Archivo S¨¢nchez: fotograf¨ªa de luz y vanguardia para el retrato gris del Castell¨®n de los 50 y 60
La familia del retratista Ram¨®n S¨¢nchez rescata del m¨ªtico estudio sus instant¨¢neas de gran formato m¨¢s desconocidas sobre la transformaci¨®n industrial, urban¨ªstica y social de la ciudad
Para todos, tambi¨¦n para su mujer, fue Antonio. Don Antonio. El fot¨®grafo Ram¨®n S¨¢nchez (Sevilla, 1915) adopt¨® esa identidad ambigua, tomando el nombre de su hermano Antonio y manteniendo el suyo en segundo lugar, hasta 1987. Bajo ella enmascar¨® sus ideales, sin perderlos. Lo hizo para sobrevivir y construir una trayectoria como retratista y fot¨®grafo de gran formato marcada por la Guerra Civil y su militancia republicana. Esa memoria sale a la luz en una exposici¨®n y documental en el Colegio de Arquitectos de Castell¨®n que giran sobre parte del fondo del estudio S¨¢nchez, que el propio Ram¨®n S¨¢nchez regent¨® en la capital desde los a?os 40 hasta su jubilaci¨®n, y en el que le relev¨® hasta 2021 su hija Dor¨ªn S¨¢nchez.
Fue un referente en los retratos de estudio omnipresentes en los hogares de la ¨¦poca, pero de puertas hacia afuera, supo captar de forma in¨¦dita el momento econ¨®mico, social y humano del Castell¨®n de los 50, 60 y 70 del siglo XX con instant¨¢neas que exhiben la transformaci¨®n industrial y urban¨ªstica de la ciudad y la provincia.
El turismo incipiente, con el castillo de Pe?¨ªscola custodiado por playas a¨²n v¨ªrgenes de hormig¨®n captado en placas de 9x12cm o la urbanizaci¨®n de Las Fuentes (Alcossebre). El urbanismo local, con la segunda P¨¦rgola; la apertura de la avenida del Mar al Grau, con la entonces Jefatura Local del Movimiento -hoy delegaci¨®n de Educaci¨®n- o el desarrollo de las primeras viviendas sociales franquistas, del pol¨ªgono Rafalafena a los grupos perif¨¦ricos de Donoso Cort¨¦s, Cooperaci¨®n o Las Torres. Tambi¨¦n el tejido comercial: el primer estudio de peluquer¨ªa; la primera tienda de mecanizaci¨®n, sastrer¨ªas y delegaciones bancarias con escupideros bajo el mostrador; o el control social ejercido, del frente de juventudes a la secci¨®n femenina y el auxilio social.
¡°Supo reflejar c¨®mo era la ciudad del momento. Una sociedad bastante gris, triste y muy provinciana, alejada de lo boyante, divertido o pionero¡±, detalla su hijo, el tambi¨¦n fot¨®grafo, ?ngel S¨¢nchez, que ha sido colaborador de EL PA?S.
Esta parte m¨¢s desconocida del archivo se nutre de encargos, en su mayor¨ªa, de diputaci¨®n, ayuntamiento y empresas. ¡°Eligen a mi padre porque en esa ¨¦poca, en Castell¨®n, este tipo de imagen con placas de gran formato y c¨¢maras que eliminan la distorsi¨®n no se hac¨ªa. Era un trabajo de arquitectura pura¡±, explica ?ngel S¨¢nchez.
Esas inusuales panor¨¢micas las acerca la serie que recoge, de principio a fin, la pol¨¦mica construcci¨®n de la Fertiberia, la planta de fertilizantes instalada a pie de playa, en el Grau, que funcion¨® hasta 1978 sin licencia municipal y en contra del ayuntamiento. ¡°Refleja el nacimiento de lo que fue la primera aberraci¨®n en Castell¨®n, una imposici¨®n del consejo de ministros. Fue un encargo de la empresa. Mi padre lo capt¨® todo, desde los terrenos vac¨ªos a la inauguraci¨®n de la planta en 1966¡å, a?ade S¨¢nchez.
