El tramo de costa con m¨¢s hoteles ilegales de Espa?a
C¨®mo la lucha en los tribunales contra la corrupci¨®n urban¨ªstica salvaje ha dejado en Lanzarote un largo rastro de esqueletos de hormig¨®n y establecimientos hoteleros sin licencia
No hay ning¨²n tramo de costa en Espa?a con m¨¢s hoteles ilegales que en la isla canaria de Lanzarote, en especial, en el peque?o municipio de Yaiza. All¨ª, en mitad de un espectacular paisaje volc¨¢nico de roca negra se encuentra el hotel Sandos Papagayo (antes Papagayo Arena), una mole blanca en primera l¨ªnea de playa que, aparte de no contar con licencia urban¨ªstica desde que fue anulada en 2007 por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, tambi¨¦n incumple la altura permitida e invade un vial peatonal. Comparado a menudo con el Algarrobico de Almer¨ªa, una de las principales diferencias entre estos dos s¨ªmbolos del ladrillo con tantos a?os de litigio en los tribunales es que el complejo tur¨ªstico de Lanzarote est¨¢ abierto al p¨²blico. En esta parte del sur de la isla hay otros hoteles ilegales, como Princesa Yaiza, Son Bou o Dream Gran Castillo, que juntos son considerados los cuatro casos m¨¢s graves de los 44 establecimientos tur¨ªsticos con licencia anulada por la justicia en Lanzarote, cifra acumulada tras la sentencia penal del denominado caso Yate de 2017.
Esta es una isla ¨²nica, catalogada como Reserva de la Biosfera en su totalidad y fue pionera en frenar su crecimiento urban¨ªstico hace 30 a?os, pero tambi¨¦n ha visto salir a la luz lo peor de la corrupci¨®n urban¨ªstica. De los siete municipios que integran Lanzarote, en seis ha habido ya alg¨²n alcalde condenado por alguna cuesti¨®n relacionada con la construcci¨®n o el sector inmobiliario (en Yaiza, Teguise, Arrecife, San Bartolom¨¦, Har¨ªa y Tinajo); y todav¨ªa queda por celebrarse un juicio clave. Como fichas de domin¨®, fueron cayendo concejales, t¨¦cnicos de ayuntamiento, empresarios¡, muchos de los cuales acabaron en la prisi¨®n local de Tahiche. Incluso termin¨® derrumb¨¢ndose una de las piezas m¨¢s grandes, el todopoderoso Dimas Mart¨ªn, expresidente del Cabildo de Lanzarote y l¨ªder hist¨®rico del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL). Ahora bien, con las edificaciones es otra historia, lo ya construido es mucho m¨¢s complejo de derribar: la lucha en los tribunales contra la corrupci¨®n urban¨ªstica ha dejado en esta isla todo un rastro de esqueletos de hormig¨®n y establecimientos tur¨ªsticos ilegales, algunos, como el hotel Sandos Papagayo, de dif¨ªcil soluci¨®n.
¡°Lanzarote no ha sido m¨¢s corrupta que otros territorios, lo que ha sucedido aqu¨ª es que ha habido una reacci¨®n contra el urbanismo salvaje, dando como resultado las acciones judiciales que han hecho aflorar esos casos de corrupci¨®n¡±, se?ala Dolores Corujo, actual presidenta del Cabildo de la isla, que incide en que dos ayuntamientos, Yaiza y Teguise, ¡°concedieron multitud de licencias vulnerando la norma insular¡±. Seg¨²n la representante lanzarote?a, ¡°el [hotel] Son Bou tiene una orden de demolici¨®n del propio Ayuntamiento de Yaiza por considerar que es ilegal e ilegalizable, la propiedad ha recurrido y estamos pendientes de la resoluci¨®n judicial. En cuanto al Princesa Yaiza, tambi¨¦n se encuentra en ejecuci¨®n de sentencia y tambi¨¦n se ha visto afectado por la anulaci¨®n parcial del Plan General de Yaiza [que trataba de legalizarlo], por lo que resulta ilegalizable¡±.
