El secreto de las armas de los guerreros de Xian estaba en la tierra
La excepcional conservaci¨®n del bronce de espadas y lanzas se debe a las propiedades del suelo y no a un tratamiento anticorrosivo
Despu¨¦s de pasar casi 2.200 a?os enterradas, muchas de las espadas, lanzas y flechas del ej¨¦rcito de terracota de Xian a¨²n estaban afiladas cuando las desenterraron. La idea dominante sobre su excepcional estado de conservaci¨®n era que los que artesanos que moldearon a los guerreros usaron una milenaria f¨®rmula anticorrosi¨®n ya perdida basada en el cromo, una t¨¦cnica que no ser¨ªa redescubierta hasta el siglo XX. Sin embargo, un estudio muestra ahora que la presencia de este metal es accidental y apunta al manto protector de la tierra.
Descubiertos en los a?os setenta del siglo pasado, los guerreros de Xian son una imponente colecci¨®n de soldados de arcilla a tama?o real. Se cree que hay unas 8.000 figuras entre caballeros, arqueros, alabarderos, ballesteros y decenas de caballos, cada uno con un rostro diferente y cada uno portando sus armas de bronce. Las mand¨® hacer el primer emperador chino de la dinast¨ªa Quin, Qin Shihuang, para que le acompa?aran en el m¨¢s all¨¢ una vez muriera, en 210 antes de esta era.
Una de las primeras cosas que maravill¨® a los arque¨®logos fue el buen estado de muchas de las armas, algunas de las cuales conservaban su aspecto original, a¨²n con las marcas de su pulido y afilado. Estudios realizados en los a?os ochenta apuntaron una posible explicaci¨®n: los artesanos Qin pudieron aplicar al bronce un tratamiento contra la corrosi¨®n. Se basaron en la presencia de cromo en diversas partes de algunas de las muestras. El problema de esta idea es que el recubrimiento por conversi¨®n, la supuesta t¨¦cnica usada, no se patent¨® hasta el siglo XX. ?Acaso usaron una f¨®rmula milenaria que se perdi¨® en el tiempo?
Estudios realizados en los ochenta del siglo pasado hallaron cromo en varias armas del ej¨¦rcito de terracota
La realidad parece ser otra pero igual de fascinante. Un grupo de investigadores, entre ellos el arque¨®logo espa?ol Marcos Martin¨®n Torres, ha analizado buena parte del armamento de los guerreros de Xian, realizando experimentos de envejecimiento acelerado del bronce y replicando en el laboratorio el supuesto tratamiento anti¨®xido. Tanto los resultados del trabajo, publicados en Scientific Reports, como el camino hasta llegar a ellos superan a cualquiera de las series CSI y son todo un homenaje a la ciencia.
Usando t¨¦cnicas no invasivas, como la fluorescencia de rayos X (XRF, siglas en ingl¨¦s), midieron la presencia de cromo en casi 500 armas. Solo lo hallaron en 37 de ellas, el 8% de las analizadas. Adem¨¢s, la distribuci¨®n del metal no es uniforme, como podr¨ªa esperarse de un recubrimiento. Pero es que las mayores concentraciones se producen en las empu?aduras de lanzas y espadas y el mango de las ballestas mientras que apenas hay cromo en los pernos de los gatillos y puntas de flechas y ni rastro en hojas de espadas, lanzas y alabardas, que est¨¢n entre las piezas mejor conservadas.
Cromo
Estudios anteriores hab¨ªan comprobado que la creaci¨®n del ej¨¦rcito de terracota fue obra de muchos peque?os talleres que trabajaron de forma independiente. Cab¨ªa la posibilidad de que solo alguno de ellos conociera la m¨¢gica f¨®rmula del cromo. Sin embargo, el nuevo trabajo no encuentra ning¨²n patr¨®n espacial y la presencia de cromo en las armas de la sala 1 del mausoleo es aleatoria.
"El cromo presente en el bronce no fue puesto ah¨ª de forma deliberada", dice Martin¨®n Torres, ahora catedr¨¢tico de Arqueolog¨ªa de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y coautor del estudio, que concluy¨® mientras estaba en la University College de Londres (UCL), dentro de un proyecto de cooperaci¨®n de la UCL con el Museo del Ej¨¦rcito de Terracota de China. "Pero segu¨ªa en el aire la cuesti¨®n de si el cromo ayud¨® a esquivar la corrosi¨®n, aunque fuera de forma accidental", a?ade.
