Catalu?a afronta el dilema de c¨®mo abastecer la gran Barcelona con agua del Ebro
La fuerte contestaci¨®n social que han generado las iniciativas para buscar abastecimiento en el tramo final del r¨ªo obliga a la Generalitat a hacer equilibrios para presentar soluciones a la sequ¨ªa
Hay palabras que tienen capacidad para soliviantar a un territorio entero. En las Terres de l¡¯Ebre, hablar de trasvase implica activar el bot¨®n de las alarmas. La unanimidad que genera en todo el delta del Ebro el blindaje del r¨ªo y de su caudal escapa a vecindades, clases sociales o afinidades pol¨ªticas. El lema ¡°lo riu ¨¦s vida¡± (el r¨ªo es vida) resiste el paso del tiempo como consigna para reivindicar que el agua del Ebro es la arteria que hace bombear el coraz¨®n de las comarcas del sur de Catalu?a. Un territorio que arrastra un sentimiento cr¨®nico de agravio y que ha levantado las orejas al advertir que se avecina un env¨ªo de agua del Ebro para aliviar las restricciones que sufre Barcelona y el ¨¢rea metropolitana.
Las alarmas en el sur de Catalu?a se han encendido a ra¨ªz de dos hechos concretos. El primero, el anuncio del Govern de que se est¨¢n preparando los mecanismos para aportar agua a Barcelona con barcos cuando la capital entre en fase de emergencia por sequ¨ªa. Estos barcos saldr¨ªan de Tarragona, donde recoger¨ªan el agua del Ebro, o de otros puntos de Espa?a como Mallorca o Murcia. Pero el plan que realmente ha levantado ampollas es la propuesta t¨¦cnica presentada por varios colegios profesionales de establecer una interconexi¨®n f¨ªsica entre la cuenca del Ebro y la cuenca del Ter-Llobregat, que abastece el ¨¢rea metropolitana de Barcelona. De poco ha servido que los ingenieros que proponen esta interconexi¨®n argumenten que se deber¨ªa utilizar solo en casos de emergencia y de m¨¢xima necesidad. El miedo en las comarcas del Ebro es que acabe siendo un trasvase permanente que acabe diezmando m¨¢s si cabe la zona deltaica.
El delegado de la Generalitat en las Terres de l¡¯Ebre, Albert Salvad¨®, ha dado fe de que se entra en un terreno pantanoso: ¡°Un trasvase estructural de una cuenca a otra no es la soluci¨®n¡±. El Govern, que controla la Ag¨¨ncia Catalana de l¡¯Aigua (ACA), ha tratado de matizar sus intenciones para gestionar la falta de agua. ¡°El trasvase (del Ebro) no est¨¢ sobre la mesa¡±, manifest¨® el martes la portavoz Patr¨ªcia Plaja, pero dej¨® la puerta abierta a que el agua del Ebro llegue a Barcelona en barcos.
¡°Demuestran una gran irresponsabilidad con las Terres de l¡¯Ebre y con la gesti¨®n de la sequ¨ªa. La Generalitat usa un doble mensaje, trata de mostrar amabilidad con las Terres de l¡¯Ebre en cuanto a la gesti¨®n del agua, mientras recupera las viejas pol¨ªticas de trasvase. Estamos indignados¡±, ha manifestado Manolo Tom¨¤s, portavoz de la Plataforma en Defensa de l¡¯Ebre (PDE).
Esquerra Republicana es la primera fuerza municipalista en las comarcas del sur y ocupa diversas alcald¨ªas a la vera del r¨ªo, caso de Amposta, Xerta, Tivenys, Flix, Benissanet, Vinebre o Miravet. Las Terres de l¡¯Ebre son un f¨¦rtil granero de votos para Esquerra y los mandos del partido republicano asumen que hay asuntos que hay que tratar con tiento. Uno de ellos son los correbous y otro, m¨¢s indiscutible, es el agua del Ebro. Lo sabe bien Llu¨ªs Salvad¨®, actual presidente del puerto de Barcelona y una de las personas de la m¨¢xima confianza de Oriol Junqueras, el presidente de ERC.
Para minimizar el impacto que pueda tener el traslado de agua del Ebro a Barcelona, el Govern pone sobre la mesa la opci¨®n de recurrir a grandes buques de carga. El agua llegar¨ªa al puerto de Barcelona desde el puerto de Tarragona, dirigido por Sa¨¹l Garreta, un cargo nombrado igualmente por Esquerra Republicana. ¡°Se ha hablado en su caso de la entrada de agua en barcos, pero no de trasvases¡±, admite la portavoz del Govern.
El conseller de Acci¨®n Clim¨¢tica, David Mascort, manifest¨® el mes pasado que ¡°lo m¨¢s f¨¢cil¡± para suplir las necesidades h¨ªdricas que padece Barcelona es llevar agua desde Tarragona. Recurrir a la provisi¨®n de agua en barcos ya se hizo durante la sequ¨ªa de 2008. El Govern lo defiende tambi¨¦n ahora, a diferencia de garantizar el abastecimiento con una tuber¨ªa de 70 kil¨®metros, entre Tarragona y Barcelona. La obra, que implica trabajos por valor de 300 millones de euros, es la opci¨®n que proponen distintos colegios de ingenieros, que maniobran para tomar protagonismo en la gesti¨®n de la sequ¨ªa.
La Generalitat considera que alimentar la cuenca Ter-Llobregat con una conexi¨®n fija y definitiva con el Ebro supone cruzar una l¨ªnea roja, que acarrear¨ªa severas consecuencias para la imagen del Govern y de Esquerra en el sur de Catalu?a.
El precedente del Plan Hidrol¨®gico Nacional (PHN) que trat¨® de impulsar el gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, con el apoyo de la Converg¨¨ncia i Uni¨® de Jordi Pujol, sigue sirviendo de advertencia. Aquel plan propon¨ªa desviar el agua del tramo final del Ebro hacia Murcia y el sur de Espa?a y desencaden¨® un masivo movimiento de rechazo popular en las Terres de l¡¯Ebre, a la vez que lograba sumar muchas complicidades. En marzo de 2002, Barcelona acogi¨® una manifestaci¨®n contraria al PHN que reuni¨® a 400.000 personas, seg¨²n los organizadores. A la misma hora, en Zaragoza se concentraron otras 40.000 personas, por el mismo motivo.
El PHN marc¨® un punto de inflexi¨®n para CiU y el PP en las Terres de l¡¯Ebre. Ambos partidos fueron identificados como los responsables de instigar el expolio del agua del Ebro. Jordi Pujol ha reconocido posteriormente que cuando en el a?o 2000 el entonces ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, le sugiri¨® un gran trasvase del Ebro, ¨¦l interpret¨® que se abr¨ªa una oportunidad: ¡°Vi el cielo abierto¡±. Pujol ha alegado que el PHN ¡°podr¨ªa no s¨®lo resolver definitivamente el problema del agua en las cuencas internas de Catalu?a, sino tambi¨¦n dar un empuj¨®n al desarrollo de las Terres de l¡¯Ebre¡±. Una previsi¨®n que nunca se cumpli¨®. ¡°No supimos calibrar la reacci¨®n contraria que el plan provocar¨ªa. No fue un error t¨¦cnico. Fue un error pol¨ªtico y psicol¨®gico¡±, ha reconocido posteriormente el expresidente catal¨¢n, en uno de los vol¨²menes de sus memorias.
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