Que todo se sepa sin falta
Es la verdad, no las astucias ni las mentiras, la que nos har¨¢ libres. Por eso son muchos los que la ocultan y la temen
Si es verdad que todo se sabr¨¢ como dice Puigdemont, ya es hora de que todo se sepa. Lo antes posible. Basta de amenazas. Pese a quien pese. Aunque parezca que llegamos tarde, porque todo debi¨® saberse hace tiempo. E incluso se hubiera sabido si hubi¨¦ramos contado en esta d¨¦cada perdida con instituciones democr¨¢ticas que funcionaran. Los famosos checks and balances: control parlamentario, acci¨®n eficaz e imparcial de la justicia, medios de comunicaci¨®n honestos y ecu¨¢nimes¡ No tan solo faltaron o se deterioraron en el conjunto de Espa?a, sino que faltaron y se deterioraron especialmente en Catalu?a, donde m¨¢s se les necesitaba.
Nunca se podr¨¢ olvidar que buena parte de los responsables del desastre, de la d¨¦cada perdida y de la destrucci¨®n jam¨¢s reconocida de la convivencia, fueron precisamente los que huyendo del pa¨ªs rehuyeron de la obligaci¨®n y la responsabilidad de responder por sus actos, explicar lo que hicieron y por qu¨¦ lo hicieron. Sin ocultar otros aspectos m¨¢s pol¨¦micos, como dar cuenta de los contactos oficiosos con gobiernos y pa¨ªses indeseables para recabar el reconocimiento de la independencia, ayuda financiera e incluso otras aportaciones menos presentables, como el auxilio en la guerra cibern¨¦tica desde sus medios de comunicaci¨®n o las granjas de bots e incluso la acci¨®n de alg¨²n tipo de agentes, tal como ha contado sin rebozo uno de los truculentos mensajeros del secesionismo irredento.
Puede tener un pase que nadie haya querido arrepentirse, aunque solo sea por un prurito de orgullo que impide a quienes se equivocaron reconocer otro error que el de haberse enfrentado a un monstruo invencible. Puede tenerlo tambi¨¦n que no exista prop¨®sito de enmienda, como corresponde a quien antes no se ha arrepentido, en este caso por la defensa meramente ideol¨®gica del virtual derecho a mantener viva su fantas¨ªa. Todo esto podr¨ªa merecer un pase si no faltara lo que est¨¢ en el origen de buena parte de las dificultades que impiden el regreso a la normalidad y la recuperaci¨®n de la convivencia, y estas son las explicaciones veraces y el rendimiento de cuentas sobre todas y cada una de las decisiones que se tomaron desde 2012 hasta al menos 2019 por parte de los sucesivos gobiernos nacionalistas, las c¨²pulas de los partidos y los grupos informales de dirigentes que condujeron a un fracaso tan clamoroso como dif¨ªcil de aceptar p¨²blicamente. Si algo ha caracterizado el entero proceso independentista ha sido la opacidad y la pl¨¦tora de construcciones falaces y mentirosas, escudadas en la exigencia de ¡°enga?ar al Estado enemigo¡±.
Sin que todo se sepa, no se recuperar¨¢ la confianza, primero entre catalanes y luego entre los catalanes y el resto de los espa?oles. Debe ser parte esencial de la agenda del reencuentro, tan denostada por el secesionismo. Es la verdad, no las astucias ni las mentiras, la que nos har¨¢ libres. Por eso son muchos los que la ocultan y la temen.
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