¡°Las ciudades m¨¢s din¨¢micas del mundo compiten por atraer el talento¡±
Valencia encarga a Miquel Barcel¨®, art¨ªfice del 22@ de Barcelona, la reconversi¨®n de Vara de Quart en un distrito innovador
Los distritos urbanos innovadores son un im¨¢n para el talento. Los hay en lugares tan dispares como Berl¨ªn, Dubl¨ªn, Mil¨¢n, San Jos¨¦ de Costa Rica, Boston, Melbourne, Manchester o Helsinki. La capital de Finlandia, por ejemplo, ha hecho una gran apuesta por la tecnolog¨ªa pero tiene problemas para atraer personas que vivan all¨ª por su clima; as¨ª que las autoridades locales crearon un programa para pagar la estancia a emprendedores e investigadores a ver si consegu¨ªan que se quedaran porque ¡°las ciudades m¨¢s din¨¢micas del mundo compiten por atraer el talento¡±, afirma el ingeniero y economista cat...
Los distritos urbanos innovadores son un im¨¢n para el talento. Los hay en lugares tan dispares como Berl¨ªn, Dubl¨ªn, Mil¨¢n, San Jos¨¦ de Costa Rica, Boston, Melbourne, Manchester o Helsinki. La capital de Finlandia, por ejemplo, ha hecho una gran apuesta por la tecnolog¨ªa pero tiene problemas para atraer personas que vivan all¨ª por su clima; as¨ª que las autoridades locales crearon un programa para pagar la estancia a emprendedores e investigadores a ver si consegu¨ªan que se quedaran porque ¡°las ciudades m¨¢s din¨¢micas del mundo compiten por atraer el talento¡±, afirma el ingeniero y economista catal¨¢n Miquel Barcel¨®, uno de los art¨ªfices del barrio tecnol¨®gico 22@ de Barcelona y autor de Innocities, urbanismo, econom¨ªa, tecnolog¨ªa y cambio social. La Concejal¨ªa de Renovaci¨®n Urbana de Valencia, que dirige la vicealcaldesa Sandra G¨®mez, acaba de adjudicarle la redacci¨®n de un estudio que permita reconvertir un pol¨ªgono industrial en decadencia, como es Vara de Quart, en un barrio tecnol¨®gico. ¡°Las inversiones de valor a?adido ya no van a donde hay materias primas sino talento¡±, sostiene.
Hay una investigaci¨®n americana que analiza el desarollo de las ciudades que est¨¢n haciendo fuertes apuestas por la innovaci¨®n y las que no: ¡°Y las que no apuestan por los distritos, pierden lo m¨¢s importante, y es el talento¡±, defiende Barcel¨® despu¨¦s de dos d¨ªas de reuniones maratonianas con diferentes agentes p¨²blicos y privados de la capital valenciana.
El urbanismo del siglo pasado, que especializaba el territorio por usos (residencial, industrial, comercial), ha pasado a la historia. ¡°Estamos en una etapa de transici¨®n, donde la amenaza del cambio clim¨¢tico nos obliga a cambiar el modelo energ¨¦tico y el patr¨®n de la movilidad. Tenemos que ir a ciudades que mezclen los usos, donde las personas puedan vivir y trabajar cerca. Es el concepto acu?ado por los franceses como la ciudad de los 15 minutos¡±.
La capacidad de desarrollo econ¨®mico y social de una ciudad se basa en el conocimiento. ¡°La ciudades m¨¢s din¨¢micas del mundo son aquellas que crean espacios urbanos, con calidad de vida y posibilidades para el desarrollo personal y laboral¡±, defiende el ingeniero. Si sumamos las dos cosas surgen los ecosistemas innovadores, que son entornos urbanos atractivos para consolidar el talento local pero tambi¨¦n para atraer al de fuera. Y, por ¨²ltimo, para que este tipo de ecosistemas funcionen es necesario un sistema de gobernanza propio.
Un referente dentro y fuera de Espa?a es el distrito tecnol¨®gico 22@ de Barcelona, unas 200 hect¨¢reas de suelo en lo que fue el barrio industrial de Poblenou. ¡°Naci¨® como un proyecto municipal para transformar suelo industrial en residencial, seg¨²n el modelo del siglo pasado, pero un grupo de profesionales pensamos en convertirlo en un nuevo espacio de la econom¨ªa del conocimiento y las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y el entonces alcalde, Joan Clos, crey¨® en el proyecto y nos permiti¨® trabajar con un criterio de gobernanza integral¡±, explica Barcel¨®.
