia y desobediencia comparados con 2019, en la etapa prepand¨¦mica. ¡°Los des¨®rdenes p¨²blicos que se cometen en Catalu?a obligan a una reflexi¨®n seria e interpelan directamente al Gobierno de Catalu?a¡±, ha lamentado uno de los sindicatos policiales mayoritarios, el SAP-Fepol, a trav¨¦s de un comunicado, donde adem¨¢s de Molins de Rei y Manresa, han recordado los diversos apu?alados en las fiestas de la Merc¨¨ de Barcelona, dos fines de semana atr¨¢s.
Entonces, el responsable de Seguridad, Albert Batlle, se refiri¨® a la ¡°cultura de la navaja¡± y se?al¨® en una entrevista en la televisi¨®n p¨²blica de Barcelona, Betev¨¦, un problema ¡°educativo¡± ante los j¨®venes que decid¨ªan salir por la noche armados. ¡°?Por qu¨¦ una persona tiene que salir de fiesta con una nava en el bolsillo? ?Por qu¨¦ hay un sector de la poblaci¨®n que sale armado de casa? Hay que hacer una reflexi¨®n de tipo social¡±, sentenci¨®.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.