El plante de Puigdemont a su ¡°Generalitat paralela¡± rubrica la ca¨ªda en desgracia de la entidad
El Consell de la Rep¨²blica, marginado por la p¨¦rdida de influencia y herido por las sospechas de uso indebido de dinero, sufre la dimisi¨®n en bloque de toda su c¨²pula
El ¨²ltimo fin de semana de octubre, Carles Puigdemont se convirti¨® oficialmente en presidente de Junts per Catalunya. El nombramiento, por aclamaci¨®n durante un congreso pol¨ªtico que el partido celebr¨® en Calella (Barcelona), gener¨® un efecto instant¨¢neo en el Consell de la Rep¨²blica, la entidad independentista ideada por el propio Puigdemont desde B¨¦lgica para actuar como una suerte de Generalitat paralela. ¡°Hay que repensar el Consell de la Rep¨²blica y no nos tiene que dar ning¨²n miedo tomar decisiones¡±, manifestaba durante el congreso de Junts una persona que ha ocupado responsabilidades en el ¨®rgano de gobierno del Consell. Ocho d¨ªas m¨¢s tarde, el lunes 4 de noviembre, Puigdemont se reun¨ªa con la c¨²pula de la entidad y decid¨ªa dimitir. Todos sus colaboradores renunciaban, en bloque, con ¨¦l. El vac¨ªo de poder embravece el remolino interno que han provocado las acusaciones contra Toni Com¨ªn, vicepresidente de la entidad, por uso indebido de dinero.
El Consell queda temporalmente en manos de una comisi¨®n gestora y se asoma a un abismo de incertidumbre que rellena de dudas su futura organizaci¨®n y su utilidad. La foto actual choca con la ambici¨®n que rebosaba el prop¨®sito inicial, cuando se anunciaba como una arma secreta del independentismo capaz de lograr un mill¨®n de afiliados para confrontar con las instituciones Estado desde una situaci¨®n de invulnerabilidad jur¨ªdica. ¡°Las cosas que no se pueden hacer ni decir en Catalu?a, se har¨¢n y se dir¨¢n desde fuera para lograr la independencia¡±, aseguraba Carles Puigdemont en 2018.
El Consell de la Rep¨²blica se ide¨® y se registr¨® en B¨¦lgica para facilitar la toma de decisiones de su l¨ªder, el propio Puigdemont, y para blindarlo de un posible asedio de la justicia espa?ola. Presentado como un artefacto transversal con capacidad para dar cobijo a las diferentes sensibilidades del independentismo catal¨¢n, logr¨® incluso el apoyo institucional de la Generalitat, con la presencia del entonces president Quim Torra en varias de las reuniones fundacionales. Torra lleg¨® a tildar al Consell de ¡°esencial¡±. De entrada, ?mnium Cultural y la Assemblea Nacional Catalana respaldaban las pretensiones del Consell. Pese a los recelos, tambi¨¦n Esquerra Republicana y la CUP mostraban complicidad con la iniciativa parida en Waterloo.
Pero, el paso del tiempo termin¨® retratando al Consell como un brazo de Junts y, m¨¢s concretamente, como una herramienta al servicio de Puigdemont. Hace un a?o, los 90.000 socios de la entidad fueron convocados a una votaci¨®n telem¨¢tica para responder a esta pregunta: ¡°?El Consell de la Rep¨²blica tiene que promover el bloqueo a la investidura del presidente del Estado espa?ol por parte de los partidos independentistas catalanes?¡±. El 74,9% respondi¨® que s¨ª, con una participaci¨®n de solo 4.000 personas; es decir, el 4% del censo. Puigdemont combinaba entonces la presidencia del Consell con el pilotaje de la negociaci¨®n de Junts con el PSOE para lograr una ley de amnist¨ªa a cambio de la investidura de S¨¢nchez. El veredicto de las bases del Consell no alter¨® el avance de las conversaciones con el PSOE.
Ha habido otros chascos, cuando se ha buscado mezclar al Consell con la negociaci¨®n pol¨ªtica. Tras las elecciones catalanas de febrero de 2021, ganadas por Esquerra y Pere Aragon¨¨s, el Consell se convirti¨® en una piedra en el zapato de los negociadores que tramaban un acuerdo entre ERC, la CUP y Junts. Los seguidores de Puigdemont defend¨ªan la necesidad de dejar en manos del Consell el dise?o de la hoja de ruta independentista que ten¨ªa que seguir el Govern. Esquerra no lo acept¨® y, al cabo de unos meses, Junts sali¨® del gobierno.
El pasado mes de febrero el Consell convoc¨® elecciones para reelegir presidente a Puigdemont. En la votaci¨®n particip¨® menos del 10% del censo de la entidad. Cuatro semanas despu¨¦s, Pere Aragon¨¨s avanz¨® elecciones en Catalu?a y Carles Puigdemont reaccion¨® manifestando que ser¨ªa el candidato de Junts. Aquel anuncio marc¨® el principio del fin de su relaci¨®n con su ¡®Generalitat paralela¡¯ y destap¨® la endeblez que sufre la entidad sin el amparo del expresident. Las posteriores denuncias sobre el supuesto uso indebido de dinero por parte de Toni Com¨ªn han terminado de embarrar la imagen de un organismo que en su ¨²ltimo comunicado reconoce ¡°la necesidad de auditar la actividad y la gesti¨®n del Consell¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.