Las mujeres de la ¡®generaci¨®n s¨¢ndwich¡¯ ganar¨ªan 2.782 euros brutos al mes si cobrasen por cuidar a sus padres
Un estudio muestra que la participaci¨®n de los hombres en estos cuidados crece en Catalu?a, pero son m¨¢s propensos a dejar el trabajo, mientras que las mujeres lo suelen compaginar
Los ejemplos est¨¢n por todas partes. Mujeres que empezaron una carrera profesional, tuvieron que dejarla o reducir su jornada para cuidar a los hijos, y cuando la han querido retomar ¡ªsi es que el mercado laboral se lo ha permitido¡ª se encuentran con una nueva dificultad: sus padres se empiezan a hacer viejos y son ellas las que asumen la responsabilidad. Pero sin cobrar. ?Qu¨¦ ganar¨ªan si este trabajo s¨ª estuviese remunerado? Un estudio de la Cambra de Comer? de Barcelona ha tratado de dar una respuesta te¨®rica a esta pregunta, analizando el impacto de los cuidados informales en Catalu?a y centr¨¢ndolo en el colectivo que m¨¢s se dedica a ello: las mujeres de la llamada generaci¨®n sandwitch, las que tienen entre 45 y 64 a?os y justo est¨¢n terminando de criar a sus hijos para entrar en el cuidado de sus padres. Ellas dedican una media de 49 horas a la semana a estas tareas, seis m¨¢s que los hombres. Y si cobrasen seg¨²n el convenio pertinente, ganar¨ªan 2.782 euros brutos cada mes. Esta suma contrasta con el gasto medio que dedican las administraciones actualmente en Catalu?a a la dependencia: 536 euros mensuales. Y sirve como alarma en un sector que tiene una renovaci¨®n pendiente ante el envejecimiento demogr¨¢fico que obligar¨¢ a multiplicar por tres o por cuatro el gasto p¨²blico de aqu¨ª a 2050.
El informe de la Cambra de Comer? de Barcelona ¡ªelaborado por su gabinete de estudios econ¨®micos y el Observatori Dona Empresa Economia (ODEE) con la participaci¨®n de la cooperativa de atenci¨®n a la dependencia Suara¡ª cruza datos de la Encuesta de Discapacidad, Autonom¨ªa Personal y Situaciones de Dependencia (EDAD) del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) del a?o 2020 y 2021 para analizar qui¨¦n se responsabiliza m¨¢s de los cuidados, qu¨¦ impacto tiene sobre la salud de las personas, cu¨¢l ser¨ªa el impacto econ¨®mico de esta actividad si estuviese remunerada y qu¨¦ retos tiene la administraci¨®n ante el envejecimiento demogr¨¢fico. El informe certifica que en Catalu?a hay al menos 151.000 personas que realizan cuidados informales. De ellas, el 63% son mujeres, un porcentaje que se ha ido reduciendo (en 2008 era el 72%) por la mayor participaci¨®n de los hombres. Pero tambi¨¦n en esta evoluci¨®n hay matices: se explica por la incorporaci¨®n de la mujer al mercado de trabajo y tambi¨¦n porque, en familias cada vez m¨¢s peque?as, a los hombres les toca cada vez m¨¢s participar en los cuidados. Adem¨¢s, seg¨²n recoge el estudio, los hombres que cuidan de los mayores suelen optar por dejar de trabajar o prejubilarse, mientras que las mujeres suelen compaginar m¨¢s el trabajo con estas tareas.
El estudio incide sobre todo en un segmento de la poblaci¨®n concreto: la generaci¨®n sandwitch, la que cuida o est¨¢ terminando de cuidar a sus hijos, y ya tiene que empezar a cuidar a sus padres. En este colectivo, formado por unas 60.000 personas (cuatro de cada 10 cuidadores) las mujeres hijas de las personas que cuidan representan el 66%. Ellas dedican unas 49,3 horas a la semana a esta tarea, mientras que los hombres dedican 43,8 horas. Tambi¨¦n son las que sufren m¨¢s consecuencias negativas de esta actividad: el estudio detalla que las mujeres tienen m¨¢s probabilidades de dejar su trabajo o reducir su jornada laboral, ven reducido su tiempo de ocio y su capacidad para ir de vacaciones, sufren m¨¢s de cansancio y de depresi¨®n: el 42% de las mujeres cuidadoras dice que est¨¢ deprimida frente al 22% de los hombres.
En un intento por visibilizar estos cuidados, el estudio hace un ejercicio te¨®rico para ver cu¨¢nto costar¨ªa remunerar todas las horas que se dedican a los cuidados. En total, las 151.000 personas que hacen estas tareas dedican a ellas 411,8 millones de horas (el 6,8% del total de horas trabajadas), contando las horas en las que cuidan mientras conviven con los mayores. Si se remunerasen aplicando el convenio colectivo auton¨®mico del Servicio de Atenci¨®n Domiciliaria, que establece un salario de 14,11 euros, esto se traducir¨ªa en un total de 5.811 millones de euros anuales. Tomando de ejemplo a una mujer de mediana edad, si trabaja 49,3 horas a la semana en los cuidados, lo que podr¨ªa cobrar ser¨ªa 2.782 euros brutos al mes. El estudio analiza tambi¨¦n el impacto indirecto e inducido de los cuidados, y eleva a¨²n m¨¢s las variables: esta actividad llega a representar el 4,1% del valor a?adido bruto catal¨¢n y el 10,9% de la ocupaci¨®n total.
Estas cifras, puestas en perspectiva ante el futuro que dibuja el envejecimiento demogr¨¢fico, ser¨¢n a¨²n m¨¢s preocupantes. De aqu¨ª a 2050 la poblaci¨®n de m¨¢s de 64 a?os pasar¨¢ del 19% al 30%, y la tasa de dependencia pasar¨¢ del 29% al 50%. En otras palabras, por cada persona en edad inactiva habr¨¢ solo una en edad activa. La responsable del estudio, Carme Poveda, directora del ODEE y directora de an¨¢lisis econ¨®mico de la Cambra, ha enlazado estas proyecciones con la evoluci¨®n del gasto p¨²blico: en Catalu?a en 2023 este fue de 1.460 millones de euros, unos 6.400 euros por prestaci¨®n anuales (536 euros al mes). Tomando las proyecciones demogr¨¢ficas, este gasto p¨²blico tendr¨ªa que multiplicarse por tres o por cuatro para poder hacer frente a la demanda. Y Espa?a, que est¨¢ en la parte media-baja de la tabla de comparaci¨®n europea (dedica un 1% del PIB a la dependencia, 0,8% de la parte p¨²blica y 0,2% de los hogares), tiene mucho recorrido por hacer.
Entre las propuestas que la Cambra y Suara han hecho, destacan reforzar la ayuda a domicilio personalizada, aumentar la corresponsabilidad entre hombres y mujeres, apostar por la formaci¨®n y el bienestar de las personas cuidadoras y sobre todo aumentar la financiaci¨®n. En el ¨¢mbito de las empresas, se ha instado a las compa?¨ªas a aumentar la flexibilidad para que los empleados puedan compaginar la carrera profesional con los cuidados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.