Los amnistiables de las protestas del ¡®proc¨¦s¡¯: ¡°En lo personal, me importa m¨¢s bien poco¡±
Unas 200 personas inmersas en causas penales por delitos contra el orden p¨²blico podr¨ªan beneficiarse de la medida, aunque colectivos y abogados creen que la cifra ¡°se queda corta¡±
Participar en una protesta contra la sentencia del proc¨¦s puede costarle a Oleksandr S. muy caro. Este joven de Arenys de Mar (Barcelona) fue condenado el pasado mi¨¦rcoles a siete a?os y medio de c¨¢rcel, la m¨¢s alta de todas las causas abiertas por las movilizaciones, por haber arrojado un petardo a dos polic¨ªas durante los disturbios en la plaza de Urquinaona el 18 de octubre de 2019. El caso de este joven de origen ucranio es singular. Pero tanto ¨¦l como los otros dos j¨®venes (Francesc y Erik) que en verano le acompa?aron en el banquillo por des¨®rdenes, atentado a la autoridad y lesiones ser¨¢n, previsiblemente, beneficiados por la ley de amnist¨ªa. Los tres negaron los hechos y Francesc denunci¨® haber sido golpeado por los agentes durante la detenci¨®n.
El Gobierno calcula que, adem¨¢s de 73 polic¨ªas y guardias civiles que reprimieron las votaciones el 1 de octubre de 2017, un total de 309 independentistas quedar¨¢n bajo el paraguas de la amnist¨ªa. De ¨¦stos, algo m¨¢s de un centenar corresponde a pol¨ªticos o cargos p¨²blicos involucrados en la organizaci¨®n de las consultas del 9-N y del 1-O. El resto, unos 200, son manifestantes o activistas inmersos en causas penales por haber cometido, durante las protestas, alg¨²n tipo de delito contra el orden p¨²blico. Aqu¨ª se incluyen, en teor¨ªa (todo depender¨¢ en ¨²ltima instancia de la interpretaci¨®n de los jueces) los 12 miembros de los Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica (CDR) procesados por terrorismo en el caso Judas, o un n¨²mero indeterminado de personas que sustent¨® las movilizaciones de Tsunami Democr¨¤tic, incluida la ocupaci¨®n del aeropuerto de El Prat. No hay, al contrario de lo que dijo la vicepresidenta en funciones Yolanda D¨ªaz cuando defendi¨® que la amnist¨ªa estaba pensada para la ¡°gente com¨²n¡±, ¡°directores que abrieron las escuelas¡± el 1-O para votar y que sufren por ello consecuencias judiciales.
Muchos archivos y absoluciones
Los abogados y organizaciones que defienden a estas personas consideran que la cifra que maneja el ejecutivo de Pedro S¨¢nchez se queda corta. La mayor parte de asuntos tiene al menos cuatro a?os de antig¨¹edad, pues el grueso de las protestas se produjo a partir de octubre de 2019, coincidiendo con la sentencia del Tribunal Supremo. En este tiempo, ¡°muchos casos se han archivado¡± por falta de indicios y otros tantos, tambi¨¦n una cifra relevante, ¡°han culminado en absoluci¨®n¡±, explica Mart¨ª Majoral, portavoz de Alerta Solid¨¤ria, un colectivo antirrepresivo que defiende a muchos de estos j¨®venes y que est¨¢ haciendo un repaso exhaustivo de casos. Tambi¨¦n ha habido condenas, pero hasta ahora han sido menores: penas de c¨¢rcel inferiores a los dos a?os de c¨¢rcel y penas de multa ya extinguidas.
¡°Pero tambi¨¦n hay muchas causas de mayor enjundia, m¨¢s complejas, que siguen vivas¡±, subraya Majoral, quien lamenta que la amnist¨ªa es ¡°muy restrictiva¡± y puede dejar fuera actos de protesta que no est¨¢n directamente vinculados al proc¨¦s, pero s¨ª ¨ªntimamente relacionados. ¡°Por ejemplo, las protestas contra el Rey, o contra el fascismo¡±, incide. A ese lamento se suma ?mnium, que celebra la ¡°conquista¡± de la amnist¨ªa pero pide que se enmiende ¡°alguna ambig¨¹edad¡± en el redactado y se restrinja ¡°el margen interpretativo de los jueces¡±.
