Un caudal ecol¨®gico para recuperar L¡¯Albufera

L¡¯Albufera es hoy una zona h¨²meda llena de vida y lugar de alimento y descanso para miles de aves que emigran de la Europa fr¨ªa hacia regiones m¨¢s c¨¢lidas en invierno. Pero hace medio siglo colaps¨® y se convirti¨® en un espacio amenazado. Ahora se recupera lentamente gracias a medidas que se han conquistado a pulso, como los aportes que recoge el plan de cuenca del r¨ªo J¨²car, a punto de aprobarse, que llevar¨¢n cerca de 35 hect¨®metros c¨²bicos de agua de calidad a una zona h¨²meda de gran valor ecol¨®gico, frecuentada por una poblaci¨®n de 80.000 aves acu¨¢ticas de promedio anual.

Este lago de agua dulce es producto de la intervenci¨®n humana, del cultivo de los arrozales y de la llegada de los sobrantes de riego de los regad¨ªos de la Acequia Real. El colapso ecol¨®gico en los 70 dio a sus aguas un caracter¨ªstico color verde por el exceso de microalgas en suspensi¨®n. Los nuevos sistemas de depuraci¨®n han rebajado la entrada de mucha contaminaci¨®n pero tambi¨¦n se ha producido una bajada alarmante del agua que llegaba al parque. El futuro plan de cuenca del J¨²car, pendiente de aprobaci¨®n, obliga por primera vez a una aportaci¨®n fija anual o caudal ecol¨®gico al lago, lo que unido a otras mejoras, hacen pensar a las administraciones responsables que en una d¨¦cada la zona h¨²meda, que ha mejorado su estado seg¨²n varios indicadores, consolidar¨ªa su recuperaci¨®n.

¡°Si dej¨¢ramos de cultivar arroz y no llegara el agua de riego, el lago se salinizar¨ªa enseguida porque as¨ª fue en su origen. Eso s¨ª cambiar¨ªa totalmente el ecosistema que conocemos¡±, enuncia el vicealcalde y concejal de Ecolog¨ªa Urbana de Valencia, Sergi Campillo. ¡°Se han concedido m¨¢s usos para el agua del que los r¨ªos eran capaces de soportar. Y eso es una realidad en Do?ana, en el Delta del Ebro o en las Tablas de Daimiel. Es la consecuencia de una nefasta planificaci¨®n hidrol¨®gica que ha sobreexplotado los r¨ªos y ha provocado que espacios naturales como L¡¯Albufera se queden sin agua durante mucho tiempo¡±, apunta el edil.

Paula Tuz¨®n, secretaria auton¨®mica de Emergencia Clim¨¢tica en la Consejer¨ªa de Agricultura, asegura que el lago est¨¢ en un proceso de recuperaci¨®n. ¡°Ha habido oscilaciones porque en las d¨¦cadas de los 80 y 90 el saneamiento de las aguas era horrible [al lago lo rodean 19 municipios]. Llegaba mucha materia org¨¢nica y teniendo en cuenta que L¡¯Albufera es un ecosistema donde convive de forma natural la agricultura con las especies naturales, el uso de nutrientes [f¨®sforo y nitr¨®geno] tambi¨¦n ha supuesto una merma en la calidad¡±.

Desde el 2000 hay una clara tendencia a la baja de la presencia de clorofila en sus aguas. Ha pasado de rondar los 300 microgramos por litro a 100, incluso menos a veces, seg¨²n la consejer¨ªa. ¡°La abundancia de clorofila revela la presencia de microalgas, que se alimentan de nitr¨®geno y f¨®sforo esencialmente, y no nos interesan porque crecen cerca de la superficie del lago, tapan la luz del sol e impiden que llegue al fondo del lago: y ni se desarrollan plantas m¨¢s grandes ni dejan que el agua se oxigene y todo muere alrededor¡±, explica Tuz¨®n. La Generalitat, responsable de gestionar el parque natural, ha visto en los ¨²ltimos seis a?os la aparici¨®n en el fondo de plantas m¨¢s grandes, que hac¨ªa 20 a?os que no se ve¨ªan. ¡°Son apariciones espont¨¢neas pero si seguimos trabajando en esa direcci¨®n creemos que pronto veremos un crecimiento extensivo¡±.

M¨¢s aves

Otro indicador esperanzador para la secretaria auton¨®mica de Emergencia Clim¨¢tica es la presencia de aves durante el invierno, que paran en el lago en su largo viaje hacia regiones m¨¢s c¨¢lidas. En la d¨¦cada de los 80 apenas se ve¨ªan ejemplares del Morito y ahora mismo hay 19.000. Y esto se repite con otras especies. Hay una serie de aves cuya poblaci¨®n ha crecido desde la d¨¦cada de los 80, lo que significa que el humedal es un sitio vivo.

