¡°El Corredor Mediterr¨¢neo rompe el pensamiento radial de Espa?a¡±
Josep Vicent Boira, ge¨®grafo y coordinador del Gobierno de la infraestructura, premio Carles Rahola de ensayo, afirma que la nueva ¡°V¨ªa Augusta ferroviaria¡± ser¨¢ revolucionaria
Josep Vicent Boira (Valencia, 58 a?os) es un apasionado de los mapas. No ha dejado de mirarlos desde ni?o, despu¨¦s como profesor de Geografia de la Universitat de Val¨¨ncia y, desde hace tres a?os, como comisionado del Gobierno para el desarrollo del Corredor Mediterr¨¢neo. En su reciente libro, La via Augusta del segle XXI. El corredor mediterrani contra l¡¯Espanya radial, premio Carles Rahola de ensayo editado por Proa en catal¨¢n, repasa los avatares hist¨®ricos de esta infraestructura ferroviaria en construcci¨®n, que hace justo una d¨¦cada fue declarada prioritaria por la Uni¨®n Europea, y que, sostiene, supondr¨¢ un cambio revolucionario en la sostenibilidad del transporte y en la mentalidad centralista de Espa?a.
Pregunta. ?Qu¨¦ es el Corredor Mediterr¨¢neo?
Resposta. Es una flecha sobre el mapa, que se actualiza y se superpone a la V¨ªa Augusta. Su ADN no es la velocidad, sino el ancho de v¨ªa internacional. Conectar¨¢ a los pasajeros y las mercanc¨ªas de Algeciras con Figueres y desde all¨ª al resto de Europa, cosa que supone un cambio revolucionario desde que se opt¨® por el ancho ib¨¦rico el 1844.
P. En el libro reitera esta idea de infraestructura revolucionaria. ?Por qu¨¦?
R. Ser¨¢ revolucionaria porque rompe el mapa y el pensamiento del Espa?a radial en vigor desde el siglo XVIII con una perspectiva europea, ayuda a combatir el cambio clim¨¢tico y ofrece una movilidad sostenible.
P. Tambi¨¦n se?ala que los imperios impulsan el Corredor, ?a qu¨¦ se refiere?
R. Hemos tenido el modelo nacional de fronteras impenetrables y tambi¨¦n el imperial, donde tienen menos importancia. En la ¨¦poca imperial romana se hace la V¨ªa Augusta. En los a?os sesenta y setenta, con la reconstrucci¨®n de Europa, los EE UU lo aconsejan; el Banco Mundial recomienda a Franco hacer la autopista del Mediterr¨¢neo por la industria, el turismo y la cultura. Y ahora con la Uni¨® Europa vuelve a dislocarse el mapa radial. Es la escala imperial democr¨¢tica.
P. Remarca que hist¨®ricamente el centralismo espa?ol ha frenado el corredor.
R. Evidentemente. Los m¨¢s conspicuos defensores del centralismo, como Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar o su ministro Rafael Arias Salgado, lo admiten en sus memorias o documentos. La visi¨®n centralista quiere recortar las potencialidades de toda la fachada litoral.
P. Habla al libro de aliados y detractores. Entre los primeros, Ignasi Villalonga, numerosos empresarios, el editor Eliseu Climent, los exministros de Fomento Jos¨¦ Blanco y Jos¨¦ Luis ?balos, el presidente del Gobierno Pedro S¨¢nchez, el rey Felipe VI, e incluso el pol¨ªtico anticatalanista Vicente Gonz¨¢lez Lizondo¡ Entre los segundos, Josep Borrell, Ana y Loyola de Palacio o una iniciativa parlamentaria de Esquerra Republicana¡
R. El pensamiento centralista empapa a diferentes partidos y cuerpos del funcionariado estatal. Pero hay una gradaci¨®n, como en el infierno de Dante. Loyola de Palacio, cuando era comisaria europea de Transportes, lo margin¨®. Incluso hubo declaraciones favorables bajo la tecnocracia de Franco, como la de Fabi¨¤ Estap¨¦. Muchas veces, la derecha se deja llevar por la ret¨®rica del anticatalanismo. Pero desde hace unos a?os hay un consenso, al menos en el litoral.
