La salsa resucita la sala de baile m¨¢s antigua de Barcelona
Chelo Saoko triunfa en La Paloma apostando por una orquesta cl¨¢sica afrolatina


Marcelo Rosero fue muchas cosas antes que salsero. Desde la primera banda que tuvo a los 13 a?os pas¨® por el rock, la electr¨®nica o el hip hop, fascinado por las improvisaciones vocalistas de Bob Marley y las guitarr¨ªsticas de Jimi Hendrix. Pero la salsa es el g¨¦nero que m¨¢s ha marcado la carrera de este colombiano afincado hace dos d¨¦cadas en Barcelona, con sus idas y venidas. La salsa le arruin¨® y le alej¨® de los escenarios varios a?os, pero tambi¨¦n le hizo volver a subirse a ellos. Su ¨²ltimo proyecto ha reunido en apenas un a?o a medio centenar de int¨¦rpretes de toda Latinoam¨¦rica y Catalu?a para regenerar la escena salsera en la ciudad. Han sobresalido con una f¨®rmula poco com¨²n en la m¨²sica en vivo: una gran orquesta por todo lo alto.
¡°D¨¦jate de pendejadas y ded¨ªcate a la m¨²sica¡±, se dijo Rosero a los 40 a?os despu¨¦s de un tiempo dedic¨¢ndose a la hosteler¨ªa y la programaci¨®n de varias salas de la ciudad. Despu¨¦s de que la pandemia le tirase por tierra su ¨²ltima apuesta empresarial en un local del Raval, reuni¨® todo el material musical que hab¨ªa trasteado durante a?os en su ordenador. Admite que la salsa siempre impregn¨® el paisaje del Cali de los ochenta donde creci¨®, donde ¡°sonaba a todo trapo¡± en escenas como fiestas familiares o autobuses, donde compon¨ªa en su cuaderno sus primeras letras. As¨ª se rebautiz¨® como Chelo Saoko, nombre del primer ¨¢lbum en solitario que lanzar¨¢ a finales de a?o.
La voz siempre fue ¡°el primer instrumento¡± para este cantante, tanto como en el coro de los claretianos donde comenz¨® a los nueve a?os como para bocetar arreglos de trompetas en sus composiciones. De adolescente pas¨® a coquetear con las congas, los bongos y todo tipo de percusi¨®n que se le pon¨ªa por delante en Cuba, donde estudiaba teatro. Lejos de la imagen de un trovador solitario como Silvio Rodr¨ªguez, Rosero se encamin¨® a liderar una banda de una decena de m¨²sicos como H¨¦ctor Lavoe. El g¨¹iro o las maracas que maneja con soltura siempre le acompa?an cuando ¡°pregona¡±: ¡°Son imprescindibles para hacer caminar a la orquesta¡±. Si la salsa es ¡°un gran ¨¢rbol sembrado en distintas tierras¡±, Rosero no teme en se?alar que Cuba es la ¡°semilla¡± de este g¨¦nero caribe?o nutrido en toda Latinoam¨¦rica, con viajes de ida y vuelta con ?frica y al que se le dio forma en Puerto Rico y Nueva York.

Precisamente Rosero concibi¨® la Barcelona de los 2000 a la que lleg¨® siendo un chaval para formarse en en el Taller de M¨²sics como esa Nueva York de los a?os sesenta. ¡°Hab¨ªa una riqu¨ªsima fusi¨®n de m¨²sicos de todas partes del mundo, pero ninguno propiamente salsero, salvo alg¨²n combo cubano¡±. En ese ecosistema se produjo una ¡°movida latina¡± incipiente en el Raval, donde se instal¨® con otros artistas paisanos con los que hac¨ªa descargas que evolucionaron conciertos para amenizar las noches de la Sala Antilla, la primera salsoteca de Barcelona que en 2023 cumple 30 a?os abierta.
