?Qui¨¦n teme a Ricard Ustrell?
El periodista no ha mejorado los datos de audiencia de su predecesora Laura Rosel y el presentador ha quedado desprotegido en medio de la sabana y a la merced de las hienas
En el ba?o contiguo a la redacci¨®n de Col¡¤lapse, el magazine estrella de las noches del s¨¢bado en 3Cat, apareci¨® dos d¨ªas seguidos un cartelito en la pared. Era un pedazo de papel mal recortado y pegado con celo: ¡°Solo a un idiota se le ocurrir¨ªa colgar un cuadro a la diez de la noche¡±. El idiota era Ricard Ustrell, presentador del programa y director de La Manchester, la empresa audiovisual que lo produce. El an¨®nimo se refer¨ªa a unos comentarios que el periodista hizo en antena durante El Mat¨ª de Catalunya R¨¤dio: anunci¨® que no pensaba mirar el debate electoral de las elecciones catalanas porque ten¨ªa quehaceres dom¨¦sticos m¨¢s importantes. En la redacci¨®n de informativos de la Corpo ¡ªuna suerte de organizaci¨®n Spectre mediterr¨¢nea¡ª sent¨® como un tiro. Ya ven¨ªan calentitos por la entrada de caballo siciliano de Ustrell al matinal de Catalunya R¨¤dio. Ah¨ª medio apart¨® a los profesionales funcionarizados de la casa para poner gente de su productora, e inici¨® una guerra civil que ha derivado en manifiestos sindicales, odios intestinos y un mal rollo acojonante.
Han seguido a la pol¨¦mica de los cuadros m¨¢s marrones, en poco tiempo. Esta semana lo han puesto a parir por haber manipulado, a trav¨¦s del CM de la Manchester, su foto en la Wikipedia. Se ha filtrado que 3Cat planea cargarse Col¡¤lapse y Planta Baixa, el otro espacio de la productora en la parrilla actual. Y lo han acusado de maniobrar contra un hist¨®rico de la radio, Quim Morales. Ustrell no ha tenido que ver, y el cambio obedece a las presiones de la Corporaci¨®n Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) por reforzar la paridad de una parrilla masculinizada. Juliana Canet ocupar¨¢ el espacio del fulminado Morales. Pero la realidad da igual, porque Ustrell ha pisado donde no deb¨ªa y es un perfecto chivo expiatorio. ?l, con su ambici¨®n desmedida ¡ªuna cosa muy mal vista en Catalu?a¡ª, se lo ha buscado.
La misi¨®n de Ustrell era cargarse la hegemon¨ªa de Jordi Bast¨¦ en RAC1, la emisora privada de la competencia. Una franja codiciada por su influencia pol¨ªtica. No ha salido bien, al menos de momento. Con un programa m¨¢s caro, externalizado, y con el departamento de informativos a la gre?a, ha puesto el ente p¨²blico patas arriba y no ha obtenido resultados. Los datos de audiencia no han mejorado los de su predecesora Laura Rosel y Ustrell ha quedado desprotegido en medio de la sabana y a la merced de las hienas.
Ricard Ustrell tiene dos churumbeles ¡ªahora se lo mira todo apartado desde su baja de paternidad¡ª y 33 a?os. Es la edad perfecta para su ca¨ªda y crucifixi¨®n, despu¨¦s de una carrera fulgurante en los medios p¨²blicos que empez¨® con 14 a?os y que lo ha llevado al sue?o de todo radiofonista catal¨¢n, que es presentar El Mat¨ª. Nadie sabe muy bien c¨®mo lo ha logrado en tan poco tiempo y son habituales las maledicencias seg¨²n la cuales dispondr¨ªa de fotos comprometedoras de alg¨²n pol¨ªtico importante. Ojal¨¢ fuera as¨ª, pero lo m¨¢s probable es que Ustrell simplemente se encontrara en el momento preciso en el sitio adecuado. Su estilo populachero era lo que la Corpo necesitaba en su fase de desarmamiento y pacificaci¨®n postproc¨¦s, lo que el director de TV3, S¨ªgfrid Gras, bautiz¨® como la ¡°despolitizaci¨®n¡± de la cadena.
Pero lo cierto es que en ERC lo hacen responsable del batacazo electoral de los republicanos, bajo la acusaci¨®n de haber ¡°espa?olizado¡± los medios p¨²blicos catalanes. Algo de raz¨®n tienen, claro, pero no hay que olvidar que era el objetivo para esta nueva era comunicativa del pa¨ªs. No es extra?o, pues, que Rosa Rom¨¤, presidenta de la CCMA puesta por el partido y en un momento de m¨¢xima fragilidad pol¨ªtica, haya dado licencia para disparar contra Ustrell y que pague los platos rotos. Veremos si aguanta.
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