Los guerreros de Xian vistos en 360 grados por primera vez
El Museo Arqueol¨®gico alicantino expone la muestra dedicada al milenario ej¨¦rcito de terracota
Unas urnas de cristal a prueba de terremotos y rematadas con un espejo cenital rodean cada uno de los guerreros de terracota de Xian (China) que protagonizan la ¨²ltima exposici¨®n itinerante del Museo Arqueol¨®gico de Alicante (Marq). No solo se puede mirar frente a frente a los guardianes del mausoleo del primer emperador, Qin Shi Huang, sino hasta el m¨ªnimo detalle de su peinado, de su vestimenta, de las diferentes posiciones que toman sus manos. ¡°Ni siquiera en Xian se pueden ver tan de cerca¡±, coment¨® el director del museo alicantino, Manuel Olcina, durante la presentaci¨®n de la muestra, que se prolongar¨¢ hasta enero de 2024.
El legado de las dinast¨ªas Qin y Han. Los guerreros de Xian ha acabado por desembarcar en Alicante con sus 120 piezas procedentes de nueve museos e instituciones chinas. No ha sido f¨¢cil. Tras m¨¢s de cinco a?os de gestiones, esta semana se ha inaugurado una exposici¨®n que ya estaba apalabrada para 2019 y que ha tenido que postergarse sucesivamente por un conflicto internacional desatado entre China y Estados Unidos con origen en un grave percance sufrido en otra colecci¨®n similar exhibida en Filadelfia, por el estallido de la pandemia de coronavirus y por las restricciones posteriores que Pek¨ªn impuso en sus fronteras. La de Alicante es la primera exposici¨®n de objetos chinos que sale del pa¨ªs asi¨¢tico tras el fin de su pol¨ªtica de covid cero.
La muestra se reparte entre tres salas y narra ¡°un milenio de la historia de China¡±, explica su comisario, Marcos Martin¨®n-Torres. Est¨¢, por supuesto, centrada en ¡°la arqueolog¨ªa y la ciencia¡±, a partir de ¡°los ¨²ltimos descubrimientos de campo y laboratorio¡± que rodean a este ej¨¦rcito de 8.000 guerreros, 500 caballos y 130 carros de combate que acompa?an al primer emperador tras su muerte. Pero tambi¨¦n quiere rendir homenaje ¡°a los trabajadores¡±, comenta Martin¨®n-Torres, ¡°tanto los artesanos y artistas que edificaron el mausoleo como a los arque¨®logos, historiadores, muse¨®logos o arquitectos¡±, entre otros especialistas, que sacaron a la luz el yacimiento tras su descubrimiento en 1974 por parte de un agricultor.
El recorrido de la muestra traza el cambio de paradigma religioso sobre la transici¨®n de la vida a la muerte que se produce en el territorio de la actual China (llamada as¨ª por el emperador Qin¡¯) hace m¨¢s de dos milenios. La primera sala refleja la vida de los nobles a partir del a?o 700 a. C. Recipientes rituales, armas y una enorme campana, instrumento que en el pa¨ªs asi¨¢tico ¡°no suena como en occidente¡± dibujan el mundo ¡°competitivo y belicoso¡±, en el que ya se ha instaurado la Ruta de la Seda, que precede al primer emperador. La colecci¨®n se extiende por el reinado de Qin, la estandarizaci¨®n de moneda, medidas y lengua que impone el nuevo monarca y el ¡°desarrollo del arte y la tecnolog¨ªa¡± que implanta la dinast¨ªa Han, que le sucedi¨® a su muerte en 208 a. C.
En la segunda sala ¡°nos adentramos en el mundo de los muertos¡±, indica el comisario de la muestra. ¡°En la China antigua, los ciudadanos cre¨ªan en la vida tras la muerte¡± y, cada uno dentro de sus posibilidades, ¡°era enterrado con lo que necesitaba, tanto esclavos o familia y concubinas como animales, incienso, vestuario o comida¡±. Desde Confucio, el fil¨®sofo que vivi¨® en torno al 500 a. C., el pensamiento chino inici¨® ¡°una transici¨®n religiosa en la que los seres vivos enterrados junto al difunto pasaban a ser representaciones de cer¨¢mica¡±. El Marq exhibe animales fant¨¢sticos, instrumentos musicales y una reproducci¨®n de un carro de bronce compuesto de m¨¢s de 3.000 piezas.
La ¨²ltima sala es la de los guerreros, imponentes y milenarios, ¡°todos ¨²nicos¡±, recuerda el comisario. Siete figuras humanas y un caballo procedentes del yacimiento de Xian, acompa?ados de otras dos piezas del mausoleo de Yanling, otro ej¨¦rcito de terracota similar. ¡°Nunca se hab¨ªan expuesto para tener una visi¨®n de 360 grados¡±, asegura Olcina, ¡°en todas partes se han exhibido de espaldas a una pared¡±. Un imperio de ultratumba al alcance de cualquier mirada. Y, como colof¨®n, ¡°una teja rota en la que aparece el epitafio de uno de los centenares de miles de obreros¡± que construyeron la tumba, de los que ¡°solo se conoce el nombre de 18¡å, afirma el especialista.
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