Un centenar de profesores de Sant Adri¨¤ se concentran para exigir medidas contra las agresiones: ¡°Estamos indefensos¡±
Los docentes denuncian una escalada en las agresiones de alumnos y familias ante el silencio del Departamento de Educaci¨®n
Sacar la violencia de las aulas. Es el mensaje mayoritario que unos 100 docentes de Sant Adri¨¤ de Bes¨°s (Barcelona) han exigido este mi¨¦rcoles en una concentraci¨®n en la plaza de la Vila. Los profesionales de la ense?anza se sienten desprotegidos por el Departamento de Educaci¨®n, que dirige Anna Sim¨®, ante los casos de agresi¨®n f¨ªsica o verbal que se dan con los alumnos. ¡°Tengo compa?eros que han terminado march¨¢ndose del centro con la autoestima por los suelos por pedirle a un alumno que no fumara dentro del centro. Son situaciones que se dan diariamente¡±, se?ala un profesor de un instituto de esta localidad mientras recorre la plaza entre compa?eros y algunos alumnos que gritan ¡°Basta de paciencia contra la violencia¡±.
A esta movilizaci¨®n, en la que se pod¨ªan ver algunos alumnos, han acudido centros p¨²blicos y concertados de Sant Adri¨¤ para todas las etapas educativas, como el IES Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n. Dos profesoras con m¨¢s de 20 a?os de experiencia portan una pancarta en la que exigen un protocolo de actuaci¨®n que solucione ¡°la indefensi¨®n¡± de los docentes. Ambas relatan c¨®mo la normativa educativa ampara ¡°m¨¢s¡± al estudiante en estos casos. ¡°No hay visibilidad de lo que sucede. El alumno se encara a la m¨ªnima. Si te impones como adulto y como profesor, te amenazan en medio de clase con una denuncia. Hemos perdido autoridad con el paso de los a?os¡±, detalla una de ellas.
Los ataques var¨ªan en funci¨®n de la edad de los estudiantes y del centro en el que se encuentran los profesionales de ense?anza. Aunque los profesores consultados por este peri¨®dico, presentes en la manifestaci¨®n de Sant Adri¨¤, coinciden en que hay una escalada de agresividad en la etapa de secundaria. Desde ¡°levantarse de la silla para pegarte¡± hasta ¡°intimidarte con rajarte las ruedas del coche¡± son parte de las intimidaciones que sufren a diario el colectivo docente.
La sirena que avisa del final de la clase es el alivio de muchos educadores que son v¨ªctimas de estas agresiones verbales que, en algunos casos, se convierten en f¨ªsicas. Seg¨²n una encuesta del sindicato Ustec, uno de los convocantes de la movilizaci¨®n, seis de cada diez profesores de centros p¨²blicos afirman haber sido v¨ªctimas de alg¨²n tipo de agresi¨®n verbal o f¨ªsica por parte de alumnos y uno de cada tres, por parte de las familias. El 14% de los ataques son f¨ªsicos. ¡°Los profesores que han sido v¨ªctimas acaban cogiendo bajas porque psicol¨®gicamente terminan destrozados. Es dur¨ªsimo cuando una familia te agrede y te tienes que enfrentar cada d¨ªa a ella¡±, cuenta otra docente.
Lidiar con esta impunidad hace que el colectivo docente prefiera callar ante la pasividad y ¡°la falta de apoyo¡± del Departamento de Educaci¨®n. ¡°Los profesores vamos aguantando hasta que dices no puedes m¨¢s. Te sientes completamente solo. Se tapa el problema y no se soluciona. No hay un protocolo com¨²n para todos los centros que diga c¨®mo actuar¡±, remarca uno de los manifestantes con 16 a?os de experiencia en la docencia.
El marco de actuaci¨®n en los casos de agresiones define que es la direcci¨®n del centro la que debe notificar a la conselleria lo que ha sucedido con el alumno y que son los profesores quienes deben denunciar a t¨ªtulo nominal. Pero el temor a futuras represalias impiden a los docentes hacerlo. ¡°Pedimos que haya un ¨®rgano que se persone por nosotros. Que haya un protocolo claro que identifique qu¨¦ casos son graves, cu¨¢les no y garantice la seguridad del profesorado¡±, explica Cristina, docente y portavoz del colectivo de Sant Adri¨¤, quien enfatiza que hay ¡°agresiones entre profesores y alumnos o con sus familias¡± por situaciones cotidianas, como decirle a unos padres ¡°que su hijo se ha portado mal¡±. La portavoz asegura que la idea es que la movilizaci¨®n de Sant Adri¨¤ se extienda por toda la comunidad para acabar con la sensaci¨®n de desamparo ante la gravedad del problema y exigir a Educaci¨®n un sistema de apoyo adecuado para los educadores y un protocolo de actuaci¨®n ¡°claro¡±.
La movilizaci¨®n se ha producido despu¨¦s de que en el CEIP Pompeu Fabra se diera en abril un caso de agresi¨®n verbal por parte de un padre. Seg¨²n Cristina, se inform¨® entonces a la direcci¨®n, se envi¨® un informe al Departamento y se activ¨® el protocolo establecido. La v¨ªctima, ¡±harta de que nada se solucionara¡±, decidi¨® interponer una denuncia ante los Mossos d¡¯Esquadra, un extremo al que llegan pocos casos.
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