Casos en la frontera
Uno de esos casos en la frontera es el de Marcel Vivet, un activista de la izquierda independentista de Badalona que fue procesado y condenado por des¨®rdenes y atentado a un mosso d¡¯esquadra durante una protesta contra el sindicato Jusapol y contra la violencia policial en Barcelona. Marcel fue condenado inicialmente a m¨¢s de cinco a?os de c¨¢rcel, aunque el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC) la rebaj¨® a a?o y medio y la dej¨® en suspenso con la condici¨®n de que no volviera a delinquir. Vivet admite que su caso tal vez no queda expresamente recogido en la proposici¨®n de ley, pero pide una interpretaci¨®n amplia. ¡°No es la amnist¨ªa total o la m¨¢s interesante que se podr¨ªa haber presentado. Si existiese buena voluntad, mi caso tendr¨ªa que entrar. Pero esperar buena voluntad de este Estado es ser demasiado inocentes¡±, reflexiona Vivet, que es profesor en un instituto de secundaria.
Vivet admite que, si finalmente queda al abrigo de la amnist¨ªa, obtendr¨¢ algunas ventajas: se cancelar¨¢n sus antecedentes penales y eludir¨¢ a¨²n m¨¢s el riesgo de ingresar en prisi¨®n en caso de un nuevo encontronazo con la justicia. Su familia y su entorno le preguntan qu¨¦ pasar¨¢. ?l se encoge de hombros y le resta importancia al asunto. ¡°Sinceramente, a nivel personal me importa m¨¢s bien poco esta amnist¨ªa. Lo que me preocupa es que sirva para ejercer el derecho de autodeterminaci¨®n que nos arrebataron¡±, dice Vivet. Militante de Poble Lliure, de la CUP y de otras organizaciones de la izquierda independentistas. critica que el Estado ¡°aproveche la amnist¨ªa para perdonar a sus polic¨ªas¡±, en alusi¨®n a los 73 agentes investigados por lesiones (y en algunos casos por torturas) por su actuaci¨®n en el refer¨¦ndum del 1-O.
Aunque la prioridad siempre fue salvar a los cargos pol¨ªticos, ERC y Junts procuraron desde el principio que la ley de amnist¨ªa no dejara tirados a los ciudadanos que les dieron su apoyo durante la aventura secesionista. Estos constituyen, al final, el grueso de los posibles beneficiados. Los delitos cometidos durante las protestas del proc¨¦s quedan expresamente recogidos en la proposici¨®n de ley. Se mencionan ya en la exposici¨®n de motivos, que cubren dos ¨¢mbitos. Por un lado, ¡°las acciones de protestas para permitir la celebraci¨®n¡± del refer¨¦ndum, o sea los enfrentamientos con la polic¨ªa el 1-O a la puerta de los colegios. Por el otro, las protestas para ¡°mostrar oposici¨®n al procesamiento o condena de sus responsables¡±, cuyo m¨¢ximo exponente fue la semana de disturbios que, en octubre de 2019, dej¨® escenas de gran violencia en el centro de Barcelona. ¡°Tal como est¨¢ redactada, abarca la totalidad de las sentencias postsentencia, tambi¨¦n las m¨¢s ic¨®nicas de plaza Urquinaona. Habr¨¢ que analizar caso por caso, se presentar¨¢n escritos y los jueces tendr¨¢n que dictar el sobreseimiento o, si se ha llegado a juicio, la absoluci¨®n¡±, reflexiona Xavier Mu?oz, abogado que defiende a algunos de los procesados. En el articulado, la ley de amnist¨ªa desarrolla esa idea y menciona los delitos amparados: desobediencia, des¨®rdenes p¨²blicos, atentado a la autoridad, resistencia y ¡°otros actos contra el orden y la paz p¨²blica¡±.
Puedes seguir a EL PA?S Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.