¡°Son par¨¢metros que nos dicen que las cosas van mejor pero no hay que caer en la autocomplacencia porque tenemos muchos retos por delante. Si seguimos esta tendencia, L¡¯Albufera habr¨¢ dado un salto de calidad en una d¨¦cada. Estamos cerca de tener un ecosistema que no est¨¢ mal pero todav¨ªa es fr¨¢gil, lo necesitamos m¨¢s robusto¡±, sentencia Tuz¨®n.

Las aportaciones de agua de r¨ªo son vitales para el lago. En este sentido, el vicealcalde de Valencia recuerda la negociaci¨®n en 2016 con la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del J¨²car (CHJ) y la Generalitat para que llegar¨¢ mas agua al lago. As¨ª se consigui¨® que parte de los ahorros generados por la modernizaci¨®n de los regad¨ªos de la Acequia Real se ganasen para el lago. Se empez¨® por derivar dos hect¨®metros c¨²bicos y se ha ido incrementado la cantidad hasta los 14,5 ¡°pero la gran novedad es que el futuro plan de cuenca del J¨²car ha aceptado que todo este ahorro vaya a parar en un a?o normal obligatoriamente cuando hasta ahora era solo una posibilidad¡±, dice Campillo. ¡°En total el pr¨®ximo invierno tendr¨ªan que destinarse 35 hect¨®metros c¨²bicos para la inundaci¨®n invernal de L¡¯Albufera y esa es una cifra muy importante¡±, recuerda el concejal.

Futuros desembalses

Y otra novedad: el plan de cuenca recoge que cuando haya que desembalsar agua se priorizar¨¢ que vaya a L¡¯Albufera, como acaba de suceder con un desembalse extraordinario desde el pantano de Tous, muy lleno por las lluvias. ¡°No obstante¡±, a?ade el edil, ¡°el lago sigue siendo una masa de agua amenazada, sobre todo, si tenemos en cuenta el efecto del cambio clim¨¢tico¡±, concluye.

La organizaci¨®n Acci¨® Ecologista-Agr¨® valora los avances conseguidos pero el aporte de agua acordado les sigue ¡°pareciendo insuficiente¡±, aunque esperan a ver ¡°c¨®mo responde el ecosistema¡±, apunta la ecologista Luc¨ªa Moreno. ¡°Ahora hay que evaluarlos para que sepamos los requerimientos h¨ªdricos del ¨¢rea y cu¨¢l es el protocolo de gesti¨®n que necesita el lago para recuperar su buen estado ecol¨®gico¡±, a?ade.

Desde 2018, y a ra¨ªz de una denuncia a la Fiscal¨ªa, hubo una orden de la Generalitat que regula los niveles del lago. ¡°Que haya m¨¢s ojos mirando los niveles y una mayor intervenci¨®n de la Administraci¨®n medioambiental es el camino a seguir¡±, afirma Moreno, quien demanda que los hect¨®metros c¨²bicos sean agua de r¨ªo y se distribuyan a lo largo del a?o para garantizar la perellon¨¤.

¡°Los datos est¨¢n ah¨ª y es verdad que hay una reducci¨®n de la concentraci¨®n de clorofila pero es insuficiente para la sostenibilidad del lago. Hay que seguir trabajando¡±, apunta la portavoz de Agr¨®, que no tiene claro que esas medidas, por s¨ª solas, ¡°nos ayuden a revertir ese mal estado ecol¨®gico. No puede ser que por dar unos peque?os pasos digamos que L¡¯ Albufera est¨¦ salvada¡±, subraya.

Los niveles en L¡¯Albufera han mejorado, seg¨²n la CHJ. Antes del 2000, los niveles en la ¨¦poca del cultivo del arroz eran de seis cent¨ªmetros por encima del nivel cero, y durante la perellon¨¤, de 14 cent¨ªmetros. Ahora est¨¢n en 13 y 24 cent¨ªmetros, respectivamente. ¡°Si antes llegaba agua al lago, con una cantidad de nutrientes o de productos fitosanitarios despu¨¦s de pasar por el riego a manta, y ahora estamos poniendo agua de Tous sin ninguna carga contaminante, la mejora en la calidad del lago debe ser evidente¡±, apunta el director t¨¦cnico de la CHJ, Manuel Tor¨¢n.