Los citricultores valencianos denuncian el desplome de precios de la naranja: ¡°Era vender directamente o morir¡±

Pere Serra, fundador de Suquet, un negocio de venta directa de naranjas y zumo reci¨¦n exprimido, cultiva esos c¨ªtricos en su finca de Tavernes de la Valldigna. Vende kilos y kilos de naranjas por internet y en 2022 contar¨¢ con cuatro carritos en Valencia donde ofrecer¨¢ su navelina convertida en zumo a un euro el vaso. ¡°La campa?a est¨¢ siendo un desastre; en Tavernes se est¨¢ llegando a pagar en el campo un euro por 20 kilos de naranja porque los grandes comerciantes han tenido hasta el 30 de noviembre para llenar sus c¨¢maras de c¨ªtricos extranjeros, m¨¢s baratos, asegura Serra. El efecto ha sido un retraso en la compra de la fruta local y el hundimiento de los precios que recibe el agricultor.

Suquet es una de las cinco paradas que la asociaci¨®n Per l¡¯Horta en colaboraci¨®n con el Ayuntamiento de Val¨¨ncia ha invitado este domingo al mercado extraordinario de la naranja, ubicado en la explanada frente a las Torres de Serranos en Valencia, con el prop¨®sito de visibilizar el hundimiento de los precios en la campa?a, muchas veces por debajo del coste, y concienciar de la necesidad de pagar un precio justo por la producci¨®n agr¨ªcola local.

¡°Es imposible proteger el territorio agrario sin salvaguardar al productor que trabaja la tierra¡±, sentencia Marc Ferri, portavoz de esta asociaci¨®n. En junio organizaron un primer mercado exclusivamente para vender patatas y cebollas porque los precios se hundieron tambi¨¦n y hab¨ªa gente que dejaba la cosecha en el campo sin recoger. ¡°Entonces buscamos una manera de protestar que no fuera tirar el producto, dejarlo sin recoger. Hay que dignificar la producci¨®n y la manera de hacerlo es buscando a esos consumidores responsables que est¨¦n dispuestos a pagar un precio justo¡±, a?ade Ferri.

El agricultor de Tavernes abunda en la ruina de precios de este a?o: ¡°Ha pasado de pagarse a seis o siete euros la arroba de naranja, a solo un euro. Y todo lo que sea por debajo de los cuatro euros es perder dinero¡±. La soluci¨®n, seg¨²n Pere Serra, ser¨ªa la venta directa en los mercados pero el problema es que muchos agricultores son mayores y les dif¨ªcil recurrir a este f¨®mrula como ha hecho ¨¦l para sobrevivir. ¡°Yo tuve que hacerlo, era venderla [directamente] o morir¡±, recalca.

El mercado extraordinario vender¨¢ este domingo unos 3.000 kilos de naranja navelina, adem¨¢s de 200 o 300 kilos de mandarinas y otros productos de temporada como alcachofas, calabazas, patatas y cebollas. ¡°Hay productos ecol¨®gicos y convencionales y una representaci¨®n de IGP, la marca de la naranja valenciana. La iniciativa ha tenido una buena acogida en redes sociales, lo que demuestra que si ofreces un producto de proximidad fresco y vendido por el propio productor, la gente reacciona. La indignaci¨®n no es solo del campo sino social en general¡±, opina el portavoz de Per l¡¯Horta.

En los puestos situados frente a las torres se vende la malla de seis kilos de naranja a 7,2 euros. ¡°Mucha diferencia con el precio del mercado creo que no hay pero al menos se lo lleva el productor¡±, defienden Pilar y Vicente, de 70 a?os, mientras hacen cola frente a una de las paradas. Pero las hay m¨¢s baratas y m¨¢s caras.

Fernando Dur¨¢, miembro de la ejecutiva de la Uni¨® de Llauradors y otro de los productores que despacha su fruta este domingo, cuenta que ten¨ªa su cosecha de navelina vendida a finales de septiembre a un comercio. ¡°Me pagaba 20 c¨¦ntimos el kilo, con lo que cubr¨ªa costes de producci¨®n pero cuando lleg¨® la hora de recolectar la fruta, entre el 15 de noviembre y 15 de diciembre, el comerciante desapareci¨® del mapa. Denunci¨¦ porque ten¨ªa un contrato de recolecci¨®n pero el 8 de diciembre vi que perd¨ªa la fruta y me plante¨¦ venderla de forma directa. Puse un anuncio en internet, que tuvo mucho repercusi¨®n y la gente comenz¨® a comprarme¡±. Los consumidores est¨¢n concienciados de que nuestra naranja es la mejor que hay¡±. Al mercado extraordinario ha tra¨ªdo unos 700 kilos y est¨¢ seguro que los vender¨¢ antes del mediod¨ªa.

¡°La campa?a de la naranja ha empezado muy tarde debido a las importaci¨®n de c¨ªtricos de terceros pa¨ªses, que han acumulado los grandes comerciantes citr¨ªcolas, as¨ª que cuando salieron a comprar al mercado local los productores aut¨®ctonos estaban desesperados por vender aunque los precios fueran bajos¡±, explica Dur¨¢. ¡°Queremos fomentar el producto de proximidad para que el consumidor compre producto local, de temporada y que las grandes superficies se den cuenta de que la gente s¨ª quiere naranja valenciana y as¨ª dejen de vender c¨ªtricos de terceros pa¨ªses¡±.

Seg¨²n denuncia este agricultores, la naranja de terceros pa¨ªses es evidentemente m¨¢s barata ¡°pero en muchos casos no se respetan los derechos humanos, se paga la mano de obra muy baja y pueden utilizar productos fitosanitarios que nosotros tenemos prohibidos. Los mismos comerciantes que tienen all¨ª fincas de c¨ªtricos traen la fruta y se aprovechan de la desesperaci¨®n de la gente local por vender. La fruta les sale a precios de risa para que ellos ganen cada d¨ªa m¨¢s dinero. Porque los supermercados pagan pr¨¢cticamente lo mismo por la naranja¡±.

¡°Es el problema global de la agricultura, que el intermediario es quien se lleva la ganancia. Estar aqu¨ª es un poco testimonial pero Valencia siempre ha sido agr¨ªcola y hay que cuidarla. Aqu¨ª la fruta es m¨¢s fresca y adem¨¢s apoyas al productor¡±, concluye Pilar mientras compra sus naranjas y las deposita en un carro de la compra.

La asociaci¨®n Per l¡¯Horta urge al Ayuntamiento de la capital que lance los cuatro mercados de venta directa que tiene proyectados en Benimaclet, Castellar, Malilla y junto al Mercado de Col¨®n. Tambi¨¦n han reclamado a la Consejer¨ªa de Agricultura que implante ya la marca que identifica los productos de l¡¯Horta, que recoge la ley del mismo nombre, para que el consumidor identifique con claridad los productos locales de proximidad y sea consciente de que al comprarlos est¨¢ ayudando a protegir tanto al territorio como a sus agricultores.