P. ?Por qu¨¦ el corredor acaba en la ciudad h¨²ngara de Z¨¢hony?
R. El destino final es la frontera con Ucrania. Es un punto estrat¨¦gico de las comunicaciones euroasi¨¢ticas. Z¨¢hony tiene dos puerta: una puerta asociada a los rusos y los chinos, que tambi¨¦n quieren transportar mercanc¨ªas por tren [est¨¢n construyendo una gran estaci¨®n en la ciudad] en un momento de incremento de los precios de los fletes mar¨ªtimos, y otra puerta asociada a los intereses europeos.
P. Una parte de la izquierda considera que el corredor beneficiar¨¢ sobre todo a los empresarios.
R. Tambi¨¦n hay cr¨ªticas de algunos grupos ecologistas. Pero no es lo mismo hacer obras para meter coches en la carretera que para eliminar camiones de larga distancia y combatir el efecto invernadero. Contraponer el corredor a la inversi¨®n en cercan¨ªas no es real, porque ser¨¢ una palanca que ayudar¨¢ a mejorarlas. Decir que s¨®lo beneficiar¨¢ a los empresarios es un juicio demasiado reduccionista de nuestro modelo econ¨®mico. Si se quiere reorientar el modelo de turismo y servicios, tendremos que tener industria, agricultura y transportes sostenibles. Hoy, esto pasa por el ferrocarril.
P. ?Cu¨¢l es el estado del Corredor ahora?
R. Est¨¢ construido desde Barcelona hasta la frontera, falta mejorar las conexiones con el puerto. Ahora estamos arrastrando la frontera ferroviaria del ancho internacional hacia el sur. Lo siguiente en llegar ser¨¢ Tarragona y su puerto, despu¨¦s Castell¨®. Al mismo tiempo se est¨¢ trabajando en otros lugares.
P. No siempre habr¨¢ doble v¨ªa, ?no?
R. No. Por ejemplo, entre Castell¨® y Tarragona estamos a las puertas de adjudicar el cambio de ancho sobre la v¨ªa actual. En cambio, de Castell¨® en Valencia habr¨¢ una plataforma nueva de ancho internacional, porque el tr¨¢fico de cercan¨ªas es enorme y todo no cabe. A cada lugar se da una soluci¨®n distinta.
P. ?Y c¨®mo van las inversiones?
R. El horizonte final es el 2030, cuando la red transeuropea tiene que estar acabada. Para eso, hay fondos espec¨ªficos europeos. Ahora la novedad es el fondo de resiliencia y recuperaci¨®n, una parte del cual tiene que estar invertido en 2026. Adem¨¢s, en los presupuestos del Gobierno del 2022, si se aprueban, hay 1.529 millones¡ Tenemos los recursos para darle un buen empuj¨®n.
P. Los pesimistas critican los retrasos.
R. No hay que olvidar que el Corredor Mediterr¨¢neo s¨®lo es una realidad administrativa y cartogr¨¢fica desde el 2011, cuando Europa lo declara prioritario y obliga Espa?a a ponerse las pilas.
P. ?Se ha hecho m¨¢s pragm¨¢tico desde que asumi¨® el cargo institucional?
R. He visto en primera persona la complejidad de la obra p¨²blica, las exigencias de seguridad. Pero tambi¨¦n me he vuelto m¨¢s radical y sensible con el cambio clim¨¢tico y los trenes m¨¢s accesibles. Hay 13 ciudades con m¨¢s de 100.000 habitantes en el Corredor dentro de Espa?a, que ser¨¢ urbano, metropolitano y de mercanc¨ªas.
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