El Govern busca ajustar los alquileres pero rechaza una huelga en los pagos
Illa se abre a escuchar a todas las partes implicadas en materia de vivienda pero pide ¡°realismo¡± y avisa de que no hay ¡°varitas m¨¢gicas¡± para solucionar el problema
El Govern toma nota del mensaje de la marcha a favor del derecho a la vivienda, celebrada el s¨¢bado en Barcelona, pero ve inviable que se lleve a cabo un huelga en el pago de alquileres, tal y como pretende forzar el Sindicat de Llogateres. El president Salvador Illa y la portavoz del Ejecutivo, la consejera S¨ªlvia Paneque, apostaron ayer por mostrar empat¨ªa ante el problema pero el l¨ªder del Govern dijo que se abre a escuchar a todos los ¡°actores¡± mientras pidi¨® ¡°realismo¡± en la b¨²squeda de soluciones.
¡°Ayer [por el s¨¢bado] vi la expresi¨®n de un malestar que viene de una situaci¨®n de emergencia. La vivienda es el principal problema de los catalanes y uno de los retos que este Govern tiene que resolver¡±, acept¨® la portavoz en RAC-1. Despu¨¦s, desde un acto en recuerdo de Ernest Lluch, en Girona, Illa asegur¨® que liderar¨¢ un di¨¢logo con la sociedad civil para intentar buscar soluciones.
Hace a?os que el precio de la vivienda es un problema para gran parte de los catalanes y los intentos legales para intentar frenar la subida de precios o bien han mostrado su ineficiencia o han chocado con el marco competencial. El precio medio de un alquiler en Barcelona supera los 1.130 euros, casi lo mismo que el salario m¨ªnimo. La primera gran manifestaci¨®n inc¨®moda que vive el Govern tras una larga acumulaci¨®n de descontento, reuni¨® el s¨¢bado a 22.000 personas en Barcelona, seg¨²n cifras de la Guardia Urbana y 170.000 seg¨²n el Sindicat de Llogateres. En la marcha, participaron miembros de ERC, comunes y la CUP pero no as¨ª del PSC.
Plan de legislatura
La plataforma en defensa del derecho a la vivienda ha subido el volumen de su reivindicaci¨®n poniendo sobre la mesa una pol¨¦mica propuesta: Invitar a la ciudadan¨ªa a que deje de pagar la renta (o una parte) como un acto masivo de desobediencia civil. Se trata de un tipo de huelga que en otros pa¨ªses s¨ª tiene cobijo legal pero que en Espa?a carece de ese encaje. Ya la semana pasada la Asociaci¨®n de Propietarios de Catalu?a puso el grito en el cielo al considerar que esa convocatoria criminalizaba a los peque?os propietarios.
Paneque se desmarc¨® rotundamente de dar alas a que el impago se use como medida de protesta: ¡°Este no es el camino del Govern. Aqu¨ª, claramente s¨ª que le dir¨ªa que no hay recorrido de negociaci¨®n¡±, dijo. El president, por su parte, no se refiri¨® a la huelga pero insisti¨® en que nadie tiene ¡°varitas m¨¢gicas¡± para solucionar una cuesti¨®n que, dijo, necesita ser abordada desde ¡°el realismo¡±. ¡°No hay ninguna otra comunidad que tenga un programa tan ambicioso en materia de vivienda¡±, asegur¨®.
La propuesta estrella en vivienda del Govern es, con la mira puesta en 2030, aumentar el parque de alquiler p¨²blico en 50.000 pisos, con una inversi¨®n 4.400 millones de euros esta legislatura. La meta del Ejecutivo es que el aumento de la oferta, que permitir¨ªa que el 15% del parque de viviendas sea p¨²blico, lleve a que las familias no tengan que destinar m¨¢s del 30% de sus ingresos a pagar por un techo.
Con los Presupuestos de la Generalitat para 2025 en el aire ¡ªIlla ya ha asumido que no podr¨¢ tenerlos listos en enero¡ª y con una negociaci¨®n parlamentaria que se antoja llena de obst¨¢culos, los socialistas no tienen todo el margen para empezar a ejecutar el plan. Medidas como el Fondo de Emancipaci¨®n para compra de vivienda por parte de j¨®venes o los cambios para agilizar las tramitaciones de obras en solares ya listos dependen de las cuentas. La inc¨®gnita de qui¨¦n se impone en el Congreso de Esquerra tiene la negociaci¨®n en el congelador. Los comunes, tambi¨¦n socios necesarios para que los Presupuestos vean la luz, piden m¨¢s fondos propios para la vivienda.
La manifestaci¨®n quer¨ªa hacer agitar la posibilidad de la huelga de alquileres pero de momento los convocantes tienen sobre la mesa cuatro peticiones: reducir un 50% el precio de los alquileres, que los contratos sean indefinidos, prohibir los pisos que no sean para vivir y mecanismos para que las viviendas de uso tur¨ªstico o vac¨ªas vuelvan a la bolsa de alquiler tradicional. De cara a satisfacer algunas de estas demandas el Govern choca contra el muro legal. Catalu?a aplica la regulaci¨®n estatal de los precios del alquiler pero al carecer de r¨¦gimen sancionador su alcance es a¨²n m¨¢s limitado.
Pese a todo, Catalu?a adelanta al resto de ciudades del Estado en a?os de debate p¨²blico sobre el acceso a la vivienda. Sin embargo, la irrupci¨®n de la problem¨¢tica en la opini¨®n p¨²blica nacional y las movilizaciones pasadas amplifican el significado de la del s¨¢bado. Pepe ?lvarez, secretario general de UGT, defendi¨® ayer en una entrevista en Naci¨®, la necesidad de que el sindicato act¨²e fuera del marco de la empresa. ¡°Hoy puedes hacer un convenio colectivo muy bueno, pero si los alquileres se comen el 70% o el 80% del sueldo no hemos hecho un buen negocio¡±, dijo.