Un obrero excava una monta?a ingente de caol¨ªn para la fabricaci¨®n de azulejo en una industria a finales de los 50. Junto a esta imagen, otras dos muestran a operarios en una cadena de montaje en f¨¢bricas de azulejo y pavimento hidr¨¢ulico de la misma ¨¦poca. ¡°Las fotograf¨ªas industriales son, posiblemente, de las mejores que hay en el archivo; t¨¦cnicamente est¨¢n muy bien hechas, aprovechan la luz y las l¨ªneas de fuga; y gr¨¢ficamente reflejan vanguardia: son composiciones que tienen mucho de la fotograf¨ªa americana de aquellos a?os y contrastan con el estilo m¨¢s antiguo que predominaba en Espa?a¡±, se?ala ?ngel S¨¢nchez.
Precursor del revelado a color en el a?o 50, que puli¨® en cursos en las f¨¢bricas Ildford o Ferrania y exhiben las diapositivas que rescata el archivo, en ¨¦ste yace tambi¨¦n una muestra del photoshop de la ¨¦poca: andamios y estructuras que, para poder utilizarse en cat¨¢logos eliminando el fondo, se enmascaraban en rojo, que no impresiona el papel fotogr¨¢fico.
Nieto, hijo, padre y maestro de retratistas, Ram¨®n S¨¢nchez, don Antonio, forj¨® su t¨¦cnica a golpe de tradici¨®n familiar e inquietud personal, form¨¢ndose en Francia, Italia o B¨¦lgica y empap¨¢ndose de la vanguardia que emanaba de las revistas europeas que aterrizaban en el estudio. Lleg¨® a ¨¦l desde Tomelloso. La familia viv¨ªa all¨ª, ¡°pero en 1939, cuando empieza la represi¨®n y les inautan el estudio por su vinculaci¨®n socialista, mi abuela y dos hijos peque?os, Antonio y Vicente, se trasladan a Castell¨®n y contin¨²an aqu¨ª el oficio¡±. Lo que nadie sab¨ªa es que, a ese viaje, de forma clandestina, tambi¨¦n se uni¨® Ram¨®n S¨¢nchez. ¡°Conversando con exempleados, hemos sabido que mi padre se ocult¨® en el estudio unos dos a?os¡±, en un peque?o cuarto que, simulando un armario, sal¨ªa de la escalera que daba acceso a la vivienda. ¡°Nunca dio detalles de ese pasado¡±, aclara su hijo.
Cobijado bajo esa identidad compartida con su hermano menor, una est¨¦tica ¡°de bigote, sombrero y gabardina con la que se asemejaba m¨¢s a un gobernador civil que a un proletario para evitar preguntas¡±, y el manto protector que extendi¨® la familia de su mujer, Dor¨ªn Dom¨¨nech, bien posicionada en la capital, le permitieron seguir su vida de puertas hacia afuera.
¡°Siempre ocult¨® su origen, pero la polic¨ªa deb¨ªa de conocerle, aunque nunca hicieron nada, suponemos que por ser una persona no reclamada por historias de sangre y porque no todo su expediente militar estaba localizado¡±. ¡°Lleg¨® a ser comandante de Estado Mayor en la l¨ªnea XYZ, pero el ¨²ltimo nombramiento localizado en el archivo de Salamanca es como capit¨¢n, que quiz¨¢s no es un cargo muy alto como para que se busque demasiado¡±.
Su militancia republicana sorte¨® as¨ª los encargos fotogr¨¢ficos de instituciones del r¨¦gimen, incluida la visita de Franco a Castell¨®n en 1957, y que cosen esa parte de la historia local y provincial en un archivo profesional que, tras una fugaz exhibici¨®n, busca un espacio en el que depositarse y poder seguir luciendo.
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