Eva Comas-Arnal gana el Premio Proa de Novela con una ¡°bioficci¨®n¡± de Merc¨¨ Rodoreda

Eva Comas-Arnal (Gav¨¤, 1975) es periodista, escritora y, sobre todo, rodorediana. Es la impulsora del podcast La Maraldina, dedicado al universo de la autora m¨¢s conocida de la literatura catalana. En 2020 public¨® el ensayo El somni blau (IEC) sobre los sue?os en la narrativa de Rodoreda, y en 2022 public¨® Afinar l¡¯estil, una investigaci¨®n sobre la novela La mort i la primavera centrada en la reescritura de los primeros cap¨ªtulos a partir de los comentarios de Armand Obiols. Ahora da una nueva forma a la documentaci¨®n que ha reunido durante a?os: en Merc¨¨ i Joan, VI Premio Proa de Novela, ficciona algunos a?os de la relaci¨®n entre Merc¨¨ Rodoreda i Joan Prat (el nombre real de Obiols). Ganadora de 40.000 euros, Comas-Arnal ha querido remarcar que, por encima de todo, se trata de ¡°una historia de amor¡±. Antes de agradecer el premio, ha dedicado unas palabras a las v¨ªctimas de la cat¨¢strofe en Valencia y a amigos escritores valencianos.

Xavier Pla, jurado del premio junto a Mar Bosch, Anna S¨¢ez, Vicen? Villatoro y Josep Lluch, ha descrito la novela como ¡°bioficci¨®n¡±: ¡°?Cu¨¢ntos grandes personajes de la historia reciente no han hecho el salto a la ficci¨®n cinematogr¨¢fica y han protagonizado todo tipo de biopics m¨¢s o menos celebrados?¡±. Pla insist¨ªa en la exhaustividad del proceso de composici¨®n: ¡°Se ha documentado como una historiadora y estudiado como una fil¨®loga, pero es importante insistir en que el resultado es una novela noble y audaz¡±.

Merc¨¨ i Joan empieza en el a?o 1948, cuando los dos escritores, exiliados en Par¨ªs, creen que no queda demasiado para el final del r¨¦gimen franquista y podr¨¢n volver. A partir de aqu¨ª, la historia retrocede a 1939 y relata esos nueve a?os previos. El punto de partida es el encuentro entre los dos escritores en Rossy-en-Brie: ¡°Estaven penetrant en un mite. I quin mite! No ho sabien encara; en serien conscients al cap de poc: all¨¤ dins, el temps hi feia trampa. Tot el que hi passava comen?ava per fer un niu a la mem¨°ria, a poc a poc anava creixent com un d¡¯aquells records que es tornen un punt de refer¨¨ncia i, finalment, es quedava gravat de per vida al cervell¡±.

A lo largo de esos a?os, la historia de los dos avanza en relaci¨®n a la Segunda Guerra Mundial, la huida a Limoges y Burdeos por la ocupaci¨®n nazi. Tambi¨¦n temas que han sido ya pol¨¦micos, como la separaci¨®n de Rodoreda y su hijo, que se queda en Catalu?a, o el trabajo de Obiols en la administraci¨®n del campo de concentraci¨®n nazi Lindemann despu¨¦s de escapar del campo de Burdeos, ¡°un descenso al infierno¡±. Comas-Arnal se muestra dispuesta a acercarse a estos hechos con toda su complejidad: ¡°Sabemos que Prat tuvo relaci¨®n con colaboracionistas, como Jos¨¦ Mar¨ªa Otto Warncke, pero tambi¨¦n con la resistencia y el Partido Socialista; y tambi¨¦n que fue ¨¦l quien introdujo un enlace comunista en el interior del bureau del comandante del campo. Todo eso queda explicado en la novela¡±. Por su car¨¢cter ficcional, Comas-Arnal apunta que la novela no aporta datos nuevos pero s¨ª da pistas que podr¨ªan dar pie a futuros ensayos.

Comas-Arnal ha estudiado las cartas, diarios, borradores y novelas de Rodoreda y Obiols, as¨ª como textos posteriores como el ensayo Armand Obiols, d¡¯una fredor que crema (Emp¨²ries), de Quim Torra, o Ells no saben res (Club Editor). A partir de esa informaci¨®n, da cuerpo y voz a muchos personajes de la intelectualidad catalana en el exilio, como Sebasti¨¤ Gasch, Eugeni Xammar o Montserrat Trabal, mujer de Obiols y tercera integrante del tri¨¢ngulo amoroso que se mantiene hasta el final de la novela. Tambi¨¦n imagina personajes desdibujados en las cartas de Rodoreda, como las dos mujeres jud¨ªas que Rodoreda conoce en Limoges. En este ejercicio de imaginar la voz de cada personaje, la autora explica que ha sido imprescindible el estudio de sus cartas, as¨ª como la influencia de Ignasi Potrony, maestro de narradores orales. ¡°Mediante el estilo, he buscado distanciarme de los personajes para verlos de forma distinta¡±, afirma Comas-Arnal.