Miles de personas se manifiestan en Barcelona contra el turismo masivo
La marcha, bajo el lema ¡°Decrecimiento tur¨ªstico ya¡±, reclama medidas contra las consecuencias nocivas de esta actividad
Barcelona tambi¨¦n dice basta. El hartazgo por la masificaci¨®n tur¨ªstica y contra un modelo econ¨®mico que una parte cada vez mayor de la ciudadan¨ªa considera pernicioso e insostenible ha sacado a la calle este s¨¢bado a miles de personas (2.800 seg¨²n la Gu¨¤rdia Urbana de Barcelona, 20.000 seg¨²n la organizaci¨®n) en una marcha que se suma a las que en mayo y junio ya llenaron las calles de Palma (Mallorca), M¨¢laga o Canarias. La protesta en la capital catalana ha canalizado el malestar creciente que se vive en distintos barrios de la ciudad por un problema que ya ha dejado de pertenecer solo al centro de Barcelona, pero que tiene en la emblem¨¢tica v¨ªa de La Rambla su epicentro y su s¨ªmbolo m¨¢s reconocible. Precisamente ah¨ª es donde ha empezado la manifestaci¨®n, cuyo recorrido, al principio secreto, ha pasado por la caseta de la Copa del Am¨¦rica en el Port Vell y ha terminado frente al mar en la Barceloneta, entre miles de turistas que quer¨ªan sacar fotos de la estatua de Col¨®n o del Paseo Mar¨ªtimo, y que han terminado retratando pancartas con mensajes como ¡°Tourism kills the city¡± o ¡°Tourists go home¡±. A la misma hora, unas 400 personas se han manifestado en Girona bajo el mismo lema.
La marcha de Barcelona -que la Guardia Urbana cifra en 2.800 participantes, un n¨²mero a simple vista por debajo de la cantidad de personas reunidas, y la organizaci¨®n en 20.000, un n¨²mero igualmente m¨¢s alto de lo que se percibe- es la primera de esta magnitud que se recuerda en la capital catalana para protestar contra el turismo, una actividad que ha ido creciendo de forma exponencial en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas y que, en 2019, lleg¨® a la cifra de 17,3 millones de visitantes que pernoctan en la ciudad y otros 10,5 millones que lo hacen fuera, pero que pasan el d¨ªa en las calles barcelonesas. Casi 30 millones de viajeros y una industria que ha ido cambiando parte del paisaje barcelon¨¦s, desde los comercios hasta los pisos tur¨ªsticos, y que ha dejado un reguero de malestar por los problemas de convivencia con los vecinos de algunos barrios y por fen¨®menos como la gentrificaci¨®n. El par¨®n de la pandemia puso una pausa a este problema ¡ªmuchos manifestantes recordaban que el primer d¨ªa en que se relajaron las medidas de confinamiento aprovecharon para ir a pasear a una Rambla vac¨ªa de turistas o llevar a sus hijos a jugar a la plaza Reial¡ª, pero la previsi¨®n es que este verano se superen todos los r¨¦cords de visitantes en la ciudad.
La cifra oficial de manifestantes facilitada por la Guardia Urbana, consensuada con los Mossos, deja la ciudad de Barcelona, con 1,65 millones de habitantes, en una proporci¨®n inferior al resto de protestas que se han vivido en Espa?a. En Palma, con 423.350 habitantes, se manifestaron el pasado 25 de mayo unas 10.000 personas, seg¨²n las cofras oficiales; en M¨¢laga el 29 de junio fueron unas 15.000 sobre una poblaci¨®n de m¨¢s de 531.000 personas; y el pasado 20 de abril se abri¨® la veda a las protestas masivas contra el turismo en Canarias, con 57.000 manifestantes en el archipi¨¦lago, que cuenta con m¨¢s de 2,2 millones de habitantes. Convocada por m¨¢s de 100 entidades, la marcha, bajo el lema Prou, posem l¨ªmits al turisme (¡±Basta, pongamos l¨ªmites al turismo¡±), ha estado capitaneada por la Assemblea de Barris pel Decreixement Tur¨ªstic, que aboga desde hace a?os por un cambio de modelo y no solo un freno, sino un decrecimiento del turismo.
La nostra voluntat i el comprom¨ªs de limitar la massificaci¨® tur¨ªstica i les seves conseq¨¹¨¨ncies a la ciutat ¨¦s ferm. Ho demostren les mesures que hem pres i que continuarem implementant.
