Ernest Maragall denuncia la ¡°verg¨¹enza¡± por la campa?a difamatoria en su contra y se?ala al exdirector de comunicaci¨®n de ERC
El exl¨ªder del partido en Barcelona retir¨® la denuncia inicialmente interpuesta para ¡°evitar un sufrimiento in¨²til¡± a su familia
Ernest Maragall, cabeza de lista de ERC a las elecciones municipales de 2023 al Ayuntamiento de Barcelona, ha se?alado a Tolo Moya, exdirector de comunicaci¨®n del partido, como la persona que hab¨ªa detr¨¢s de la campa?a difamatoria contra el candidato que se ejecut¨® durante la campa?a electoral. ¡°Muy pronto qued¨® claro que era la persona que hab¨ªa tenido su responsabilidad desde el punto de vista org¨¢nico¡±, ha denunciado en una carta abierta en su perfil social de X. Maragall ha compartido su ¡°verg¨¹enza y horror por pertenecer, de alguna forma, a un pedazo de sociedad capaz de llevar a cabo actuaciones tan indecentes¡±.
El 8 de marzo 2023, tres semanas antes de los comicios municipales, aparecieron unos carteles colgados en diferentes del territorio con el t¨ªtulo ¡°Fuera el Alzh¨¦imer de Barcelona¡± y en el que se visibilizaban las im¨¢genes del expresidente de la Generalitat, Pasquall Maragall [que sufre la enfermedad desde hace a?os], y su hermano. El candidato republicano, ya retirado de la vida pol¨ªtica, denunci¨® los hechos a los Mossos, que detuvieron a tres personas de la comarca del Anoia. Tras conocer que el origen de la acci¨®n se encontraba en su propio partido pidi¨® archivar la denuncia para ¡°evitar sufrimientos¡± in¨²tiles a ¨¦l y a su familia.
¡°Constatar [tras la investigaci¨®n policial] que la autor¨ªa correspond¨ªa a unas personas contratadas desde alg¨²n ¨¢mbito de responsabilidad interna de Esquerra me gener¨® una mezcla de asombro y malestar profundo, incapaz de entender qu¨¦ sentido pod¨ªa tener, qu¨¦ objetivos persegu¨ªa o qui¨¦n hab¨ªa podido tomar una iniciativa de ese tipo¡±, asegura en la misiva.
Maragall explica que contact¨® con la direcci¨®n del partido, aunque no concreta con qui¨¦n. ¡°Muy pronto qued¨® claro que el entonces director de Comunicaci¨®n del partido [Tolo Moya] era la persona que hab¨ªa tenido su responsabilidad desde el punto de vista org¨¢nico. ?l era quien, de acuerdo con las investigaciones practicadas, manten¨ªa contacto con quienes ejecutaron la acci¨®n de colocaci¨®n de los carteles ofensivos que est¨¢n en el origen de la cuesti¨®n¡±. El excandidato admite que el propio Moya le present¨® ¡°excusas formales¡± por lo que, dice, ¨¦l tambi¨¦n consideraba unos hechos ¡°lamentables¡± que se hab¨ªan producido por ¡°falta de control suficiente por su parte¡±.
A continuaci¨® trobareu la meva reflexi¨® a partir de la publicaci¨® al @diariARA d'una ¨¤mplia cr¨°nica sobre uns fets lamentables i prou coneguts succe?ts ja fa m¨¦s d'un any: pic.twitter.com/3oJvG5LgkE
— Ernest Maragall i Mira (@ernestmaragall) July 2, 2024
Tras haber abandonado cualquier responsabilidad pol¨ªtica, Maragall pidi¨® el archivo de las actuaciones policiales ¡°para evitar que unos hechos lamentables pero ya cerrados¡± pudieran seguir causando sufrimiento ¡°in¨²til en mi entorno personal y familiar¡±. ¡°Entiendo que todo lo anterior no disminuye ni excusa la responsabilidad pol¨ªtica de Esquerra en todo el asunto¡±, asegura, aunque a?ade que le consta la voluntad de ERC ¡°por no cerrar en falso la cuesti¨®n¡±. Maragall finaliza la carta compartiendo los sentimientos de ¡°verg¨¹enza y horror por pertenecer, de alguna forma, a un pedazo de sociedad capaz de llevar a cabo actuaciones tan indecentes¡±.
La eclosi¨®n del caso ilustra de nuevo la crisis interna del partido, dividido tras los ¨²ltimos resultados electorales. La portavoz de ERC, Raquel Sans, asegur¨® el lunes que tanto el expresidente de la formaci¨®n Oriol Junqueras como la secretaria general Marta Rovira tuvieron conocimiento cuando uno de los detenidos confes¨®, pero el propio Junqueras, que aspira a recuperar el pr¨®ximo noviembre el liderazgo de los republicanos, asegur¨® despu¨¦s en X que desconoc¨ªa ¡°la existencia de estas pr¨¢cticas¡±. La investigaci¨®n, adelantada por Ara, plantea que la gesti¨®n del encargo de la pegada de carteles se realiz¨® a trav¨¦s de una empresa del partido, conocida como ¡°B¡± y el pago ascendi¨® a entre 1000 y 2000 euros.
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