Para comprobarlo, usaron una c¨¢mara clim¨¢tica como m¨¢quina del tiempo. Sometieron muestras de bronce a condiciones extremas de temperatura y humedad durante cuatro meses seguidos para simular el envejecimiento del bronce. "No conseguimos corroer las muestras, ni las de bronce sin tratar ni las tratadas con cromado enterradas en tierra tra¨ªda del mausoleo, ni a?adiendo cromo al suelo", comenta el arque¨®logo orensano. Pero s¨ª observaron un deterioro en las que enterraron en suelos brit¨¢nicos. "Eso nos llev¨® a pensar que hab¨ªa algo en el suelo que deb¨ªamos explicar", completa.
Un suelo con pH alto, pocos componentes org¨¢nicos y un grano peque?o que dificulta la filtraci¨®n de agua y aire pudo proteger las armas todo este tiempo
?Qu¨¦ tiene de especial este suelo? "Es un suelo particular pero no espec¨ªfico de la fosa de los guerreros de terracota", aclara Martin¨®n Torres. Toda la regi¨®n, al nordeste de China, forma parte de la meseta de Loees, caracterizada por un suelo conformado por la acci¨®n del viento. "Suele tener un grano muy fino y un contenido de material org¨¢nico muy bajo, lo que hace que no se formen ¨¢cidos org¨¢nicos, los elementos que m¨¢s corroen los metales de los yacimientos arqueol¨®gicos", explica el cient¨ªfico de Cambridge. Con un pH relativamente alto y un grano que dificulta la filtraci¨®n de agua y aire, los procesos de oxidaci¨®n se entorpecen. "Eso es lo que sucede en la fosa de los guerreros, pero tambi¨¦n en otros yacimientos de la regi¨®n donde el bronce recuperado tiene un estado de conservaci¨®n muy bueno", concluye.
"M¨¢s que determinarlas, las condiciones del suelo influyen en la posibilidades de conservaci¨®n", acota el experto en suelos Mark Kibblewhite, no relacionado con el estudio. "Cuando el suelo es alcalino y seco es m¨¢s probable una mejor preservaci¨®n de los metales pero no est¨¢ asegurada, ya que hay que considerar otros factores, como la naturaleza concreta y las condiciones de partida del artefacto", a?ade este experto, profesor em¨¦rito en Ciencias del Suelo de la Universidad de Cranfield (Reino Unido).
Uno de esos factores extra podr¨ªa ser la composici¨®n del bronce. Formado de una aleaci¨®n de cobre y esta?o, los metal¨²rgicos pod¨ªan aumentar la porci¨®n de este para dar m¨¢s dureza a las armas. "La elevada presencia de esta?o en el bronce, la t¨¦cnica de templado y la particular naturaleza del suelo explican de alguna manera su notable conservaci¨®n, pero a¨²n no es descartable que la dinast¨ªa Qin desarrollara un misterioso proceso tecnol¨®gico que requerir¨¢ de m¨¢s investigaciones", comenta en una nota el investigador de la UCL y el Mausoleo del Emperador Qin Shihuang y coautor del estudio, Xiuzhen Li.
Quedaba por saber de d¨®nde viene el cromo. Las armas se hicieron en bronce, una aleaci¨®n de cobre y esta?o en la que no pinta nada el cromo. El estudio detallado del armamento muestra una particular concentraci¨®n de cromo en mangos y empu?aduras y en aquellas partes del arma que debieron estar en contacto con las vainas, aljabas (para guardar las flechas), la madera de estas y las alabardas... es decir, elementos org¨¢nicos como la madera y el bamb¨² que desaparecieron consumidos por el tiempo. La idea por la que apuestan los autores es que estos materiales fueron tratados con una sustancia que conten¨ªa cromo y la sustancia pudo ser la laca.
Los guerreros de Xian analizados muestran rastros de que fueron lacados antes de pintarlos, quiz¨¢ en un intento de preservarlos mejor. Lo mismo pudieron hacer con vainas y otros elementos. El estudio de esta laca muestra que tiene una significativa cantidad de cromo. Pero la savia del ¨¢rbol de la laca no contiene este metal de forma natural, as¨ª que vuelven las preguntas. ?C¨®mo lleg¨® el cromo a la laca? "Es una pregunta que a¨²n tenemos que responder. Fue un descubrimiento inesperado. Despu¨¦s de buscar el cromo en los propios metales, en el suelo, en los pigmentos, en las cer¨¢micas, finalmente, lo encontramos en la laca", recuerda el arque¨®logo espa?ol. As¨ª que esta vez si debi¨® ser deliberadamente puesto ah¨ª. Falta saber para qu¨¦.
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