El tortuoso reparto de la extensa herencia de ¡®la t¨ªa Pepa¡¯ se cierra 34 a?os despu¨¦s de su muerte
Josefa Martell no dej¨® herederos y la Generalitat Valenciana ha repartido el legado de la castellonense cifrado en casi cinco millones de euros
Josefa Martell, la t¨ªa Pepa, muri¨® el 1 de octubre de 1988. A?os antes hab¨ªan muerto sus padres. Tambi¨¦n fallecieron antes que ella sus cuatro hermanos. Dicen que era una mujer que siempre iba bien peinada, bien vestida, arreglada pero sin ning¨²n tipo de elemento ostentoso. La t¨ªa Pepa, la Pulida, como era conocida en el Raval de Castell¨®n, se fue quedando sola. Sus hermanos, seg¨²n los vecinos del barrio, murieron solteros y Josefa fue acumulando patrimonio, fincas r¨²sticas y urbanas. Entre ellas, cuatro solares en el centro de la capital de La Plana. Tambi¨¦n compr¨® acciones el Banco de Valencia. Muri¨® poco despu¨¦s de cumplir los 100 a?os sin testamento ni herederos y sin saber que el reparto de su legado, 4,7 millones de euros en 32 inmuebles, 5 urbanos y 27 r¨²sticos, se demorar¨ªa hasta 34 a?os debido a una procelosa tramitaci¨®n que ha precisado de la intervenci¨®n del Tribunal Supremo, en la que ha participado el expresidente de un equipo de f¨²tbol y que, finalmente, ha ido a parar, en su mayor parte, a ONG.
En el barrio sab¨ªan que Josefa Martell, que nunca se cas¨®, hab¨ªa atesorado tierras y solares. Nadie sab¨ªa cu¨¢nto pero s¨ª que durante la vida no hab¨ªa sufrido penurias. Llevaba una vida ¡°normal¡± y muchos domingos se reun¨ªa con sus amigas del barrio e iban a casa de una de ellas ¡°de tertulia¡±, tal como cuentan los vecinos. Fue consciente, a lo largo de su vida, de la herencia que iba acumulando ya que todo el dinero y patrimonio de sus hermanos (al igual que el de sus padres) fue recayendo en ella porque ninguno de ellos se cas¨® ni dej¨® herederos m¨¢s all¨¢ que la propia Josefa.
Meses despu¨¦s de su muerte, dos personas, en virtud del art¨ªculo 43 de la Ley valenciana de Patrimonio, hicieron saber a la Generalitat que, probablemente, la administraci¨®n era la heredera del legado de Josefa Martell, entonces, sin cuantificar. ¡°En caso de sucesi¨®n intestada, y a falta de personas con derecho a heredar, seg¨²n la ley, los bienes se integrar¨¢n en el patrimonio de la Generalitat cuando el causante ostente la condici¨®n jur¨ªdica de valenciano¡±, dice la norma. La ¡°denuncia¡± no es gratuita, ya que la ley premia, con un 10% del valor de la herencia, a quienes avisen a la administraci¨®n de las muertes sin herederos. ¡°En la mayor¨ªa de los casos, este tipo de expedientes acaban cerr¨¢ndose porque aparece un familiar¡±, explica la directora general de Patrimonio de la Generalitat valenciana, Isabel Castell¨®. Pero eso no ocurri¨® con Josefa Martell. Nadie apareci¨® y en 1991 la Generalitat Valenciana se declar¨® heredera ¨²nica de la Pulida, la mayor de las herencias que hasta la actualidad ha gestionado la administraci¨®n auton¨®mica. Y empez¨® el conflicto.