En ese barrio del centro de la ciudad se ubica La Paloma, donde las Afro Latin Jam All Stars capitaneadas por Saoko sumergen a sus 1.000 espectadores de aforo en un viaje al Puerto Rico de hace medio siglo, como un espejo de la m¨ªtica Fania All Stars. ¡°Es como meterse en una escena de El Padrino II¡±, comenta Daniel G¨®mez, estudiante de cine que ha descubierto estos conciertos mensuales. Pero esta formaci¨®n ven¨ªa de llenar cada jueves las 200 personas de aforo del Marula Caf¨¦. La Paloma, que presume de ser la sala de bailes m¨¢s antigua de Barcelona (1903), lleva desde mayo luchando por su reapertura despu¨¦s de 16 a?os cerrada. El recinto de la calle Tigre se caracteriz¨® por difundir los ritmos latinos cada fin de semana, y en los 2000 por los Bongo Lounge que han recuperado de la mano de los Dope Brothers que fusionan house, disco y funk en una sola noche.
En sus sesiones salseras conviven dos tipos de p¨²blico totalmente distintos; desde la pareja que hace acrobacias hasta el se?or mayor que se queda apostado en un lateral moviendo la cabeza. A los bailarines experimentados -con coreograf¨ªas acostumbradas al DJ- quiere desafiarles metiendo de repente ¡°un solo de tromb¨®n de varios compases¡±, para que den ¡°un paso m¨¢s all¨¢ en su relaci¨®n con la m¨²sica y que no se crean los reyes del mambo¡±. En el otro extremo tambi¨¦n acogen a aquellos amateur -o quienes no han o¨ªdo salsa en su vida-. Su esp¨ªritu es bromear con la frase ¡°si eres europeo no tienes sabor¡±, pero dej¨¢ndoles unirse a la fiesta como uno m¨¢s: ¡°Hemos huido del gueto latino. La salsa tiene una fuerza acogedora muy grande. Vente y goza como quieras¡±.
Antes de que les ficharan en la Paloma, esta orquesta incipiente rod¨® por el Marula desde inicios de 2022, recaudando ¨²nicamente en base a las entradas vendidas. ¡°El proyecto no iba a salir a no ser que saliera un mecenas loco salsero millonario¡±, sin patrocinios ni subvenciones: ¡°Todos metimos el pecho¡±, y les sali¨® bien. Ahora Saoko pretende que ese colectivo de unos cincuenta m¨²sicos que va rotando semanalmente germine en diferentes bandas como ocurri¨® con La Sucursal S.A., la super banda afrolatina que fund¨® en 2004 y que tuvo una exitosa vida de casi una d¨¦cada desde Barcelona por todo el ¡°underground internacional¡± de la salsa. Uno de sus mayores orgullos es haberse colado en un canon salsero que se pirateaba en un USB con cl¨¢sicos de H¨¦ctor Lavoe, Eddie Palmieri o Rub¨¦n Blades. Su tema No te puedo querer resonaba junto a sus ¨ªdolos m¨²sicales. No le va a faltar trabajo a Saoko a la vuelta de verano: transportar¨¢ sus jam sessions semanales a la sala La Chismosa (Escudellers, 5) y seguir¨¢ con La Paloma, entre otros proyectos que persiguen consolidar lo que ¨¦l siempre ha defendido: que Barcelona es la capital europea de la salsa.
Una vuelta a las ra¨ªces salseras
Antes del ¡°furor¡± de la m¨²sica latina en Barcelona durante los a?os ochenta, tanto en discogr¨¢ficas como en discotecas, la ciudad tuvo un gran precedente con la rumba catalana: Peret en los a?os cincuenta con el mambo del cubano P¨¦rez Prado o Gato P¨¦rez con la fusi¨®n salsera, se?ala Isabel Llano, doctora en Periodismo por la Universidad Aut¨®noma de Barcelona con una tesis sobre su evoluci¨®n en la capital catalana. La investigadora indica que hubo otro ¡°boom¡± en los a?os 2000 coincidiendo con la ola de migraci¨®n latinoamericana y los congresos de salsa. Pero en 2013 se produjo un punto de inflexi¨®n en una escena progresivamente erosionada: ¡°La Sala Antilla, la primera salsoteca de Barcelona, dej¨® de programar m¨²sica en directo por un DJ¡±, y le siguieron otros locales. Para Llano, el proyecto de Rosero ¡°conecta con el esp¨ªritu original de la salsa: la improvisaci¨®n¡±, aquella que se respiraba en el Palladium de Nueva York durante los a?os sesenta.
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