Un animoso matador y un valiente novillero

La corrida se abri¨® con un noble, pastoso y pastue?o toro, tan falto de fuerza como sobrado de bondad. De los que colaboran sin condiciones, de los que rinden bandera blanca desde que saltan al ruedo. Ante toro tan amigo, Talavante le anduvo sobrado, como si tal cosa. C¨®modo, a gusto e incluso con cierto recreo en el toreo al natural. Porque esa faena la bas¨® sobre el buen pit¨®n izquierdo del toro. Talavante dibuj¨® naturales limpios, pero a la cosa le faltaba emoci¨®n. No arranc¨® de verdad esa faena, porque al tendido llegaba el asunto con cierta frialdad.

Menos todav¨ªa con el segundo. Otro toro bien armado, tambi¨¦n con las fuerzas muy medidas que, en este caso, no tuvo entrega en la muleta adem¨¢s de ponerse defensivo. Tampoco Talavante mostr¨® mucha decisi¨®n en el embate, adem¨¢s de sufrir el desaire de un desarme, por lo que el asunto qued¨® pronto para el olvido.

M¨¢s bajo y mejor hechurado fue el tercero de Talavante. Otro astado de franca embestida que, como los anteriores, fue despachado en varas por mero tr¨¢mite reglamentario. La faena de Talavante, iniciada de rodillas con poca limpieza pero su dosis de emoci¨®n, tuvo m¨¢s galer¨ªa que sustancia. Con la complicidad de un p¨²blico a favor de corriente, todo fue un escaparate que acab¨® con derechazos mirando al tendido y un desplante a cuerpo limpio. Esta vez la presidencia se rindi¨® al plebiscito general y premi¨® con generosidad.

M¨¢s compromiso de Talavante con el mansurr¨®n quinto. Fue el toro que mejor se emple¨® en varas, empujando en las dos entradas, pero a la muleta lleg¨® con cierto resabio, defendiendo su parcela y amagando con rajarse. Al tercer muletazo el toro se llev¨® por delante a Talavante, que en esta faena no volvi¨® la cara. Con mayor compromiso, dejando que el toro le llegara muy de cerca, la faena no fue brillante pero s¨ª tuvo m¨¦rito. Siempre habilidoso, Talavante se descar¨® al final de la faena con cites muy de frente para librar naturales m¨¢s efectivos que profundos.

No fue f¨¢cil el primero de los novillos. Por codicia, por listeza, porque no se dejaba convencer sin que Nek Romero apostara con valor. Este de Fuente Ymbro, feo de hechuras, muy estrecho de sienes y cornal¨®n, fue pronto desde que asom¨® por toriles. Con el capote Romero se destap¨® con variedad, vers¨¢til, desde los lances de recibo en combinaci¨®n con chicuelinas y la revolera de remate. Tambi¨¦n un quite de frente por detr¨¢s, menos limpio pero con tilde de emoci¨®n. Sin calentamiento alguno, Nek Romero lo recibi¨® en los medios con la muleta. La faena tuvo m¨¢s de emoci¨®n que otra cosa. De cerca, provocativo siempre, el valenciano plant¨® cara a novillo que no vendi¨® barata su embestida. Al salir de un muletazo el de Fuente Ymbro vio presa f¨¢cil y se llev¨® por delante a Romero, en una voltereta aparatosa pero sin mayores. De cerca, con la muleta por pantalla panor¨¢mica, Nek Romero acab¨® por bernadinas una labor decida y valiente. Meritoria a novillo con bastante que torear.

Complicado y con peligro el sexto de la tarde, que siempre estuvo pendiente del torero m¨¢s que de la muleta. A la embestida seca y topona del novillo, respondi¨® Nek Romero tambi¨¦n con valor seco. Aguant¨® miradas de poco amigo, le consinti¨®, aunque cualquier intento de lucimiento se frustraba por la nula entrega de un novillo que no terminaba de pasar. La emoci¨®n esta vez si subi¨® a los tendidos y el valenciano puso empe?o y valor del aut¨¦ntico, lo que ped¨ªa la ocasi¨®n. Cumpli¨® con creces.