La vida despu¨¦s de la amnist¨ªa: aliviados pero insatisfechos
La falta de revisi¨®n de las condenas y el mantenimiento de indemnizaciones dejan una sensaci¨®n agridulce entre los 18 primeros beneficiarios de la ley
El martes por la tarde, Oleksandr S. estaba someti¨¦ndose a una sesi¨®n de entrenamiento de crossfit cuando un compa?ero se le acerc¨® para felicitarle. Pens¨® que se hab¨ªa confundido con la fecha de su cumplea?os. Pero no. Era otra cosa. ¡°?Has sido amnistiado!¡±, le anunci¨®. La noticia corr¨ªa desde mediod¨ªa, pero Oleks, de 27 a?os, hab¨ªa estado trabajando en el club n¨¢utico de Sant Andreu de Llavaneres, en la costa del Maresme, y no se hab¨ªa enterado de nada. Vio que ten¨ªa wasaps de su abogada. Ley¨® la sentencia. Se sinti¨® aliviado al comprobar que se alejaba la amenaza de la prisi¨®n. Pero su satisfacci¨®n fue incompleta cuando comprob¨® que los hechos por los que inicialmente hab¨ªa sido condenado a siete a?os y medio de c¨¢rcel ¡ªla pena m¨¢s alta de todas las impuestas por los disturbios en las movilizaciones del proc¨¦s¡ª no se hab¨ªan revisado como ¨¦l solicitaba. El tribunal los dio por buenos y se limit¨® a aplicar la ley de amnist¨ªa.
¡°Te salvas de las consecuencias penales gracias a la amnist¨ªa. pero en la sentencia sigue diciendo que soy culpable. Y soy inocente. Lamento que hayan cre¨ªdo la palabra de los polic¨ªas, aunque tengo la conciencia tranquila¡±, subraya Oleks. Sabe que la medida de gracia es una victoria, aunque una victoria un tanto amarga, sensaci¨®n que comparten buena parte de las 18 personas que, el pasado 25 de junio, se convirtieron en los primeros beneficiarios de la ley de amnist¨ªa. Salvo el exconsejero de Interior Miquel Buch y el mosso d¡¯esquadra Llu¨ªs Escol¨¤, todos los amnistiados son j¨®venes que participaron en movilizaciones de protesta vinculados al proceso independentista a lo largo de 2018, 2019 y 2020, y que se vieron inmersos en procesos judiciales por des¨®rdenes p¨²blicos, atentado a la autoridad o lesiones. EL PA?S ha charlado con cuatro de ellos.
Las primeras amnist¨ªas concedidas son fruto de revisiones de sentencias. La sala de apelaciones del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC) ha optado por una f¨®rmula que no ha gustado del todo a los beneficiarios: ha dado por buenos los ¡°hechos probados¡± de la primera sentencia condenatoria (sin entrar a revisarlos) y ha extinguido las responsabilidades penales en estricta aplicaci¨®n de la ley de amnist¨ªa. En los casos en que hubo polic¨ªas lesionados, adem¨¢s, ha mantenido la responsabilidad civil para los condenados, lo que implica que en el futuro ¡ªsi los agentes presentan demandas en procesos civiles¡ª pueden afrontar a¨²n consecuencias econ¨®micas. ¡°No s¨¦. Si un polic¨ªa quiere poner una demanda, que lo haga, pero al menos que tenga una fecha l¨ªmite, que ya he tenido mucha paciencia todo este tiempo¡±, cuenta Oleks, condenado a pagar m¨¢s de 52.000 euros a dos polic¨ªas.
El 18 de octubre de 2019, Oleks particip¨® en una manifestaci¨®n de protesta contra la sentencia del proc¨¦s frente a la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Barcelona. Seg¨²n la sentencia, lanz¨® piedras, adoquines, objetos contundentes y ¡°un artefacto de pirot¨¦cnica¡± a los pies de dos antidisturbios. Fue condenado a cuatro a?os y medio por atentado y a otros tres a?os por lesiones. ¡°Cre¨ª que el juicio hab¨ªa ido bien, la verdad. Pero cuando vi las penas ya me cagu¨¦ un poco encima. Pens¨¦ incluso en irme del pa¨ªs. Explicaba a la gente mi angustia, mi impotencia. Me dijeron que, si no hab¨ªa hecho nada, me quedara e hiciera vida normal. Y eso hice¡±. Tuvo miedo de entrar en prisi¨®n, pero ya luego se aisl¨®. ¡°Si se aprueba y estoy dentro, ol¨¦, y si no sigo como toca¡±, cuenta el joven, que en estos a?os ha pasado de trabajar como mec¨¢nico de camiones y motos a arreglar motores de barcos, y que nunca perdi¨® de vista la amenaza real de ingresar en prisi¨®n.
