Amigas, fiestas y tranquilizantes en un piso compartido: el corto ¡®Becarias¡¯, nominado a los Goya
Las valencianas Marina Cort¨®n, Marina Donderis y N¨²ria Poveda reflejan sus vivencias en una historia con la que reivindican que ¡°cagarla es normal y no tiene por qu¨¦ ser el fin de una carrera¡±
Los suelos de azulejo, las puertas infladas y el sof¨¢ pulgoso no se parecen demasiado a un cat¨¢logo de Ikea. La tortilla congelada y la boller¨ªa industrial no forman un brunch demasiado est¨¦tico. La taza de Mr.Wonderful, un Manual de supervivencia para adultos y los libros de autoayuda ya indican que la cosa no puede acabar demasiado bien, pero eso da igual cuando acabas de empezar a trabajar y te mudas con dos amigas a un piso compartido, car¨ªsimo y ruinoso. Es lo que vivieron, como muchos veintea?eros, las valencianas Marina Cort¨®n, Marina Donderis y N¨²ria Poveda, directoras del cortometraje Becarias, de la productora tambi¨¦n valenciana Pangur, que han recibido con ¡°sorpres¨®n, alegr¨ªa y locura¡± su nominaci¨®n a los Premios Goya por un trabajo en stop motion, una t¨¦cnica de animaci¨®n en la que se refleja el movimiento de los objetos mediante la grabaci¨®n sucesiva de im¨¢genes fijas.
Cajas de mudanza, una grieta en la pared, un sal¨®n desnudo. Con la firma del contrato de alquiler, las becarias acaban de vender su alma al diablo. Esas c¨¢ndidas amigas fueron, en su d¨ªa, Cort¨®n, Donderis y Poveda, que hicieron pr¨¢cticas, precisamente, en el estudio que ahora produce su corto. De esos a?os, N¨²ria Poveda recuerda pensar ¡°qu¨¦ estoy haciendo, c¨®mo me convierto en una trabajadora funcional¡±. Y, claro, ¡°cagarla¡±. ¡°Pero queremos reivindicar que cagarla es normal y no tiene por qu¨¦ ser el fin de una carrera¡±, asegura.
¡°Compartir piso no deber¨ªa ser una norma, pero parece que estamos condenadas a vivir as¨ª y encima a agradecer poder dedicar 500 euros a vivir con dos personas m¨¢s¡±, denuncia Poveda. En Becarias, una de las protagonistas se queda en casa cuando sus amigas se van a trabajar, se sienta frente a la tele y toma tranquilizantes. ¡°Ante esa vida, acabas siendo t¨² la que se paga el psic¨®logo cuando deber¨ªa pagarlo quien te hace trabajar 12 horas al d¨ªa¡±, reivindica la directora Marina Donderis. Aun as¨ª, apuesta por el humor: ¡°Cuando le cuentas algo in situ con una birra a una amiga piensas ¡®o lloro o r¨ªo¡¯¡±. Poveda tambi¨¦n prefiere re¨ªrse. ¡°En los episodios depresivos nos decimos unas a otras que somos inteligentes, guapas y graciosas, sobre todo graciosas¡±, afirma.
Un t¨ªtulo universitario roto tras una decepci¨®n laboral, un diploma de empleado del mes, el colgante identificativo de la empresa. Becarias? est¨¢ lleno de s¨ªmbolos de vidas llenas de esperanzas pero muy precarias. Por eso, el productor, Vicente Mallols, cree que la obra ¡°conecta mucho con determinadas edades, con gente que est¨¢ pasando por lo mismo¡±. ¡°Por una parte est¨¢ muy bien, pero nos gustar¨ªa que no conectara tanto porque la precariedad no fuera tan universal¡±, admite.
Mallols cree que ganar el Goya ser¨ªa todo un impulso al stop motion, una t¨¦cnica que reivindica por artesanal. ¡°Lo tienes que construir todo, los personajes, los decorados¡¡±, explica. La productora Pangur tiene clientes hasta en Estados Unidos y Mallols ha descubierto que Val¨¨ncia es una de las ciudades del mundo con m¨¢s estudios especializados, quiz¨¢, dice, por la tradici¨®n de las fallas y lo manual. Un premio as¨ª podr¨ªa servir, afirma, para que se viera que la suya no es, o no solo, una t¨¦cnica para hacer pel¨ªculas infantiles. De hecho, uno de los pr¨®ximos proyectos de Pangur es una pel¨ªcula de animaci¨®n sobre memoria hist¨®rica, Carmela.
¡°Ganar supondr¨ªa mandar varios mensajes: la animaci¨®n para adultos es un mensaje, la industria valenciana es otro mensaje, la precariedad¡ una forma de decir ¡®por favor, basta¡¯, considera Marina Donderis. Para N¨²ria Poveda, adem¨¢s, ser¨ªa una forma de reivindicar que las profesiones creativas no se ejercen por amor al arte, sino por oficio. ¡°Cuando dibujas o dise?as parece que lo haces por pasi¨®n, pero quieres comer y vivir de ello¡±, reivindica. Con sus alter ego en stop motion, las tres amigas y directoras solo quieren apelar al sentido com¨²n: ¡°Hay que poner en valor que el trabajo es tiempo y el tiempo es lo m¨¢s valioso que hay¡±.
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