La multitudinaria presentaci¨®n de un libro en una librer¨ªa sin libros, arrasada por la dana
La escritora Carmen Amoraga, que fue finalista del Planeta, convoca a numerosos autores y vecinos en un acto con su librera para recuperar el establecimiento devastado por el agua en Picanya
![De izquierda a derecha, la escritora Rosario Raro, la librera Guillermina Spiekermann y la autora Carmen Amoraga, este viernes frente a lo que queda de la librer¨ªa Passarella, en Picanya.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MXBMAY5YOVGEJG27SXIJKJECRU.jpg?auth=580b2cabe429156b8f01773481c693e4d581752e91b0811dec4b41ccf212bcd7&width=414)
![Ferran Bono](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F3fddf31a-6e67-4ca3-ba34-333f02439cbf.png?auth=6f556598c65917c6a403f87e73019775bf1cc15e2ff63d4269ce1a7b45c206f5&width=100&height=100&smart=true)
La normalidad se a?ora en cuanto se pierde. La normalidad era presentar un libro en una librer¨ªa, rodeado de otras muchas publicaciones colocadas en sus estanter¨ªas, con un p¨²blico m¨¢s o menos reducido y con un vino y un algo de picar para finalizar. La normalidad tras la dana es otra. Es presentar una novela en una librer¨ªa arrasada, con las paredes vac¨ªas, sin estanter¨ªas ni libros, las persianas destrozadas y el escaparate desaparecido. Pero con mucha gente, con una emoci¨®n dif¨ªcil de contener, con ejemplares donados por los propios autores y con un aperitivo para socializar facilitado por una vecina. Todo en busca de un atisbo de normalidad.
As¨ª se ha celebrado este viernes al mediod¨ªa lo que iba a ser la presentaci¨®n de la reciente novela La memoria infiel (Espasa), de la escritora Carmen Amoraga. Ella adquiri¨® docenas de ejemplares para venderlos y recaudar fondos destinados a la reconstrucci¨®n de la librer¨ªa Passarella, de Picanya, pueblo valenciano devastado por las inundaciones donde vive la autora, finalista del premio Planeta en 2010, con El tiempo mientras tanto y premio Nadal con La vida era eso, en 2014. ¡°La idea surgi¨® paseando al perro y se la coment¨¦ a Guille, mi librera. La pusimos en marcha y al poco empez¨® a sumarse gente¡±, explica Amoraga, frente al barranco del Poyo que se desbord¨®, donde se ubica el popular establecimiento de libros, juguetes, carpesanos, gomas o cuadernos. ¡°Hasta el techo lleg¨® el agua¡±, se?ala Guillermina Spiekermann, la librera. El nombre del local se inspir¨® en la pasarela peatonal que hab¨ªa frente al local y que el tsunami de agua, barro y ca?as se llev¨® por delante.
La idea inicial tuvo tan buena acogida que se fueron adhiriendo una quincena de escritores no solo valencianos, que tambi¨¦n han donado sus libros para venderlos en un improvisado mostrador ante el que se ha formado una larga cola de vecinos y lectores solidarios llegados de otros pueblos. Casi 200 ejemplares se han vendido antes, durante y despu¨¦s de la presentaci¨®n de la novela de Amoraga por parte de la tambi¨¦n escritora Rosario Raro.
![Numerosas personas han contribuido con la compra de libros a recaudar fondos con el objeto de reconstruir la librer¨ªa Passarella, de Picanya.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/S6Z7GCQWHBB63A7U4SHAQO3O2M.jpg?auth=b4f897eb0f5969e9fdd24a108f088a2e54ed52f25fe5e6fb43b4e8a59520fc74&width=414)
La obra aborda la muy dif¨ªcil relaci¨®n entre una madre y una hija, separadas durante 20 a?os, y transcurre en una poblaci¨®n imaginaria, pero que es un trasunto de Picanya. Se ha hablado de la novela, pero mucho menos que en una presentaci¨®n al uso. El acto ha tenido tambi¨¦n algo de terapia colectiva. Han participado directamente la decena de autores valencianos presentes y se han cumplido las pautas de esa normalidad nada normal que ha impuesto la cat¨¢strofe compartida. Todos tienen una historia que contar: alguien por quien llorar, una casa que ya no se puede habitar, una mano que nunca se olvidar¨¢. Guillermina ha pedido que saliera al improvisado escenario Elsa. Gracias al marido de esta vecina, la librera y dos familiares salvaron sus vidas. Ambas se han fundido en un largo abrazo. La gente, que abarrotaba el bajo, ahora di¨¢fano, miraba callada.
La librer¨ªa estaba cerrada cuando lleg¨® la tromba de agua el 29 de octubre, pero la familia de la librera argentina vive en una planta baja que se inund¨®. Y all¨ª estaba ella. ¡°Gracias a Juan, el marido de Elsa, que nos grit¨® desde su casa que sali¨¦ramos y nos tir¨¢ramos a la corriente de agua, que ¨¦l nos recog¨ªa con la manguera. Y as¨ª fue y as¨ª pudimos salvarnos¡±, relata Guillermina. Recuerda y se emociona, escucha a las autoras que se han solidarizado, como Susana Fortes o como Susana Gisbert, fiscal delegada en Valencia contra los delitos de odio y tambi¨¦n escritora, y sonr¨ªe agradecida.
¡°Volveremos, claro que volveremos a abrir, por m¨ª, empezar¨ªa ahora mismo¡±, comenta Nicol¨¢s Miretti, uno de los tres hijos de la librera. ¡°No sabemos cu¨¢ndo. Hay que hablar con el Consorcio de Seguros, con el propietario del bajo, los constructores van a tope y no dan abasto... Pero abriremos¡±, asegura, Leonardo, el padre. La familia regenta otra librer¨ªa-papeler¨ªa en la vecina Paiporta, que tambi¨¦n ha sido arrasadas por la barrancada. La casa, los coches, los negocios... A empezar de nuevo.
Esa idea subyace en el poema que ha recitado Amoraga: ¡°No te rindas, a¨²n est¨¢s a tiempo / de alcanzar y comenzar de nuevo, / aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, / liberar el lastre, retomar el vuelo. // No te rindas que la vida es eso, / continuar el viaje, / perseguir tus sue?os, / destrabar el tiempo, / correr los escombros y destapar el cielo (...)¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Ferran Bono](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F3fddf31a-6e67-4ca3-ba34-333f02439cbf.png?auth=6f556598c65917c6a403f87e73019775bf1cc15e2ff63d4269ce1a7b45c206f5&width=100&height=100&smart=true)