¡°Han conseguido meternos miedo¡±
El dinero, m¨¢s que la c¨¢rcel, fue lo que siempre preocup¨® a Gerard M. (nombre ficticio), uno de los llamados ¡°tres de Granollers¡±, que fueron condenados a tres a?os de c¨¢rcel cada uno por atentado a agentes de la autoridad el 1 de octubre de 2020. Los chicos, que ten¨ªan entonces 18 a?os, acudieron a la convocatoria de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de ?mnium Cultural en el centro de Barcelona para conmemorar el tercer aniversario del refer¨¦ndum del 1-O. Seg¨²n la sentencia, lanzaron piedras a una furgoneta policial. Gerard, adem¨¢s, trat¨® de evitar la detenci¨®n y, en su huida, embisti¨® a un polic¨ªa, que sufri¨® una fractura en el peron¨¦. Por eso se le impuso el pago de una indemnizaci¨®n de 76.647 euros.
¡°Somos inocentes al 100%. No hicimos nada. ?Que ante la justicia sigo siendo culpable y solo me han perdonado? Bueno, es el menor de mis problemas. He pasado cuatro a?os pendiente de qu¨¦ pasar¨ªa conmigo, pensando en c¨®mo pagar¨ªa la multa y parando proyectos personales por miedo a pasarme media vida pagando un dinero que no tengo. Y por algo que no hice. Lo ¨²nico que hice fue correr por mi vida. Pensaba que eran nazis o gente de ultraderecha, no sab¨ªa que eran secretas. Nunca he querido hacer da?o a nadie¡±, cuenta Gerard, que ahora tiene 23 a?os y trabaja en el sector de las artes gr¨¢ficas. ¡°Han conseguido cagarnos, meternos miedo. He rehecho mi vida, pero me fastidia tener que seguir pendiente del tema. En fin, seguiremos luchando...¡±, cuenta. Porque la sentencia le exonera de responsabilidad penal y cancela sus antecedentes penales, pero deja la puerta abierta a que el polic¨ªa reclame el dinero.
Ignacio M., otro amnistiado, se siente feliz porque, ahora s¨ª, para ¨¦l ¡°todo ha terminado¡±. Pero no olvida estos ¨²ltimos cinco a?os de ¡°ansiedad, desconcierto y terror¡±, explica este hombre de 30 a?os que se manifest¨® en Barcelona un d¨ªa despu¨¦s de que lo hiciera Oleks. La noche del 19 de octubre de 2019, los disturbios fueron intensos en torno a la plaza Urquinaona. Hubo barricadas y lanzamiento de objetos. La sentencia atribuye a Ignacio haber herido levemente a un polic¨ªa en ese contexto. Y le conden¨® a una pena menor, de un a?o de c¨¢rcel. La recurri¨®. Pero el TSJC ha resuelto como en los otros casos: da por buenos los hechos de la primera sentencia y le amnist¨ªa.
¡°Estoy animado, la verdad. Tengo la sensaci¨®n de que se ha hecho justicia. No ten¨ªa claro que me fuesen a amnistiar. Esta ley es una forma de romper el ciclo de odio y de ver que las cosas no se pueden solucionar a palos¡±. Ignacio, que fuma un cigarrillo en un descanso de su turno como dependiente de un supermercado, lo ha pasado mal. ¡°El proceso, de cinco a?os, ha sido devastador a nivel personal, social¡ Ves amenazada tu supervivencia por una sombra gigantesca que te acompa?a vayas donde vayas. Y te sientes solo porque, aunque tu familia te apoye, nadie, salvo los que han pasado lo mismo, pueden empatizar del todo contigo¡±. No piensa celebrar nada (¡°el da?o que te han hecho ya est¨¢ hecho y no se arregla con que te digan que est¨¢s amnistiado¡±), pero pide que se cite expresamente a su abogado, Xavier Sirvent: ¡°Ha estado ah¨ª, a nivel humano ha sido incre¨ªble¡ ?Es el puto amo!¡±.