La mayor pugna en estos momentos se da con el Sandos Papagayo. El Cabildo de Lanzarote asegura que este hotel ¡°es probablemente la mayor infracci¨®n urban¨ªstica cometida en la costa¡±, pero tanto la empresa propietaria como el Ayuntamiento de Yaiza intentan salvarlo. ¡°Entendemos que el hotel es legalizable¡±, defiende Daniel Valenzuela, abogado de este complejo tur¨ªstico, que explica que el proyecto de legalizaci¨®n de las obras contempla, entre otras medidas, la eliminaci¨®n de 111 habitaciones de 475 y una demolici¨®n parcial de la c¨²pula. ¡°Aqu¨ª le queda much¨ªsimo recorrido judicial antes de que se pueda hablar de demolici¨®n del hotel¡±, destaca el representante de la empresa. La abogada Irma Ferrer, de la asociaci¨®n ciudadana Transparencia Urban¨ªstica, piensa muy diferente, pues considera imposible solucionar la ocupaci¨®n del acceso peatonal a la playa, a la que ahora se llega entrando en el hotel y cogiendo un ascensor.
El Papagayo es uno de los establecimientos autorizados en cuatro d¨ªas de desenfreno urban¨ªstico en 1998. Como destaca la sentencia de la Audiencia Provincial de Las Palmas del caso Yate (denominaci¨®n que combina los nombres de los municipios investigados Yaiza y Teguise), el entonces alcalde de Yaiza, Jos¨¦ Francisco Reyes, no dud¨® en otorgar de manera masiva licencias para lucrarse il¨ªcitamente, llegando en un mismo d¨ªa a autorizar la construcci¨®n de m¨¢s de 1.500 plazas tur¨ªsticas. Seg¨²n precisa el escrito judicial, el viernes 29 de mayo de 1998 el Ayuntamiento recibi¨® la documentaci¨®n de proyectos para levantar siete grandes hoteles y el lunes 1 de junio estaban todos aprobados. Esto, como recalca la sentencia, ¡°a sabiendas de la ilegalidad de su otorgamiento por su manifiesta contradicci¨®n con las normas urban¨ªsticas en vigor al tiempo de su concesi¨®n¡±.
Los ecologistas de la isla que empezaron en la organizaci¨®n El Gincho, con C¨¦sar Manrique, llevaban a?os enfrent¨¢ndose a las excavadoras para proteger este incre¨ªble paisaje moldeado por la lava, pero fue la abogada Ferrer la que convenci¨® a sus compa?eros ambientalistas de que hab¨ªa que prestar m¨¢s atenci¨®n al dinero y acudir a la v¨ªa penal para luchar contra la corrupci¨®n. Al principio, no fue nada f¨¢cil para la letrada lanzarote?a. ¡°Yo iba a un juicio de faltas porque un perro hab¨ªa mordido a un vecino y all¨ª estaba el juez, el fiscal, el abogado de la acusaci¨®n, el abogado de la defensa, la aseguradora, pero luego ten¨ªa la declaraci¨®n de un alcalde por un caso de corrupci¨®n urban¨ªstica y el fiscal no aparec¨ªa, el juez no sab¨ªa nada y estaba yo sola con 15 abogados de la defensa¡±. Seg¨²n relata, no la tomaban en serio y se re¨ªan de ella, hasta que comenz¨® a entrar gente en la c¨¢rcel.
En esta repentina erupci¨®n de delitos urban¨ªsticos tuvo mucho que ver con la llegada a la isla del fiscal Ignacio Stampa y, algo m¨¢s tarde, de Javier R¨®denas. ¡°La idiosincrasia en Lanzarote es muy particular, llama la atenci¨®n el caciquismo, la sensaci¨®n que yo viv¨ª como for¨¢neo al llegar es que hab¨ªa unos amos de la isla a los que nadie se le ocurr¨ªa chistar o poner en duda¡±, comenta Stampa. ¡°Adem¨¢s, este es un sitio muy peque?o y no hay una persona que no sea familiar o amigo de un corrupto o de un empresario que financie, por eso es muy dif¨ªcil encontrarse en una posici¨®n como la de Irma o la que estaba yo, pues eres el enemigo. A m¨ª me atacaron a deg¨¹ello¡±, recalca.
