Tomen nota de la Casa Orsola
Escoger un edificio de un barrio mesocr¨¢tico y apuesto como el Eixample para captar la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica ha sido un ¨¦xito, pero hay que seguir


El desenlace del conflicto en torno a la Casa Orsola ¡ªcon el alcalde de Barcelona rectificando su posici¨®n inicial y propiciando un acuerdo con la entidad social Habitat 3 para la compra del ya emblem¨¢tico edificio del Eixample de Barcelona¡ª, de entrada, constituye una noticia positiva.
Se trata de una victoria de las movilizaciones de los vecinos de ese bloque en primera instancia, y tambi¨¦n del conjunto de movilizaciones en favor del derecho a la vivienda que se han intensificado en los ¨²ltimos meses, con hitos evidentes en la gran manifestaci¨®n del pasado noviembre en la ciudad de Barcelona ¡ªla m¨¢s concurrida y tambi¨¦n diversa de los ¨²ltimos tiempos¡ª y en la concentraci¨®n ¡ªprecisamente delante de la Casa Orsola¡ª a finales de enero, que precipit¨® a todas luces el cambio de actitud de quienes ahora ostentan posiciones de gobierno en el consistorio barcelon¨¦s, que en un primer momento rechazaron de plano la opci¨®n de la compra directa.
Pasada la noticia de la semana, sin embargo, nadie puede pensar que se trata de un punto final, ya que el problema del acceso a la vivienda en Barcelona es grav¨ªsimo ¡ªcomo m¨ªnimo desde la crisis de 2008¡ª en todos sus barrios. Sin duda, escoger un edificio de un barrio mesocr¨¢tico y apuesto como el Eixample para captar la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica ha sido un ¨¦xito, pero hay que seguir, poniendo el foco en el conjunto de la ciudad real, que comprende tambi¨¦n toda el ¨¢rea metropolitana.
Lo han explicado todas las personas expertas en el tema: las pol¨ªticas que se han seguido en las d¨¦cadas pasadas ¡ªuna dotaci¨®n bastante raqu¨ªtica de vivienda p¨²blica, alienada adem¨¢s en poco tiempo al mercado privado, con el resultado de perderla para siempre¡ª, unida a un desarrollo econ¨®mico centrado en la especulaci¨®n inmobiliaria hace que sea del todo ineludible seguir planteando ¡ªcomo se ha hecho en Barcelona en los ¨²ltimos ocho a?os¡ª recetas que sean valientes. Puede haber ¡ªy seguramente es sano que lo haya¡ª, un debate razonable sobre la concreci¨®n de las pol¨ªticas que ponen al centro el derecho a la vivienda. Sin embargo ¡ªy m¨¢s all¨¢ de las f¨®rmulas que finalmente se apliquen¡ª, cualquiera de las acciones que finalmente se emprendan deber¨¢ tener en cuenta tres cuestiones clave. La primera es el tiempo: hay que moverse r¨¢pido, y por ello es imposible fiarlo todo a la construcci¨®n de vivienda nueva, sino que hay que operar en el parque, tambi¨¦n privado, ya existente. La segunda ¡ªy en esto Casa Orsola ha sido un ejemplo importante¡ª, la intervenci¨®n se tiene que plantear claramente de manera transversal en la ciudad y en el ¨¢rea metropolitana: porque los problemas de acceso invisten el conjunto y porque no es pensable ninguna pol¨ªtica que haga a¨²n m¨¢s acusada la segregaci¨®n espacial. Y la tercera es que no saldremos de esta con recetas que transfieran recursos p¨²blicos a manos privadas, en cualquier forma. No se trata solo de un tema de principio ¡ªla vivienda es un derecho, consagrado en la misma Constituci¨®n¡ª, sino de efectividad: no ser¨¢ posible atajar el problema sin que una parte de recursos privados no se pongan al servicio de la colectividad. Tomen nota.
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