¡°Es una victoria popular¡±
A diferencia del distra¨ªdo Oleks, Sergi V. s¨ª estaba pendiente de las noticias el pasado 25 de junio. ¡°Estaba comiendo, vi que sal¨ªa la amnist¨ªa de Buch y entend¨ª que la nuestra no tardar¨ªa en salir¡±. Este joven de 26 a?os, que trabaja en el mundo editorial, acudi¨® a una protesta, en el parque de la Ciutadella de Barcelona (sede del Parlamento catal¨¢n), convocada por entidades independentistas para protestar por la investidura fallida del expresident Carles Puigdemont. Los hechos ocurrieron la tarde del 30 de enero de 2018. M¨¢s de 1.000 personas hab¨ªan logrado entrar al parque pese al dispositivo de seguridad. Sergi y otras cinco personas fueron condenadas en primera instancia a penas menores por participar en la refriega con los antidisturbios.
A Sergi le impusieron cinco meses de c¨¢rcel. Aunque los hechos siguen (a efectos ret¨®ricos) inc¨®lumes, ha quedado exonerado de toda responsabilidad penal. Est¨¢ satisfecho. A medias. ¡°Debemos reivindicar la amnist¨ªa como una victoria popular, de la gente. Uno de los consensos m¨¢s grandes en Catalu?a es el fin de la represi¨®n. Lo m¨¢s importante es que gente como Oleks y otros j¨®venes que estaban en riesgo no entren en prisi¨®n. Pero es una victoria parcial y agridulce¡±, matiza.
M¨¢s politizado que otros compa?eros de fatigas, Sergi lamenta las trabas de algunos jueces para aplicar la ley (¡°hemos visto el deep state [Estado profundo o cloacas del Estado] dentro del deep state¡±) y la pugna pol¨ªtica entre Junts y ERC por apropiarse de la iniciativa. Asegura que ha sido sometido a una causa judicial con ¡°car¨¢cter pol¨ªtico¡± y admite que ser beneficiario de la ley supone ¡°un alivio¡±. Los seis a?os transcurridos desde su arresto no han sido f¨¢ciles. Y han impactado en su vida. ¡°Si pones nuestros nombres en Google, lo primero que sale es nuestra implicaci¨®n en esta causa. Durante un tiempo me cost¨® mucho encontrar piso. Nos hemos visto expuestos a una situaci¨®n que no hemos escogido, somos ciudadanos an¨®nimos¡±.
¡°Es un aprobado general¡±
El ¨²nico personaje p¨²blico de entre los primeros amnistiados es Miquel Buch, consejero de Interior de Junts durante el Gobierno de Quim Torra. La Audiencia de Barcelona conden¨® a Buch a cuatro a?os y medio de c¨¢rcel por contratar como supuesto asesor a un mosso d¡¯esquadra, Llu¨ªs Escol¨¤, que seg¨²n la sentencia trabaj¨® en realidad como escolta de Puigdemont en Waterloo (B¨¦lgica), donde hab¨ªa huido de la justicia espa?ola. En entrevistas en radio y televisi¨®n en las horas posteriores a la noticia, el exconsejero traslad¨® esa misma sensaci¨®n agridulce: ¡°Para m¨ª ha sido un aprobado general. Porque yo iba para nota. Ten¨ªamos un muy buen recurso. Y al tribunal le habr¨ªa costado mucho mantener la sentencia inicial. Sigo defendiendo mi honorabilidad, mi gesti¨®n y lo que hice¡±, reivindica.
¡°Mi familia, mis amigos, estamos contentos hoy, no deja de ser una buena noticia¡±, cont¨® Buch, que conf¨ªa en que su caso (fue condenado por prevaricaci¨®n y malversaci¨®n) sirva de ¡°precedente¡± para las causas que, tanto en Catalu?a como en Madrid, afrontan otros cargos pol¨ªticos por ese mismo delito de malversaci¨®n. ¡°Hemos sido los primeros, pero yo no me sentir¨¦ contento del todo hasta que estemos todos, hasta que est¨¦ el ¨²ltimo¡±, subray¨® en una de las entrevistas, en TV3.
Buch ha preferido no hablar con EL PA?S. Prefiere ser prudente. Porque puede que no todo haya acabado a¨²n. La Fiscal¨ªa cree que su caso queda extramuros de la medida de gracia. Y sopesa recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo, seg¨²n fuentes judiciales. Tampoco ha querido hablar el mosso al que contrat¨®, que gracias a la amnist¨ªa evita una inhabilitaci¨®n que le hubiese apartado del cuerpo de Mossos d¡¯Esquadra. Ni lo han hecho muchos de los amnistiados por las protestas del proc¨¦s. No lo hacen porque no les apetece. O porque sienten que a¨²n es demasiado pronto. O porque quieren pasar p¨¢gina. O porque, protagonistas involuntarios de la historia contempor¨¢nea, prefieren conservar el anonimato o recobrar el que un d¨ªa perdieron.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.