Condenados a prisi¨®n los primeros supremacistas juzgados en Espa?a
William R. y Carlos A. han aceptado las sentencias de dos a?os y medio y tres a?os y medio por animar a atentar contra inmigrantes, homosexuales o discapacitados
Dos supremacistas blancos han aceptado este jueves en la Audiencia de Lleida sendas condenas de dos a?os y medio y tres a?os y medio de c¨¢rcel por difundir en redes sociales mensajes que animaban a atentar contra inmigrantes, homosexuales o discapacitados.
En el primer juicio contra supremacistas blancos que se celebra en Espa?a, los procesados han pactado con la Fiscal¨ªa, que inicialmente ped¨ªa penas de hasta diez a?os y diez meses, una condena de dos a?os y medio en el caso de William R. y otra de tres a?os y medio para Carlos A., que suma a un delito de odio otro de tenencia il¨ªcita de armas.
Tras la conformidad, el juicio prosigue ¨²nicamente para un tercer acusado, J.E., por delitos contra la salud p¨²blica -por la marihuana y otras drogas que se intervinieron en la mas¨ªa donde los acusados pretend¨ªan montar una ¡°milicia¡±- y tenencia de armas, por lo que afronta 5 a?os y ocho meses.
Un manifiesto para la creaci¨®n de ¡°milicias¡± blancas
Resguardados en una mas¨ªa de La Pobla de C¨¦rvoles (Lleida), William R. y Carlos A. fantaseaban con cometer atentados como sus ¨ªdolos Brendon Tarrant, que mat¨® a 51 personas en dos mezquitas de Christchurch (Nueva Zelanda), y Anders Breivik, autor del mayor atentado terrorista en la historia de Noruega, que dej¨® 77 v¨ªctimas mortales. Los dos espa?oles condenados, que se conocieron en internet, elaboraron un manifiesto racista y difundieron su ideolog¨ªa a trav¨¦s de la plataforma de mensajer¨ªa instant¨¢nea Telegram. El texto, titulado Iron Pills: un proyecto de vida heroico, incitaba a realizar acciones que culminaran en ¡°una guerra racial¡± entre los blancos y las etnias que consideraban ¡°inferiores¡±. Su plan era crear peque?as comunidades en las zonas rurales, donde subsistir¨ªan mediante el tr¨¢fico de drogas. Llegado el momento, empu?ar¨ªan las armas para frenar la supuesta invasi¨®n de extranjeros a Europa.
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