O(l)tras pol¨ªticas
M¨®nica Oltra es la principal promotora de esta aventura y la que m¨¢s r¨¦ditos puede obtener, pero no solo aporta sus luces: tambi¨¦n le van a acompa?ar sus sombras
La escenificaci¨®n el pasado fin de semana en un teatro de Valencia de que puede existir una opci¨®n para la izquierda, sobre todo m¨¢s all¨¢ del PSOE, atractiva, din¨¢mica, diligente, con posibilidades y, por usar la expresi¨®n de la vicepresidenta M¨®nica Oltra, ¡°menos f¨¢lica¡± (m¨¢s vaginal, se infiere), ha inyectado ilusi¨®n en el caladero electoral que se ha sentido sistem¨¢ticamente defraudado por los socialistas y, de forma m¨¢s reciente, por Podemos y otras organizaciones del espectro. La conjunci¨®n de la ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz (Unidas Podemos); la l¨ªder de la oposici¨®n madrile?a, M¨®nica Garc¨ªa (M¨¢s Madrid), la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (Barcelona en Com¨²), la a portavoz del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadan¨ªa de Ceuta, F¨¢tima Hamed, y la vicepresidenta valenciana (Iniciativa), est¨¢ cargada de potencial, sugerencias y, como ha apuntado la ministra, podr¨ªa ser ¡°el comienzo de algo maravilloso¡± (para el sector).
M¨¢s all¨¢ de las sinergias virtuales que plantean el nexo y el rumbo de estas cinco mujeres y las opciones que representan (y de las caricaturas que la derecha y la extrema derecha han expelido desde la soberbia genital y la arrogaci¨®n patrimonial de la pol¨ªtica), esta exhibici¨®n tambi¨¦n puntea no pocas grietas en el orden establecido de la izquierda. El caso de Comprom¨ªs es el m¨¢s inmediato, por ser Oltra la principal promotora de esta iniciativa y la que, aparentemente, m¨¢s r¨¦ditos puede obtener en la operaci¨®n y que m¨¢s la necesita. Pone en el mercado el relato de la construcci¨®n de una fresca plataforma desembaraza de siglas desgastadas (con ingredientes de progresismo urbano, sororidad y empoderamiento) que permita su continuidad pol¨ªtica m¨¢s all¨¢ de Comprom¨ªs y m¨¢s all¨¢ de la Comunidad Valenciana. La maniobra no solo pone fecha de caducidad a su simbiosis con Comprom¨ªs (un partido sin l¨ªderes y una l¨ªder sin partido), cada vez m¨¢s deteriorada e insostenible: tambi¨¦n apunta a llevarse en las urnas buena parte del electorado que ha llevado a las instituciones de gobierno a este partido y a reba?ar en los m¨¢rgenes del voto de Podemos y el PSPV-PSOE.
Y casi otro tanto se podr¨ªa decir de la mayor¨ªa del resto de pol¨ªticas que se han embarcado en este prop¨®sito, puesto que son l¨ªderes (con sus especificidades) sin demasiada implantaci¨®n en las estructuras que las sustentan y necesitan una plataforma propia que, en caso de naufragio, les permita replicar en el ¨¢mbito nacional su posici¨®n y rentabilizar el capital pol¨ªtico que han logrado. O por lo menos, tomar el control de las actuales y surfear la ola. Pero Oltra no solo aporta a esta aventura sus luces: tambi¨¦n le van a acompa?ar sus sombras, que la han convertido en los ¨²ltimos tiempos en el flanco m¨¢s vulnerable del gabinete de Ximo Puig (en el que las fricciones son cada vez m¨¢s el¨¦ctricas). O as¨ª por lo menos la perciben sus principales depredadores: el PP y Vox. El PP ya ha logrado que el Comit¨¦ de Peticiones de la Uni¨®n Europea investigue los supuestos casos de abusos a menores en centros que son de su competencia en la Comunidad Valenciana. Y entre ellos, sin ser imputable a ella por el v¨ªnculo, el de su exmarido, que fue procesado por abusar de una joven en una de estas instalaciones, con la coincidencia en las conclusiones de seis magistrados y una fiscal de que la consejer¨ªa que dirige no actu¨® a tiempo para proteger a la v¨ªctima. Es evidente que ni el PP ni Vox van a soltar ese bocado y que los mordiscos se van a amplificar con insistencia en la caja de resonancias de Espa?a. Es algo que no va a poder eludir, que ya est¨¢ afectando al Gobierno de la Generalitat y que podr¨ªa condicionar el proyecto presentado el s¨¢bado en Valencia. Puede que M¨®nica Oltra baile sola (Amparo T¨®rtola), pero su ritmo lleva impl¨ªcitos el lastre y las turbulencias para la tripulaci¨®n de este ilusionante vuelo y, sobre todo, para pol¨ªticas ascendentes como Yolanda D¨ªaz y M¨®nica Garc¨ªa. Pero qu¨¦ ser¨ªa una aventura sin riesgos.
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