¡°Era un proyecto de ciudad a largo plazo, no de una persona ni de un partido; de hecho, se aprob¨® por unanimidad de todos los grupos pol¨ªticos del Ayuntamiento de Barcelona¡±, recuerda el economista. En el 22@ se conectan empresas, actividad econ¨®mica e instituciones de conocimiento (universidades, centros tecnol¨®gicos...). ¡°Antes no hab¨ªa ni una universidad y ahora hay cinco, adem¨¢s de 25.000 estudiantes. Adem¨¢s hay estudios [del estadounidense A. Moretti] que aseguran que la creaci¨®n de puestos de trabajo de alta cualificaci¨®n tecnol¨®gica generan una demanda estable de servicios; es decir, por cada empleo hightech se generan a largo plazo cinco puestos en el sector de los servicios¡±, apuntala Barcel¨®.
Seg¨²n el ingeniero, ¡°si miramos las cifras en Barcelona, el 22@ es el motor econ¨®mico de la ciudad, donde hay inversi¨®n inmobiliaria y empresas tecnol¨®gicas. Antes de la covid, el flujo de talento era de 6.000 nuevas personas cada a?o, la mayor¨ªa procedentes del resto de Europa, agrega. Pero el proyecto ha provocado tambi¨¦n un aumento de precios y el riesgo de gentrificaci¨®n, que expulsa a la gente que viv¨ªa all¨ª porque no puede soportar el encarecimiento de la zona. ¡°Y eso se ha dado de una manera brutal en el 22@¡±, admite Barcel¨®.
La mezcla de usos responde a un tercio del suelo dedicado a viviendas, otro tercio a oficinas y el resto a espacio y dotaciones p¨²blicas. El residencial, y esa es una receta que Barcel¨® extiende a modo de regla general, no puede ser solo p¨²blico o privado sino mixto; adem¨¢s de que tiene que recoger f¨®rmulas emergentes como el coliving. Caben residencias para estudiantes, investigadores y emprendedores, as¨ª como edificios de alquiler para j¨®venes.
La integraci¨®n social de estos ecosistemas innovadores es crucial para evitar la gentrificaci¨®n y eso se consigue ¡°con pol¨ªticas p¨²blicas y complicidades privadas¡±, plantea Barcel¨®. El barrio tecnol¨®gico debe conectar con el sistema educativo de su entorno [estudiantes de ciclos de FP que tengan un programa de formaci¨®n dual con las empresas del distrito], o creando los Citylab, un espacio comunitario al servicio de las escuelas de alrededor y del resto de ciudadanos para acortar la brecha digital.
En Valencia, la transformaci¨®n de Vara de Quart en distrito innovador complementa otros espacios de la ciudad, como son la Marina o los parques tecnol¨®gicos de las universidades. Hay m¨¢s de un mill¨®n de metros cuadrados de suelo en Vara de Quart donde las startups pueden crecer y desarrollarse en lugar de irse a oficinas aisladas. ¡°Es un signo de cierta madurez del sistema de innovaci¨®n valenciano, que hasta ahora ha creado muchos elementos de coworking, aceleradoras de empresas, etc¨¦tera; pero el distrito va m¨¢s all¨¢: proporciona espacio, mezcla los usos creando un nuevo espacio de centralidad donde vivir y trabajar, y si especializas algunas actividades completas la cadena de valor¡±, apunta el consultor.
Para que el distrito se consolide es preciso que una empresa tractora se instale. ¡°El trabajo que estamos haciendo ahora es justificar en qu¨¦ ¨¢reas proponemos que se especialice el futuro Vara de Quart. Y ese proceso se basa en datos estad¨ªsticos, entrevistas, datos de campo y en unas herramientas metodol¨®gicas que te dicen en qu¨¦ ¨¢reas de conocimiento innovaci¨®n y tecnolog¨ªa tienes oportunidades, no por el deseo de alguien, sino porque hay unas condiciones de partida suficientes para construir y desarrollar. Necesitamos que la actividad elegida sea una tendencia de desarrollo internacional y adem¨¢s tenga base local. Valencia tiene una tradici¨®n cultural milenaria y tiene iniciativas en el campo de las industrias culturales y creativas, por tanto ese es un tema a explorar. Y no ser¨¢n ni 25 ni una sino entre una y cuatro las apuestas. No vamos a dispersar entre muchas ni a hacer una sola. Luego el Ayuntamiento decidir¨¢ con sus socios¡±. concluye.