Superest¨ªmulos en Alicante
En Alicante tenemos el bel¨¦n m¨¢s alto del mundo y la bola de navidad m¨¢s grande en tama?o y luz
Un superest¨ªmulo es un concepto psicol¨®gico que consiste grosso modo en la exageraci¨®n de una caracter¨ªsticas de un individuo, entorno o materia con el fin de provocar que el organismo que lo percibe, ya sea un pez en una pecera, un albatros o usted mismo, emita una respuesta amplificada. Este fen¨®meno afecta a la psicolog¨ªa y la biolog¨ªa, pero tambi¨¦n a la tecnolog¨ªa, el deporte, el arte y, sin duda alguna, la pol¨ªtica. Todos reconocemos ejemplos de superest¨ªmulo, como la sobrecarga de az¨²car, la saturaci¨®n del color y del sabor en ciertos alimentos, o las tramas de los cuentos cl¨¢sicos infantiles. En los ¨²ltimos a?os los reyes de los superest¨ªmulos son Photoshop, Instagram... y la nueva-vieja pol¨ªtica, cuya actividad parlamentaria se concentra en generarlos casi en exclusividad.
Esperanza Aguirre fue una maestra en el superest¨ªmulo, recuerden aquella rueda de prensa en el aeropuerto tras el atentado de Bombay, cuando sus calcetines hicieron mejores declaraciones que ella misma. Su disc¨ªpula Ayuso es otra reina del superest¨ªmulo que se consagr¨® con la puesta en escena del tapiz de banderas. Eso s¨ª, Madrid es Espa?a lo mires desde la izquierda o desde la derecha.
Abascal ha practicado el superest¨ªmulo recientemente con la propuesta de otra moci¨®n de censura frente al protagonismo del Gobierno al hilo de la cumbre del sur de Europa para la canalizaci¨®n de hidr¨®geno verde.
Esta derecha huye del establecimiento de una dial¨¦ctica porque es consciente de que en ese tatami no gana un asalto. Resulta un tanto in¨²til pensar que se combate con ellos con argumentos pol¨ªticos en su cuadril¨¢tero. Es como boxear con un canguro. Detr¨¢s de eso no hay m¨¢s, y mucho menos, trabajo parlamentario. Viven del superest¨ªmulo y ocupan m¨¢s tiempo en preparar mociones de censura que enmiendas a presupuestos a lo largo y ancho del pa¨ªs.
Su superest¨ªmulo m¨¢s habitual estaba cantado e importado con ¨¦xito: el inmigrante como personaje de cuento de terror infantil. Esta derecha ha transformado el relato de Judt en los cl¨¢sicos de los Grimm. Uno de los superest¨ªmulos franquicia es el de Los tres cerditos: no importa qu¨¦ tan segura sea tu casa, porque el lobo feroz (S¨¢nchez, Montero, el colectivo LGTBI, los inmigrantes, los cambioclimatistas, los independentistas y resto del progreter¨ªo) te la echar¨¢n abajo, as¨ª que la ¨²nica soluci¨®n es el fuego de la chimenea. Si les votas, compartir¨¢n su le?a contigo a un precio regalado: nuestro voto.
Recientemente, se ha sumado Arrimadas enfundada en un traje fresa chicle, en toda una aparici¨®n de hada madrina, ofreci¨¦ndonos superest¨ªmulos. Asegur¨® que S¨¢nchez hab¨ªa invadido el congreso, secuestrado a los diputados e inaugurado una dictadura.
En Alicante, el bel¨¦n m¨¢s alto del mundo, la bola de navidad m¨¢s grande en tama?o y luz son superest¨ªmulos que arden para tapar las noticias nacionales sobre la corrupci¨®n, la cruel ordenanza de la mendicidad que ya ha viajado a Bruselas, y el t¨ªtulo de tener los barrios m¨¢s pobres del pa¨ªs. Pero esas noticias tambi¨¦n tapan ser la ciudad peor financiada en inversiones en Espa?a, para su disgusto.
Esta nueva-vieja derecha se sirve del desconcierto de varias crisis seguidas, de la baja autoestima colectiva, de la pandemia, de la guerra, del dolor, de la rabia, del desconcierto, del IPC, de la subida energ¨¦tica y hasta de los sucesos del Per¨². La nueva-vieja derecha quiere hacernos creer que al final del camino est¨¢ la casita de chocolate, y que sin ellos solo nos espera un contrato leonino en el circo, una manzana envenenada o el sue?o eterno provocado por la aguja de una rueca.
S¨ª, s¨¦ que a estas alturas usted, lector neutral, pensar¨¢ que no solo esta derecha utiliza el recurso del superest¨ªmulo: ah¨ª est¨¢n las camisetas de Oltra, las cartelas y los torsos desnudos con mensajes reivindicativos y un beb¨¦ en el hemiciclo. No ser¨¦ yo quien le quite la raz¨®n ni quien haga observar los resultados de todo ello.
As¨ª que si vive usted en una caba?a alejada en el bosque, o en una ¨ªnfima casa de un pobre barrio minero, si no tiene le?a para calentar su hogar, ni un chel¨ªn para comprar juguetes, ni medicinas para su hijo enfermo; si su madrastra la tiene esclavizada, si se lamenta de ser un pobre mu?eco de madera o no vende un cartucho de casta?as congelada en esa esquina, como pasa en todos esos cuentos infantiles, tenga confianza en que su valor y su dignidad no necesita de ning¨²n superest¨ªmulo. Feliz Navidad.
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