La historia dio un nuevo giro con la denuncia de un pol¨ªtico socialista, Carlos Espino, por un intento de soborno de un empresario para desbloquear un proyecto urban¨ªstico, lo que provoc¨® el desembarco en Lanzarote de agentes de inc¨®gnito de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en la denominada Operaci¨®n Uni¨®n. ¡°En el momento en el que empiezan a pinchar tel¨¦fonos en esta isla sale de todo, pero de todo¡¡±, incide Isabel Lusarreta, directora de La Voz de Lanzarote y una de las periodistas que m¨¢s ha seguido los casos de corrupci¨®n. ¡°Un tel¨¦fono les lleva a otro, con cuestiones que no ten¨ªan absolutamente nada que ver con lo que hab¨ªan comenzado a investigar, por eso la Operaci¨®n Uni¨®n se acab¨® dividiendo en much¨ªsimas piezas¡±.
Siguiendo pinchazos telef¨®nicos de una de las l¨ªneas de investigaci¨®n, los agentes de la UCO que iban tras el ¡°jefe¡± de una trama de cobro de comisiones ilegales acabaron en la misma c¨¢rcel de Tahiche. As¨ª se produjo uno de los hechos m¨¢s ins¨®litos de la lucha contra la corrupci¨®n en Lanzarote: la detenci¨®n dentro de este centro penitenciario de Dimas Mart¨ªn, expresidente del Cabildo, exalcalde y l¨ªder del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), que entonces cumpl¨ªa una pena de ocho a?os por la construcci¨®n irregular de un complejo agroindustrial de Teguise. A pesar de encontrarse en prisi¨®n en situaci¨®n de inhabilitaci¨®n absoluta, el pol¨ªtico daba instrucciones precisas a concejales del ayuntamiento de Arrecife para conseguir pagos de los empresarios, como queda demostrado en grabaciones y en la documentaci¨®n hallada en su celda.
En la sentencia de la Audiencia Provincial de Las Palmas de 2019 sobre la pieza principal de la Operaci¨®n Uni¨®n en la que Mart¨ªn volvi¨® a ser condenado a prisi¨®n ¡ªjunto a dos concejales de Arrecife y otras siete personas¡ª queda patente la singular forma en la que este utilizaba su poder sobre los dem¨¢s: ¡°Se ha escuchado en el juicio una conversaci¨®n particularmente vergonzante entre D. Dimas Mart¨ªn y el entonces director del Centro Penitenciario de Tahiche (y el adjetivo vergonzante lo utilizamos respecto de este ¨²ltimo interlocutor)¡±, incide el tribunal en su resoluci¨®n refiri¨¦ndose a una grabaci¨®n en la que el pol¨ªtico corrupto comenta que va hablar con un concejal para ¡°ver d¨®nde te podemos encajar¡±.
La abogada Ferrer va a la c¨¢rcel de Tahiche todos los viernes como voluntaria para dar asesoramiento legal a los presos. Cuenta que esquiva el m¨®dulo 2, pues ¡°ah¨ª es donde est¨¢n todos¡±. Tras estos a?os de juicios, de insultos y de presiones de todo tipo, reconoce que el desgaste personal ha sido muy grande, m¨¢s en un territorio tan peque?o. Sin embargo, considera que se ha hecho lo correcto. ¡°Era lo que deb¨ªamos hacer, si no estar¨ªamos mucho peor; aunque acaben ech¨¢ndonos y terminemos y¨¦ndonos de la isla¡±, insiste. ¡°Esto es hasta donde hemos llegado, se han escapado algunos, pero la justicia ha hablado; ahora estamos peleando para que se ejecute la ley¡±.
Mientras tanto, siguen quedando en la isla los cad¨¢veres de hormig¨®n: apartamentos y bungal¨®s parados a medio construir por alguna ilegalidad. Proyectados en su d¨ªa como edificios tur¨ªsticos de aires distinguidos, muchos son hoy ruinas llenas de pintadas y basura, algunas habitadas por indigentes u ocupas. En una de estas promociones fantasma en Costa Teguise, en la parcela 214 de los apartamentos Club del Rey, un hombre pregunta a gritos desde un balc¨®n: ¡°?Nosotros somos los delincuentes?¡±.
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