Estopa 25 a?os despu¨¦s de ¡®La maqueta¡¯: ¡°Ahora hasta los de Pedralbes se visten de ¡®canis¡¯
La banda de Cornell¨¤ celebra su cuarto de siglo con ¡®Estopa. Una tarde tonta y caliente¡¯, un documental que recoge su concierto en el Estadi Ol¨ªmpic en julio
¡°?Quer¨¦is una cerveza fresquita? Tenemos la nevera llena¡±. Es de julio y David Mu?oz, medio Estopa, recibe a un equipo de tres periodistas en los vestuarios del FC Barcelona del Estadi Ol¨ªmpic. Su hermano Jos¨¦ se retrasar¨¢ unos minutos. Est¨¢ grabando una entrevista para el documental Estopa. Una tarde tonta y caliente (producci¨®n de Sony Music Vision para Movistar Plus+ disponible en la plataforma desde el viernes 18 de octubre en la plataforma). Quedan 24 horas para que se celebre ese concierto hist¨®rico en el Ol¨ªmpic. Un hito por ser la primera banda espa?ola que llena hasta arriba ese escenario con 60.000 personas que volver¨¢n a casa la madrugada del 11 de julio, af¨®nicas perdidas tras dejarse las cuerdas gritando sobre comerse la noche cacho a cacho gramo a gramo, sabiendo por qu¨¦ tus ojos no tienen due?o porque no son de este mundo.
¡°Pues claro que esto nos supera, como le superar¨ªa a cualquier hijo de vecino¡±, cuenta David sobre la expectaci¨®n frente a ese directo hist¨®rico. El del Ol¨ªmpic es un concierto de estadio m¨¢s en esta gira, pero ¡°el m¨¢s importante de todos¡± en un tour que acabaron el viernes pasado en el Sant Jordi. Ya no lo viven como antes. Ahora hay hijos, familias y ganas de tocar, pero tambi¨¦n de vivir tranquilo. ¡°Exceptuando a los conciertos en Latinoam¨¦rica, donde dimos 7 conciertos en 13 d¨ªas, aqu¨ª viajamos s¨¢bado, el mismo d¨ªa que tocamos. Llegamos con la prueba de sonido y el domingo volvemos a casa. Ese d¨ªa me lo paso durmiendo y el lunes vuelvo a ser esa persona que puede hacer la compra de la semana y salir a tirar la basura. ?Si no podemos conciliar, qu¨¦ clase de vida es esta?¡±.
Han pasado 25 a?os desde que lo revolucionasen todo con La maqueta, aquel debut sin nombre que acabar¨ªa llam¨¢ndose como lo que era y que primero se pas¨® casi como de contrabando en ced¨¦s pirata con la cubierta fotocopiada y que despu¨¦s saltar¨ªa desde el Baix Llobregat a barriadas hermanadas de toda Espa?a. Estopa cumple medio siglo sin intelectualizarse, sin nostalgias y sin la necesidad de regodearse en su legado. ¡°?Cre¨¦is que hemos abierto puertas?¡±, pregunta David extra?ado cuando es preguntado por c¨®mo Estopa ha podido influir a otros artistas del Baixllu, como Rosal¨ªa o Alizzz. ¡°Me har¨ªa much¨ªsima ilusi¨®n saber que hemos servido para que la gente se quite complejos de charneguismo o de ser no tan rica. Yo no s¨¦ si nosotros hemos abierto puertas, imagino que igual s¨ª, pero no s¨¦ hasta qu¨¦ punto¡±, reflexiona, no sin antes rematar entre risas, y con un gui?o provocador, que ¡°ahora Barcelona es la periferia de Cornell¨¤¡±.
En el documental defienden que ser un ¡°grupo de pueblo¡± es el mejor insulto que han recibido. ¡°Nosotros somos exactamente eso, un grupo del pueblo. Somos el olor a churros, el olor a orquesta, a verbena¡±. Para Jorge Ortiz de Land¨¢zuri, gerente de Originales de no ficci¨®n de Movistar Plus, el documental refleja ¡°la rumba rock del grupo que mejor conecta a las generaciones y las clases¡±. Para Sergi Reitg, vicepresidente de Sony Music Vision y Sony Music Latin-Iberia, la pel¨ªcula ¡°celebra la carrera de unos artistas extraordinarios¡±. Ellos siguen sin sentir que lo son. Ni extraordinarios ni gente de barrio que cae a todo el mundo bien por ir sobrada de desparpajo. ¡°?No somos tan majos! Tambi¨¦n tenemos un lado oscuro, ?eh! Algunos productores y peces gordos lo han probado. Pero s¨ª que no podemos fingir. No nos gusta actuar, nos gusta fluir¡±, afirma David. Y Jos¨¦, que se suma a la entrevista, se r¨ªe cuando le preguntan por c¨®mo valora que ahora haya tantos artistas performando el barrio y la pobreza sin ser nada de eso. ¡°Hay muchos ficticios, ?no? Ahora hasta los de Pedralbes se visten de canis. Van de canis y no lo son. Igual que los hay que van de cantantes, y resulta que no¡±.
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