Qu¨¦ hacer con un hotel de lujo abandonado frente al mar y dentro de un parque natural
El Gobierno local de Valencia apuesta por demoler el Sidi Saler, cerrado hace 11 a?os y restaurar la playa frente a l¡¯Albufera; los vecinos piden que se reaproveche como residencia de mayores
El Sidi Saler rein¨® como icono del lujo en Valencia durante dos largas d¨¦cadas. En este exclusivo hotel de cinco estrellas, construido en los 70 en primera l¨ªnea de playa y dentro del parque natural de la Albufera, se alojaron famosos como Sting, Tina Turner, Luis Garc¨ªa Berlanga o los futbolistas de la selecci¨®n espa?ola. Malherido por la crisis econ¨®mica y afectado en 2007 por los deslindes de la ley de Costas, el hotel cerr¨® en 2011. Ha pasado m¨¢s de una d¨¦cada y este enorme edificio ¡ªde 276 habitaciones¡ª situado en la pedan¨ªa de El Saler, a 12 kil¨®metros del casco urbano de Valencia, rezuma decadencia.
El inmueble est¨¢ fuera de ordenaci¨®n urban¨ªstica y el Ayuntamiento, gobernado por Comprom¨ªs y el PSPV, ha dado por caducada su licencia de actividad porque lleva m¨¢s de dos a?os cerrado. El alcalde Joan Rib¨® apuesta por derribarlo y restaurar el cord¨®n de dunas que hab¨ªa antes de la construcci¨®n del hotel pero los vecinos de urbanizaciones pr¨®ximas, el Colegio de Enfermer¨ªa de Valencia y la oposici¨®n piden que el edificio no se demuela y se reconvierta en una residencia de mayores.
En la ¨¦poca dorada del hotel pisaron sus salones ¡°todos los famosos que sal¨ªan entonces por la televisi¨®n¡±, recuerda Mateo Torres, camarero del hotel y presidente del comit¨¦ de empresa por la UGT del Sidi. ¡°Recuerdo que durante unas regatas atend¨ª al entonces Pr¨ªncipe Felipe, hoy Rey de Espa?a. Estaba en el Parador del Saler pero pas¨® por el bar y me pidi¨® un dry martin. Tina Turner solo quer¨ªa agua Perrier y apenas se dejaba ver¡±, apunta.
¡°Era el n¨²mero uno. Los clientes se dejaban mucho dinero en el pub. Recuerdo a algunos pedir botellas de champ¨¢n franc¨¦s que costaban miles de pesetas. Ped¨ªan tres, cuatro, cinco y nos dejaban una propina equivalente al precio de una botella. Las propinas casi alcanzaban lo que un sueldo¡±, a?ade Mateo, que opina que actualizarlo valdr¨ªa mucho dinero.
La compleja situaci¨®n en que se encuentra el edificio viene de lejos. La Devesa de El Saler, una franja de bosque litoral valioso por su flora y su fauna ¡ªforma parte de la Red Natura 2000¡ª estuvo a punto de ser arrasada en los a?os 60 cuando se desat¨® la fiebre del turismo en Espa?a. El alcalde franquista Adolfo Rinc¨®n de Arellano aprob¨® un plan para urbanizar 800 hect¨¢reas y llenar la zona de hoteles, torres de apartamentos, campo de golf, puerto deportivo y hasta un hip¨®dromo. Llegaron a levantarse unas cuantas torres de apartamentos, el hotel y un paseo mar¨ªtimo pero un potente movimiento de protesta ciudadano logr¨® detenerlo.
El hotel abri¨® en los 70 y fue durante a?os el hotel m¨¢s prestigioso de la capital. Cerr¨® en 2011 dejando un reguero de acreedores y convertido en propiedad p¨²blica porque tras los deslindes de la ley de Costas invad¨ªa el dominio mar¨ªtimo-terrestre. El Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica compens¨® en 2018 a los due?os del negocio ¡ªentonces BBVA y Caixabank¡ª con una concesi¨®n de ocupaci¨®n y aprovechamiento del edificio sujeta a la obtenci¨®n de las licencias necesarias para volver a la actividad. Pero el Gobierno local acaba de dar por caducado el permiso, aunque cabe recurso.
