La algarroba, el nuevo azafr¨¢n: de pienso para el ganado a superalimento que ha multiplicado por cinco su valor
El aumento del precio del fruto, por el que llegan a pagarse hasta 2,5 euros el kilo, provoca un incremento de hurtos y lleva a la Guardia Civil a extremar la vigilancia en el campo y los almacenes
La algarroba, ahora considerada un superalimento, era no hace mucho un humilde pienso para el ganado. Pero su utilidad como espesante alimenticio natural o ingrediente para la industria cosm¨¦tica y farmac¨¦utica lo ha puesto de moda y su precio cotiza por las nubes. Este fruto, extendido sobre todo por el Mediterr¨¢neo, se ha convertido en una especie de joya del secano de Espa?a, principal pa¨ªs productor, y atrae cada vez m¨¢s a los ¡°amigos de lo ajeno¡± por su gran rentabilidad. En plena campa?a de recolecci¨®n, la Guardia Civil redobla los controles en el campo y en los almacenes para evitar la venta del producto sustra¨ªdo. Lleva m¨¢s de 50 toneladas incautadas.
La cosecha de algarroba es este a?o m¨¢s escasa de lo normal y se paga a buenos precios. Pero organizaciones agrarias de Catalu?a y de la Comunidad Valenciana, dos grandes zonas productoras, advirtieron a principios de agosto su temor a que los hurtos en el campo se multiplicaran. ¡°Este a?o va bien. El kilo de esta legumbre se pagaba hace tres o cuatro a?os a 20 o 30 c¨¦ntimos y ahora se paga a 1,10 euros¡±, asegura Eduardo Celda, agricultor y recolector de Catadau (Valencia), zona productora de este fruto de color casta?o oscuro y sabor dulce. Del vegetal, que se usaba tradicionalmente como forraje para el ganado, se saca az¨²car, espesantes alimenticios naturales, o harinas para hacer cacao o chocolate, entre otros usos. De la vaina y las semillas del interior se aprovecha todo y su harina es muy empleada por los veganos.
Espa?a, principal productora
No tiene grandes costes de explotaci¨®n porque no se riega, ya que solo recibe agua cuando llueve, no suele recibir tratamientos qu¨ªmicos y solo hay que vigilar su poda para facilitar la recolecci¨®n, en septiembre. Espa?a es la principal productora mundial y la Comunidad Valenciana una de las autonom¨ªas con mayor cosecha. ¡°En cuanto est¨¢n buenas hay que recogerlas, si no te quedas sin ellas¡±, advierte Celda sobre los hurtos. Lo normal es recogerla del suelo, porque cae cuando est¨¢ madura pero algunos productores ¡°se han modernizado un poco¡± y con toldos en el suelo, varean el ¨¢rbol con cuidado para no destrozar los brotes que ser¨¢n la pr¨®xima cosecha.
Un algarrobo tarda una d¨¦cada en ser productivo, al menos en las explotaciones de secano. Pero cuando son maduros bien pueden recogerse unos 250 kilos de fruto, un buen pellizco para el bolsillo, pues por los mejores se llegan a pagar hasta 2,50 euros. El precio se calcula en funci¨®n del rendimiento, no del peso. El garrof¨ªn o semilla est¨¢ rodeada de una c¨¢scara dura y si se coge verde y no termina de madurar en el ¨¢rbol, su rendimiento y cotizaci¨®n es menor.
El agente Zarzuela, del Grupo Roca (Robos en el Campo) de la Guardia Civil en la Comandancia de Valencia, recorre junto a compa?eros de las demarcaciones productoras de Sueca y Ll¨ªria, el monte p¨²blico del municipio de Catadau. Se ocupan m¨¢s de detectar la mercanc¨ªa robada a su llegada a los almacenes y seguir su rastro que de vigilar los campos; una tarea de las que se ocupan las patrullas de seguridad ciudadana. Est¨¢n en plena campa?a de recolecci¨®n y, explican, ¡°la labor es la inspecci¨®n de almacenes donde se descarga y vende el vegetal¡±.
En su recorrido por los almacenes trillan la documentaci¨®n que deben aportar los productores o recolectores, unas hojas que garantizan el origen y la trazabilidad del producto. Este a?o no ha habido mucha producci¨®n y efectivamente han bajado un poco los hurtos, porque se ha recolectado antes para evitar las sustracciones. No es f¨¢cil pillar in fraganti a los ladrones en el campo.
Las denuncias son importantes para los agentes, ya que les sirven para conocer el problema y la casu¨ªstica en profundidad. Cuando se bloquea una mercanc¨ªa al no poder garantizar su origen, se destruye. ¡°No se puede vender si no hay trazabilidad porque su destino es el consumo humano¡±, a?ade el guardia civil de este grupo especializado. El grupo ¡ªen colaboraci¨®n con la Polic¨ªa Auton¨®mica¡ª lleva incautados este a?o solo en la provincia de Valencia m¨¢s 50.000 kilos de algarroba procedente de hurtos. Se han esclarecido m¨¢s de 80 delitos contra el patrimonio, con 18 detenidos y otras 55 investigados.
Si el sabor de la algarroba es dulce, las decenas de sacos apilados en uno de los almacenes desprenden el caracter¨ªstico olor fuerte del algarrobo. ¡°Este negocio lo empez¨® mi abuelo cuando era joven y yo ya tengo 29 a?os, as¨ª que llevamos muchos a?os dedic¨¢ndonos a esto¡±, explica Lourdes Pons, responsable de un almac¨¦n familiar en el municipio valenciano de Alfarp. ¡°Recuerdo que mi abuelo cobraba de 10 o 12 c¨¦ntimos en su ¨¦poca por el kilo de algarrobas, y este a?o est¨¢ a 1,10 m¨¢s el IVA. Se nota que la gente tiene m¨¢s inter¨¦s en recogerla¡±, explica mientras llega a su puerta un particular con 100 kilos en su furgoneta. Alguna vez han rechazado alg¨²n cargamento porque no ve¨ªan clara su procedencia y se han encontrado con personas que han intentado acreditar la recolecci¨®n con la solicitud a un ayuntamiento (propietario de los ¨¢rboles en monte p¨²blico), sin firma ni cu?o municipal. Triqui?uelas.
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