La ANC y una exconsejera de Puigdemont pugnan por captar al independentismo contrario a la amnist¨ªa

Polit¨®logos y analistas electorales que ejercen en Catalu?a llevan m¨¢s de medio a?o barruntando d¨®nde han ido a parar los casi 700.000 votos que perdi¨® el independentismo en las elecciones generales del 23 de julio. ERC, Junts y la CUP sumaron en conjunto unos 920.000 apoyos, el 27% del total. Una cifra que contrasta con los 1,6 millones de votos que ese mismo bloque logr¨® en las generales de 2019. El aparente desgaste que sufre la f¨®rmula separatista no es un elemento disuasorio para frenar la llegada de propuestas pol¨ªticas que tratan de ara?ar votos a base de enarbolar la estelada y apelar a una hipot¨¦tica rep¨²blica catalana. Los sectores m¨¢s exaltados del independentismo alegan que la ley de amnist¨ªa es el ¨²ltimo cap¨ªtulo de la rendici¨®n de los partidos tradicionales, a los que acusan de haber desatendido conceptos como la v¨ªa unilateral para conseguir la independencia y la confrontaci¨®n con el Estado.

El giro que ha dado Carles Puigdemont, c¨®modo ahora en la negociaci¨®n con el Gobierno, se pone como ejemplo de la p¨¦rdida de referentes que sufre una facci¨®n del independentismo que siente m¨¢s preferencia por el choque que por la conciliaci¨®n. Una de las ¨²ltimas en sumarse a la refriega es Clara Ponsat¨ª, exconsejera del Govern de Puigdemont y eurodiputada de Junts per Catalunya, que se march¨® de Espa?a en 2017 para evitar ser juzgada y regres¨® en marzo de 2023, despu¨¦s de que el Gobierno eliminara del C¨®digo Penal el delito de sedici¨®n por el que estaba procesada. Tambi¨¦n la Assemblea Nacional Catalana (ANC) est¨¢ en pleno proceso de debate interno para decidir si presentan lo que han llamado ¡°lista c¨ªvica por la independencia¡±, que viene a ser una candidatura separatista compuesta por personas desvinculadas de los partidos convencionales. Todo ello a la espera de que la ultraderecha independentista de Alian?a Catalana, que ya gobierna en Ripoll, pueda formalizar su salto al Parlament.

Seg¨²n el Centre d¡¯Estudios d¡¯Opini¨® (el equivalente al CIS catal¨¢n) los catalanes partidarios de una separaci¨®n unilateral de Espa?a no superan el 10%. Coincidiendo con ese estado de ¨¢nimo, las formaciones independentistas han optado por marcar distancias con las posturas m¨¢s radicales, lo que ha abierto la puerta a nuevos actores con ganas de pescar en el desencanto. ¡°La amnist¨ªa es un intercambio de presos . Nos quedamos prisioneros en Espa?a a cambio de que aquellos que la han negociado puedan volver al barrizal de corruptelas de antes¡±, ha publicado en las redes sociales Jordi Graupera, colaborador de Clara Ponsat¨ª en un nuevo proyecto pol¨ªtico que se denomina Alhora (A la vez) y que defiende que ¡°el pa¨ªs necesita un cambio¡±. A ellos hay que sumarles las maniobras de la ANC para organizarse como una alternativa electoral o el salto de escala que ans¨ªa la ultraderecha identitaria.

Los efectos que pueda tener en las urnas la proliferaci¨®n de actores independentistas se conocer¨¢n cuando llegue la hora de hacer el recuento de los votos, pero, por lo pronto, la fragmentaci¨®n pone en jaque la mayor¨ªa independentista del 52% en el Parlament. La cifra, que suma a los diputados de Junts, ERC y la CUP fue, durante un tiempo previo a las refriegas entre partidos, motivo de reivindicaci¨®n y lucimiento por parte del independentismo.

¡°Yo he estado en el otro lado, en el lado de los que dicen proponer algo diferente a los partidos tradicionales, y la expectativa siempre es m¨¢s alta de lo que realmente acaba sucediendo¡±, manifiesta Joan Canadell, diputado de Junts per Catalunya. Canadell form¨® parte de Reagrupament, una corriente del independentismo, en la que tambi¨¦n particip¨® Quim Torra, y que era muy cr¨ªtica con la estrategia de ERC. Reagrupament tuvo un final poco lucido. ¡°Se podr¨ªa pensar que este tipo de propuestas, a quien m¨¢s perjudica ahora es a Junts, porque aquellos que votan a Esquerra ya saben que no es un partido que trabaja con la intenci¨®n de proclamar la independencia ma?ana¡±, a?ade. ¡°Veremos qu¨¦ efecto tiene. Si sirve para recuperar abstencionistas, bienvenido sea¡±, manifiesta el diputado de JxCat.

La direcci¨®n de Esquerra considera dif¨ªcil el ¨¦xito de estas propuestas que pretenden ser alternativas a los partidos. ¡°Cuesta creer que m¨¢s all¨¢ de las redes sociales o de las tertulias puedan tener alguna acogida, como mucho van a fragmentar el voto¡±, apunta una fuente pr¨®xima a la jefatura de los republicanos. ERC s¨ª sigue con atenci¨®n desde hace tiempo la evoluci¨®n que pueda tener Alian?a Catalana de S¨ªlvia Orriols: ¡°Ya aparece en las encuestas¡±.

La ANC, germen de las multitudinarias manifestaciones ciudadanas de la Diada, tambi¨¦n se postula para dar el salto a la pol¨ªtica institucional. De hecho, la direcci¨®n actual promueve la apuesta electoral de la ANC, tratando de pescar en el caladero de votos que existe por la frustraci¨®n que sienten las bases independentistas y el desapego hacia ERC, Junts o la CUP. Sin embargo, dentro de la propia entidad hay una corriente cr¨ªtica que pone en duda que sea conveniente concurrir a las elecciones. El cantautor Llu¨ªs Llach ha anunciado su intenci¨®n de ocupar un puesto en la direcci¨®n de la ANC para frenar la apuesta electoral. La ¨²ltima palabra la tienen los afiliados, que hasta el pr¨®ximo 14 de marzo pueden participar en una consulta con una pregunta expl¨ªcita: ¡°?Est¨¢s de acuerdo con que la Assemblea impulse la lista c¨ªvica por la independencia en las pr¨®ximas elecciones al Parlament, con el objetivo de hacer efectiva la independencia?¡±.

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