El Ayuntamiento de Castell¨®n present¨® un recurso contra el destino de los bienes, ya que consider¨® que la norma a aplicar para el reparto no era la ley valenciana de Patrimonio sino el C¨®digo Civil, que entonces se?alaba que ¡°dos terceras partes del valor de ese caudal relicto ser¨¢ destinado a fines de inter¨¦s social¡±. Entonces, ni siquiera se sab¨ªa a cu¨¢nto ascend¨ªa el legado y durante muchos a?os se hicieron varios inventarios que variaban el n¨²mero de fincas de las que era titular la t¨ªa Pepa. El litigio iniciado por el Ayuntamiento de Castell¨®n, en manos del PP, en contra de la administraci¨®n auton¨®mica, lograda por los socialistas, se demor¨® hasta 2002, cuando el Tribunal Supremo determin¨® que la herencia se ten¨ªa que repartir. Para entonces, la Generalitat Valenciana funcionaba bajo el mandato del PP, con Eduardo Zaplana primero y Francisco Camps, despu¨¦s, como presidentes de la Generalitat. En la oposici¨®n, la entonces diputada socialista (hoy alcaldesa de Castell¨®n), Amparo Marco, en las Cortes y la concejal del PSOE, Josefina Gimeno en el consistorio, comenzaron el intento de fiscalizaci¨®n de ese reparto. ¡°La Generalitat quiso apropiarse de la herencia y nosotros peleamos para que la herencia volviera a la ciudad en la que hab¨ªa vivido Josefa Martell y pens¨¢bamos que era de justicia que se dedicara a la atenci¨®n social a la que no llegamos las administraciones¡±, declar¨® este martes la propia Marco. ¡°Por fin¡±, aclam¨® la ahora jubilada Josefina Gimeno que recuerda que tuvieron que recurrir al registro de la propiedad para tratar de conocer el legado ante la opacidad de la administraci¨®n auton¨®mica y a la que Marco recuerda con planos desplegados en el suelo del peque?o despacho del grupo socialista.
Lejos de cumplir la sentencia, subastar los bienes e iniciar el reparto, la Generalitat decidi¨® permutar los solares m¨¢s valiosos. No pod¨ªa venderlos, pero, entre 2003 y 2008, se desprendi¨® de ellos y los intercambi¨® para la adquisici¨®n de otros terrenos o de obra futura en Valencia. El inmueble que Martell ten¨ªa en el n¨²mero 93 de la calle En medio de Castell¨®n, una de las m¨¢s c¨¦ntricas de la ciudad, form¨® parte de la permuta para la adquisici¨®n del Palacio Catal¨¤ de Valeriola en Valencia, que una sociedad del expresidente del Valencia C.F. Francisco Roig, hab¨ªa comprado tres a?os antes. Otros dos solares se permutaron para la adquisici¨®n de la antigua c¨¢rcel de Valencia, que actualmente es la ciudad administrativa de la Generalitat y el ¨²ltimo de valor, en la calle Mayor de Castell¨®n se cambiaron por obra en dos locales adscritos a la actual sede de la consejer¨ªa de Educaci¨®n. Todos ellos, valorados en m¨¢s de un mill¨®n de euros. ¡°Por fin rige el sentido com¨²n¡±, ha se?alado el consejero de Hacienda, Arcadi Espa?a, quien ha explicado que ¡°no era razonable¡± que la herencia recayera solo en la Generalitat. ¡°Se ha demostrado que el reparto por fin de la herencia de Martell es el ejemplo claro de la voluntad de dos administraciones que han querido revertir las incomprensibles decisiones del pasado y devolver a la ciudad y a la provincia unos recursos que les corresponden¡±, ha dicho.
Tras m¨¢s de 34 a?os, 11 asociaciones como la Asociaci¨®n de Familiares para los Derechos de las Personas con Enfermedad Mental, la Asociaci¨®n-Fundaci¨®n de Da?o Cerebral Adquirido ATENEU, C¨¢ritas o la Asociaci¨®n S¨ªndrome de Down se han repartido m¨¢s de 600.000 euros y, de cumplir, la instancia de la alcaldesa, recordar¨¢n a la t¨ªa Pepa, la pulida, con una placa conmemorativa en sus sedes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.