Sergi Campillo, vicealcalde de Valencia, insiste en que la posici¨®n del Gobierno municipal no es un invento sino que el edificio est¨¢ fuera de ordenaci¨®n y el PGOU de 1988 dice que ah¨ª solo pude haber un edificio de dos alturas cuando el hotel tiene seis. ¡°Solo se le puede otorgar una licencia de mantenimiento, nada de reforma estructural ni remodelaci¨®n¡±, asegura. Hay que tener en cuenta, a?ade Campillo, que son terrenos agredidos medioambientalmente y que el primer ayuntamiento de la etapa democr¨¢tica par¨® el plan de urbanizaci¨®n de la Devesa: el paseo mar¨ªtimo de El Saler se destruy¨® y se fue recuperando el cord¨®n de dunas que hab¨ªa antes. Tambi¨¦n se derrib¨® el antiguo hip¨®dromo y en su lugar est¨¢ ahora el centro de interpretaci¨®n del lago de la Albufera.
¡°No todo pasado fue pl¨¢cido. Ahora se simplifica pero las reversiones siempre han sido dif¨ªciles y generan resistencias. El hotel lleva mucho cerrado y derribarlo no tendr¨ªa impacto sobre la econom¨ªa local. Por el contrario, reabrirlo provocar¨ªa un aumento del tr¨¢fico en una zona tan sensible¡±, apunta Campillo. Y a?ade el vicealcalde: ¡°Nadie dice que el bosque de la Devesa se quede como antes, hay que respetar a los residentes que viven ah¨ª porque tienen derechos adquiridos pero lo que ha quedado en desuso, no¡±. De todos modos, Campillo afirma que ¡°es el Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica qui¨¦n debe decidir qu¨¦ hace con el hotel¡± y, si procediera, hacerse cargo del derribo.
Fuentes del departamento de Teresa Ribera aseguran que no tienen constancia de los ¨²ltimos pasos dados por el Ayuntamiento ¡°porque ¨¦ste a¨²n no nos ha notificado nada al respecto¡±. Y precisa que en su d¨ªa se otorg¨® una concesi¨®n compensatoria por p¨¦rdida de la propiedad. Seg¨²n el Ministerio ¡°para dar por caducada la concesi¨®n es imprescindible que los ¨®rganos de los que depende la puesta en marcha del edificio se pronuncien clara y definitivamente respecto a si van a otorgar los permisos necesarios¡±.
La Asociaci¨®n de vecinos de la Devesa de El Saler no est¨¢ de acuerdo con el Gobierno local y ve con preocupaci¨®n la p¨¦rdida de servicios en estos poblados del sur. Prefieren que el hotel siga en pie, se acondicione y sirva de residencia para mayores, pues la zona carece de equipamientos de este tipo. ¡°Es una aberraci¨®n tirarlo al suelo cuando faltan centros de mayores y la poblaci¨®n est¨¢ tan envejecida¡±, apunta Mercedes, vecina de El Saler. ¡°Cuando vine aqu¨ª no era un parque natural. Y las viviendas fueron promovidas [en pleno desarrollismo franquista] por un plan urban¨ªstico del Ayuntamiento, que fue quien vendi¨® las parcelas. Hemos estado pagando una hipoteca y cumplido los requisitos. Aqu¨ª nadie est¨¢ en contra de que se proteja la naturaleza pero, ?qu¨¦ da?o puede hacer conservar el hotel!¡±, se quejan.
La organizaci¨®n ecologista AE-Agr¨® aleg¨® contra la decisi¨®n de Costas de otorgar a los expropietarios una concesi¨®n del edificio porque est¨¢n convencidos de que la ¨²nica salida es demolerlo y recuperar el cord¨®n dunar. ¡°El hotel ha fragmentado este h¨¢bitat y dificulta la restauraci¨®n ambiental de la costa¡±, apunta Luc¨ªa Moreno. La ecologista ve razonable que existan dudas sobre si el derribo causar¨ªa m¨¢s da?o que dejarlo como est¨¢. Pero recuerda lo beneficioso que fue demoler el paseo mar¨ªtimo del Saler y retirar cientos de toneladas de hormig¨®n junto al mar. Adem¨¢s, Costas tramita proyectos de regeneraci¨®n de playas en el entorno del Sidi Saler en las que va a invertir decenas de millones de euros.
Los actuales titulares de la concesi¨®n, Divarian y Coral Homes (fondos de inversi¨®n), han declinado realizar cualquier tipo de comentario sobre la situaci¨®n del Sidi Saler.
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