La ¡®Genitalidad¡¯ Valenciana
La destituci¨®n de Jos¨¦ Luis P¨¦rez Pont al frente del Centre del Carme es otra muesca m¨¢s en la culata de la persecuci¨®n ideol¨®gica de la UTE del PP-Vox
La destituci¨®n de Jos¨¦ Luis P¨¦rez Pont al frente del Centre del Carme de Cultura Contempor¨¤nia es otra muesca m¨¢s en la culata de la persecuci¨®n ideol¨®gica que la UTE (uni¨®n temporal de empresas) PP-Vox est¨¢ practicando desde las principales instituciones de la Comunidad Valenciana. M¨¢s all¨¢ del subterfugio ¡°irregularidades y mala praxis cometidas¡±, con el que se embellece el ajuste de cuentas bendecido por Carlos Maz¨®n, el despido fulminante de alguien que gan¨® la plaza mediante un concurso p¨²blico y el respaldo de una brillante gesti¨®n no puede camuflar el hedor de sobaco facha a brazo alzado y el resplandor de bengalas de los animadores de Noviembre Nacional.
Est¨¢ claro que Vox ven¨ªa a eso. A echarle huevos y convertir la Generalitat Valenciana en la Genitalidad Valenciana. A revertir desde las instituciones el cambio cultural que se produjo desde los a?os sesenta con el impulso del movimiento antifranquista hacia a la democracia (con la resistencia violenta de los matones que inspiran al matador Vicente Barrera), el movimiento que recuper¨® el autogobierno y dignific¨® la escuela, la lengua y la cultura que el fascismo pisote¨® y restreg¨® con sus botas. No se trataba, como dijo Maz¨®n alegremente entre amigotes con inequ¨ªvoco af¨¢n provincial ¡°de chup¨¢rsela a uno de Vox¡± y ya est¨¢. Como peaje asequible para que el PP tomara las riendas de la Generalitat y los asfixiase con el abrazo del oso. La realidad era que Vox contaminar¨ªa al PP con toda su pestilencia ultra y radioactividad machista y lo arrastrar¨ªa por el esti¨¦rcol bovino hasta el punto de que ambos partidos desprenden el mismo tufo.
Que el matarife franquista convirtiera una de las consejer¨ªas emblem¨¢ticas de la Generalitat y la recuperaci¨®n democr¨¢tica en una plaza de toros port¨¢til para sus descabellos ideol¨®gicos estaba cantado. Con el pase¨ªllo de su cuadrilla de banderilleros, monosabios, picadores, alguacilillos, ganaderos, mozos de espada y minotauros para vestir de oro y grana la faena. Que ven¨ªa a dar la puntilla y a arrastrar por la arena a instituciones y entidades culturales prestigiosas por su trayectoria y su trabajo contra la dictadura, era lo propio. Como era lo suyo que iba a criminalizar a creadores culturales. Por lo que representan y por el hecho de defender las obviedades filol¨®gicas de la Universidad y el uso la denominaci¨®n ¡°Pa¨ªs Valenci¨¤¡± de los dem¨®cratas que tanto irrit¨® e inflama al mismo fascismo que le ha dejado la hoja de ruta marcada a Barrera.
Como era predecible que iba a restaurar panteones vac¨ªos para amplificar la ac¨²stica del eco sepulcral de normativas que resucitasen el conflicto ling¨¹¨ªstico a beneficio de la lengua del imperio. Ellos ven¨ªan a eso: a destrozar los avances y consensos de la transici¨®n. A crear crispaci¨®n donde no la hab¨ªa. A sabotear las instituciones auton¨®micas desde dentro porque est¨¢n en contra del Estado auton¨®mico. A desprestigiarlas de forma constante como hace su presidenta de las Cortes mandando ¡°a tomar por saco¡± a la oposici¨®n. A resarcirse. Todo estaba en el guion, s¨ª. Lo que no era previsible es que la l¨ªnea entre el PP y Vox se difuminara en apenas unos meses. Que ni recurriendo a la prueba del carbono 14 se podr¨ªa delimitar ya d¨®nde empieza lo uno y d¨®nde acaba lo otro. Que Carlos Maz¨®n sacara a hombros a Barrera en cada faena. Que avalase sus desprop¨®sitos parlamentarios con su carcajada voraz. Con sus efusivos palmetazos al lomo. Que se vanagloriase de tener sentado al lado de vicepresidente a alguien que suscribe con su presencia las llamadas a la desobediencia a las fuerzas de seguridad del Estado y al asalto de sedes de un partido democr¨¢tico. Que le pusiera la Generalitat tan a huevo.
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