— Jaume Collboni (@jaumecollboni) July 6, 2024
En el marc del Pla Viure d'habitatge, suprimirem m¨¦s de 10.000 pisos tur¨ªstics perqu¨¨¡
Durante la marcha se han vivido algunos momentos de tensi¨®n cuando los manifestantes han increpado a turistas que hac¨ªan fotos o simplemente estaban tomando algo en las terrazas de los restaurantes. Manifestantes han ¡°precintado¡± algunos hoteles y restaurantes, y han rociado con pistolas de agua a los turistas, lo que ha llevado a alg¨²n enfrentamiento verbal que ha terminado r¨¢pidamente. ¡°Oh, yo soy turista, ?van contra m¨ª?¡±, se preguntaba un visitante que se ha visto envuelto por la manifestaci¨®n. Otra pareja de visitantes estaba a punto de entrar en un restaurante cuando un grupo de manifestantes ha barrado el paso con una cinta. ¡°Es la primera vez que venimos a Barcelona, nos encanta. Nadie nos hab¨ªa dicho que hay este malestar¡±, han expresado.
Varias furgonetas de los Mossos d¡¯Esquadra han escoltado la manifestaci¨®n, y finalmente se han situado delante de los restaurantes para evitar m¨¢s enfrentamientos. La marcha ha terminado en la plaza del Mar, donde se ha le¨ªdo el manifiesto. ¡±La ciudadan¨ªa sufre directamente las consecuencias del turismo con el aumento de los costes de la vida, de los alquileres, la presi¨®n sobre los servicios p¨²blicos y la p¨¦rdida de la identidad local de la ciudad¡±, han expresado los organizadores, que han pedido reducir el n¨²mero de vuelos en el aeropuerto, el cierre de las terminales de cruceros en el puerto, y la eliminaci¨®n de los alojamientos tur¨ªsticos, incluidos hoteles y residencias. ¡°Las casas para las que vivimos aqu¨ª¡±, han dicho.
La convocatoria ha conectado con distintos problemas que se viven en varios barrios de Barcelona, empezando por el centro, con el G¨°tic, el Born, la Barceloneta o el Raval tensionados por los pisos tur¨ªsticos y el incivismo relacionado con el turismo. Pero tambi¨¦n en barrios como La Sagrada Familia, el Carmel ¡ªel a?o pasado se tuvieron que cerrar los b¨²nqueres del Carmel por la masificaci¨®n tur¨ªstica en este lugar que tiene vistas sobre toda Barcelona¡ª, los barrios cercanos al Park G¨¹ell u otros m¨¢s alejados de atractivos tur¨ªsticos, pero que tambi¨¦n empiezan a notar sus efectos. Por otro lado, la industria tur¨ªstica y el Ayuntamiento recuerdan que esta actividad aporta el 14% del PIB de la ciudad y m¨¢s de 150.000 puestos de trabajo.
La manifestaci¨®n llega adem¨¢s a las puertas de que se celebre la Copa del Am¨¦rica, que cuenta con cierto rechazo entre parte de la ciudadan¨ªa ¡ªen especial en la Barceloneta, donde mientras se celebre la competici¨®n los vecinos y coches tendr¨¢n que presentar una acreditaci¨®n para entrar en el barrio¡ª y en un momento en el que el Ayuntamiento de Jaume Collboni ha venido propiciando eventos como la pasarela de Louis Vuitton en el Park G¨¹ell o la demostraci¨®n de Formula 1 en el Paseo de Gr¨¤cia. Collboni tambi¨¦n ha anunciado medidas para paliar los efectos del turismo ¡ªcomo el aumento de la tasa tur¨ªstica hasta los 7,50 euros por persona, el anuncio de que se estudia reducir los cruceros que llegan a la ciudad o el anuncio de que se eliminar¨¢n 10.000 pisos tur¨ªsticos¡ª, pero son medidas a largo plazo y los manifestantes no lo perciben como una soluci¨®n al problema. El propio Collboni, antes de la manifestaci¨®n, ha detallado en la red social X las medidas que ha anunciado el Ayuntamiento para hacer frente a la masificaci¨®n. Collboni ha sido objeto de muchas de las cr¨ªticas en los c¨¢nticos y pancartas de la manifestaci¨®n, a la que han acudido pol¨ªticos como Janet Sanz, de Barcelona En Com¨², o Mireia Veh¨ª, de la CUP.
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